El gobernador Axel Kicillof quiere meter la cuchara en el grupo de las diez provincias petroleras y avanza paso a paso con ese objetivo. Esta semana se reunió en la localidad de Campana con el presidente de Pan American Energy, Alejandro Bulgheroni, y habló de la importancia que tiene el sector petrolero para Buenos Aires. 

"El gobierno de la Provincia va a acompañar al sector productivo en general y especialmente al sector petrolero que es fuente de recursos muy importantes. Buenos Aires es central en el proceso de refinación", dijo el gobernador durante una visita a la refinería que el grupo PAE, en proceso de expansión. "Necesitamos de ciertas políticas que se basen en el desarrollo y la generación de riqueza genuina, y la industria del petróleo juega un rol fundamental", agregó el mandatario bonaerense.

La Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) está conformada por diez provincias productoras de gas y petróleo. El macrismo la ignoró durante los cuatro años de gobierno y Neuquén se sintió cómoda con esa política porque la gestión anterior le dio un lugar de privilegio al MPN en esta materia, y una exclusividad compartida con Vaca Muerta.

La apuesta de Kicillof para ingresar a la Ofephi es resistida por Neuquén que no quiere compartir demasiadas decisiones vinculadas a esta actividad central que alimenta la economía provincial. En rigor, ya viene con presión creciente junto a las empresas petroleras sobre el gobierno nacional para condicionar el proyecto de ley de hidrocarburos que está en elaboración.

La gestión de Kilillo entiende que Buenos Aires debe estar presente en la mesa grande de discusión de la política energética, porque en la provincia están radicadas las principales refinadoras del país, polos petroquímicos y el puerto en Bahía Blanca, un centro clave para la industria y el desarrollo de Vaca Muerta, además de concentrar el mayor consumo de energía del país.