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24/05/2020

Política petrolera

Temprano para festejar pero despunta el optimismo

Temprano para festejar pero despunta el optimismo | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El barril criollo y las designaciones en YPF son buenas señales para el país y para Neuquén. A pesar de que la crisis actual será difícil de remontar, alumbran la posibilidad de que Vaca Muerta se convierta en motor del desarrollo nacional.

Héctor Mauriño

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El establecimiento por parte del gobierno nacional de un precio sostén para el petróleo fue la buena noticia de la semana, tanto para el país como para Neuquén y el resto de las provincias petroleras, los trabajadores y las empresas del sector.

Para Neuquén, porque sus ingresos dependen en alrededor de un 50 por ciento de las regalías hidrocarburíferas y para los trabajadores porque la actividad permitirá sostener 125.000 puestos  de empleo en todo el país, entre los que trabajan en extracción, refinación y despacho de combustibles en todo el país.

Obviamente es también una buena noticia para las empresas de hidrocarburos en general y para las pymes que les brindan servicios en la provincia. Y en particular lo es para YPF, porque a la decisión de fijar un barril criollo de 45 dólares se añaden otras adoptadas por la administración Fernández, que permiten alentar la expectativa de que la empresa estatal recupere el terreno perdido durante la última experiencia neoliberal en el marco de un progresivo restablecimiento de la soberanía energética.

Con todo, estas decisiones celebradas en general por todos los actores (provincias, asociaciones de trabajadores y empresas) son apenas el comienzo de un largo camino, y de momento sus efectos se verán mediatizados por la fuerte crisis económico-social desatada por la pandemia de Covid 19.

Entre otros aspectos perjudiciales, este delicado cuadro de situación ha provocado una caída estrepitosa del valor del barril y una enorme retracción de la demanda de combustibles fósiles en el mundo y en el país.

Acertadamente, el gobierno fijo una serie de condicionamientos para restituir el precio sostén, entre ellos el mantenimiento de los puestos de trabajo, el mantenimiento del nivel de actividad de 2019, el cumplimiento de los planes de inversión y el no aumento de los combustibles hasta octubre próximo.

Una señal acaso tan positiva como la del barril y provechosa para YPF y la provincia de Neuquén en particular, fue el nombramiento de Sergio Affronti como CEO de la empresa estatal y la designación de Pablo Iuliano, ambos ingenieros ‘nacidos y criados’ en la empresa fundada por Mosconi.

Affronti es mendocino, inició su carrera profesional en YPF, pasó por los yacimientos de Neuquén y del Golfo de San Jorge, y luego de una incursión en internacional volvió a la petrolera estatal durante la administración de Miguel Galuccio, cuando Cristina Kirchner recuperó la empresa para la Argentina.

Según fuentes de YPF, la elevación de Affronti al máximo nivel de la firma tendría que ver precisamente con una recomendación del ex CEO a Cristina.

Otro aspecto, también auspicioso para Neuquén, es la designación de Pablo Iuliano como vicepresidente de no convencionales de la compañía con asiento, por primera vez en la historia, en la provincia.

Iuliano es nacido y criado YPF y tuvo mucho que ver con el desarrollo de los no convencionales de Vaca Muerta. Surgido de la Universidad Tecnológica nacional, realizó toda su carrera en la empresa hasta que seguramente desalentado por la pesadilla macrista migró a Tecpetrol. 

Que por primera vez en la historia YPF tenga una vicepresidencia en Neuquén es un reconocimiento a la provincia de Vaca Muerta. Y también alumbra la posibilidad de que la ya mítica formación, de vuelta de su rol de mera productora de divisas asignado por el macrismo, se convierta, acaso, en el principal motor del desarrollo nacional.

Pero todas estas buenas nuevas no alcanzan aun para festejar. La crisis económica y social heredadas del macrismo, sumada a la hecatombe del coronavirus, han creado un cuadro complejo, que demandará tiempo y esfuerzo remontar.

Además, a pesar de que algunas de las medidas adoptadas por la Nación se encaminan hacia una gradual recuperación del rol de YPF y están enderezadas a alcanzar la soberanía energética, falta esbozar otras tanto o más importantes que ellas. 

Entre otras, despegar los precios de los combustibles nacionales de los internacionales, y en lo que se refiere a la provincia lograr de una vez por todas que los recursos hidrocarburíferos sirvan para “obras productivas”, como manda la Constitución, y no para gastos corrientes como hasta ahora.

Todavía es temprano para festejar pero despunta el optimismo.

29/07/2016

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