-?
La convocatoria que hizo esta semana el gobernador Omar Gutiérrez para debatir propuestas que permitan sacar del pozo a la provincia una vez superada la pandemia, podría transformarse en un ámbito genuino de debate y de búsqueda de consensos, siempre y cuando el MPN acepte otras miradas y la interpelación a su modelo de gestión, lo que implicaría meterse con las debilidades del federalismo interno, la política petrolera y la renta que generan los hidrocarburos, el uso que se hace con esos fondos, discutir la deuda pública y su destino, entre otras muchas prácticas propias de un oficialismo que se enamoró de sus recetas durante los últimos 60 años.
Pero si este espacio no sirve para corregir o marcar rumbos superadores, es posible entonces que la creación de esto que ha sido bautizado con el nombre de Consejo Consultivo Plural, se transforme en el primer escalón, anticipadísimo por cierto, de la carrera electoral hacia el 2023, sea por un intento por manejar nuevamente la agenda, por diluir las responsabilidades de los errores cometidos por la gestión o bien porque algún sector del partido ya está activando, a partir de este proyecto, alguna ventaja de cara a una eventual interna por la sucesión del actual gobernador. Sobre esto último, habría que preguntarse si es una iniciativa consensuada en el MPN o un una vidriera creada por el entorno íntimo del gobernador.
En el lanzamiento del Consejo, que nació con la idea de promover un espacio multisectorial con el objetivo de encontrar una "salida democrática a la crisis", según se dijo el día del arranque, el propio Gutiérrez se encargó de subrayar con lápiz rojo que será bien consultivo, una aclaración innecesaria de los límites que tendrá este espacio que refuerza la idea del condicionamiento previo.
Un cuerpo similar, pero a diferencia del recientemente creado con jerarquía institucional, se originó en 1999 en la ciudad de Neuquén. Es el "Consejo asesor, económico, social y planeamiento", conocido por sus siglas como Caesyp, aún vigente y creado por Carta Orgánica, pero con funciones que fueron ignoradas por los intendentes, en especial durante los gobiernos de Horacio Quiroga.
Esta fallida experiencia municipal demuestra que a los Ejecutivos no les gusta que les digan lo que tienen que hacer y prefieren que los controlen lo menos posible. Prueba de ello es la falta de voluntad política del MPN por poner en marcha un cargo creado en la reforma constitucional del 2006, la del Defensor del Pueblo de la provincia, institución planchada porque falta sancionar una ley que reglamente su funcionamiento.
El planteo que hoy hace la provincia es bien diferente a la propuesta que impulsa el presidente Alberto Fernández cuando anunció el 1 de marzo, ante la Asamblea Legislativa, la creación del Consejo Económico y Social para reunir a las fuerzas de la producción y del trabajo en un ámbito, con facultades propias, para impulsar estrategias de crecimiento. Si bien la propuesta quedó en tiempo de espera por la pandemia, de los dichos del presidente no surge que esté pensando en un simple órgano deliberativo, sino en promover la sanción de una ley que hasta podría significar la limitación de alguna de sus facultades administrativas. Vaya diferencia.
Los partidos políticos de la oposición de Neuquén -los que se presenten a la convocatoria, porque Ramón Rioseco del Frente Neuquino ya dijo que no lo hará-, y los representantes de organizaciones sociales, empresarias, barriales, religiosas, entre otros, tendrán la oportunidad de poner en agenda algunos de los temas que incomodan al MPN. La evolución de este debate determinará cuánto de auténtico tiene la propuesta del oficialismo.
Desde el inicio de la pandemia, el presidente Fernández trabaja la idea de transformar en oportunidad la crisis derivada de la pandemia. Habla de impulsar acuerdos con bases amplias para iniciar una transformación social y económica al país, alienta a pensar en salidas en un mundo que ya es diferente y va delineando algunas estrategias locales con perfil federal, como la recuperación y redefinición de las economías regionales.
¿Será este mismo espíritu transformador el que alimenta la propuesta del MPN? O, como dijo Rioseco, ¿se trata de un intento por "socializar la crisis" de una provincia que rompió la burbuja construida alrededor de Vaca Muerta?
El oficialismo no ha sido generoso con la consulta política a lo largo de su historia y solo abrió algunas puertas justamente en tiempos de crisis profundas. Ahora lo plantea para discutir la pospandemia, pero Neuquén necesita debatir también, y en especial, la prepandemia.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite