En Neuquén, la única incógnita respecto de las elecciones del próximo domingo parece ser quién saldrá segundo y por lo tanto accederá a una banca de senador y otra de diputado. La puja es entre Juntos por el Cambio y el MPN, y es de pronóstico incierto porque si bien los primeros ganaron por estrecho margen en las PASO, ahora la cosa es diferente porque falleció su principal referente, Horacio “Pechi” Quiroga, y Guillermo Pereyra ató su suerte a la fórmula Fernández – Fernández, que desde el pasado 11 de agosto se ha convertido en el virtual gobierno electo.

La muerte del intendente de Neuquén privó a la coalición macrista de su principal figura, un hombre que condujo los destinos de la ciudad durante 20 años y que se convirtió en una de las pocas figuras centrales de la política neuquina.

Ya se ha dicho aquí más de una vez que “Pechi” tenía votos propios y no es posible imaginar que un presidente tan desprestigiado como Macri le hubiera aportado una ventaja consistente, más bien todo lo contrario, de estar vivo Quiroga el macrismo hubiera mejorado su promedio por estos lares.

Es curioso pero aunque “Pechi” no está, la falta material de tiempo para reimprimir las boletas y la decisión de una jueza han llevado a la paradoja de que seguirá estando en el papel. 

Aunque la candidata en segundo término del macrismo, la emepenista Lucila Crexell Sapag, salió enseguida a dar batalla para lograr que se la ubique en la cabeza de la lista, la (llamada) justicia ha decidió por ahora negarle ese privilegio.

Así las cosas, y aunque el tema Lucila aún no se ha terminado de aclarar, de confirmarse el esquema actual lo que se presenta como una cuesta difícil de remontar para Cambiemos, porque Pablo Cervi es un empresario poco conocido en el mundo de la política, en realidad no lo es tanto. Es paradójico, “Pechi” ya no podrá conocer el Senado pero de algún modo les dará un último, postrer empujón a los suyos.

Quien no ha de pensar lo mismo es el Pereyra, que para no invocar mal a un ausente (algo que lo podría perjudicar) ha salido a aclarar que la presencia postrera de Quiroga “no nos perjudica, no nos beneficia y no lo hemos evaluado tampoco”, chan chan (¿si no lo evaluaron cómo sabe que les resulta inocuo?).

La semana que concluye el “Caballo”, consciente de que atraviesa los últimos tramos de una pulseada crucial, salió con los tapones de punta a desacreditar a su antigua compañera de bloque, la mujer que eligió llevar en 2013 de partenaire con el exclusivo objeto de perturbar al entonces gobernador, Jorge Sapag, a la sazón tío de la susodicha.

Pero Lucila no parece ser de las que se quedan atrás y esta vez el intercambio de fusilería fue mutuo, mientras radicales y macristas miraban para otro lado como si el pequeño escándalo sucediera en Marte y no entreverado en sus propias filas.

Con el empujoncito de Quiroga y todo, no le será fácil a Juntos mantener la ventaja de las PASO frente al MPN. Ahora el partido apoya a Pereyra sin reservas, porque no quiere quedarse sin una banca en el Senado, el lugar donde se ‘cocina’ buena parte de la política argentina.

Pero también el interesado ha jugado su carta más fuerte al apoyar abiertamente a la fórmula kirchnerista. Lo ha hecho sin rubor por su reciente apoyo al macrismo, alegando una “decisión orgánica” del sindicato que preside.

"La inmensa mayoría está pidiendo la boleta cortada de la fórmula Fernández-Fernández”, advirtió días atrás Pereyra, en tácita referencia a los seguidores y simpatizantes del MPN, en una entrevista con este portal.

Si es así -y el senador petrolero no se caracteriza por la falta de olfato en lo que al poder se refiere- es posible que en Neuquén se confirmen las malas noticias para la alianza que gobierna en el país.

Si como todo lo indica, en la provincia vuelve a ganar el Frente de Todos no será tanto por su campaña, que luce bastante apagada y apenas si logra disimular las diferencias internas, sino sin duda por la locomotora capicúa que le quita el sueño a la derecha argentina.

Se verá en breve.