Que la entrevista con la ministra de Educación, Cristina Storioni, publicada por esta semana haya sido una de las notas más leídas de este portal, habla a las claras de cuáles son algunas de las preocupaciones de los neuquinos en medio del aislamiento por la pandemia de coronavirus.

Storioni responde con solvencia algunas dudas que se suscitan en este momento excepcional, y aunque no suelta la primicia que muchos habrán buscado –la decisión de reabrir las escuelas la tiene “Salud", advierte- deja en claro entre otras cosas que la educación neuquina está encolumnada con Nación, al señalar que por ahora no se contempla una propuesta federal de modificar el calendario escolar.

La ministra no es la única funcionaria del gobierno local que está ‘en línea’ con la política del gobierno nacional para enfrentar la crisis sanitaria. El gobernador Omar Gutiérrez ha ido haciendo suyas una por una las decisiones adoptadas por el presidente Alberto Fernández en consulta permanente con los gobernadores, los intendentes, el oficialismo y la oposición.

Gutiérrez está convencido que las medidas están siendo tomadas con rigor científico y técnico y con un criterio que busca estimular los mecanismos de solidaridad entre la población.

“La pandemia la estamos manejando en línea con Nación. Hay unidad de mando, como en una guerra. Soy prudente y estoy tranquilo, porque se trabaja en equipo, todos con responsabilidad, las decisiones tomadas hasta ahora fueron oportunas”, deslizó en una teleconferencia según confían algunos de sus colaboradores.

El gobierno neuquino considera que en algunos aspectos ha ido más lejos aún que Nación, por ejemplo en las medidas adoptadas para paliar la situación entre los sectores más vulnerables. Además de los módulos alimentarios para las escuelas, se ampliaron otras categorías de monotributistas los beneficios concedidos por el gobierno, y el BPN y el Iadep mejoraron la propuesta de los créditos para ayudar a las pymes a hacer frente a los salarios.

Como el nacional, el gobierno local espera el pico de la pandemia para la segunda quincena de abril o para mayo, y entre las autoridades neuquinas está claro que el “virus sanitario ya convive con el virus económico”. El parate de la economía ocasionado por la prevención de la pandemia hizo caer la coparticipación, las regalías y la recaudación propia.

Un capítulo que se observa con particular atención es la evolución del precio del barril de petróleo que en 30 días cayó de 70 a 18 dólares y el viernes cerró a 35. Para el gobierno local la crisis es previa al estallido de la pandemia -surge de la puja entre Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita- y su carácter es “coyuntural”. Las autoridades locales se ilusionan con que en dos o tres meses “se estabilice en 50”.

En el pináculo del gobierno neuquino existe además un convencimiento: “el mundo va a emerger cambiado de esta crisis, que nos demostró que somos todos iguales y salimos adelante con solidaridad”.