Entrevistas
15/09/2019

Ricardo Ragendorfer

“Patricia Bullrich es el garrote del régimen macrista”

“Patricia Bullrich es el garrote del régimen macrista” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El periodista autor del libro “Patricia, de la lucha armada a la seguridad” sostuvo que el macrismo “no solamente es un gobierno represivo y corrupto, sino que además es un gobierno absolutamente criminal”. La “metodología” de Bullrich fue “su alquimismo político” y su “proyecto la acumulación de poder”.

Diego Colao y fotos de Pepe Mateos *

Ricardo Ragendorfer, periodista e investigador, autor del libro “Patricia, de la lucha armada a la seguridad” sobre la actual ministra de Seguridad de la Nación analizó su carrera y remarcó que “su metodología fue el alquimismo político, y su proyecto, la acumulación de poder”.

El periodista, quien aclaró que “al principio” no le “entusiasmaba la idea de tener que dedicarle algunos meses” de su vida “a esa mujer”, concluyó en este diálogo con Va Con Firma que “Patricia Bullrich es el garrote del régimen macrista”. 

Y explicó que “una de las grandes obsesiones” del macrismo “es el control del espacio público junto con la criminalización de la protesta social y la construcción de un enemigo público”; tarea que tiene que ver “con el acatamiento del macrismo y particularmente del ministerio de Seguridad a la doctrina norteamericana de las nuevas amenazas”.

Para Ragendorfer, “este no solamente es un gobierno represivo y corrupto sino que además es un gobierno absolutamente criminal”.

Consideró, sobre el fallo de la reapertura de la causa de Santiago Maldonado, que “es un hecho auspicioso” y le llamó la atención que “se descarte en la resolución de la cámara la figura de desaparición forzada” cuando “ponen en tela de juicio el informe forense puesto que no especifica la data exacta del fallecimiento de Santiago, ni tampoco cuánto tiempo estuvo bajo el agua”; lo que implica que “si llega a haber estado bajo el agua menos tiempo que los 77 días que estuvo ausente quiere decir que estuvo desaparecido”.

-¿Qué fue lo que más le sorprendió de Bullrich en la investigación que realizó para el libro? 

-Es la primera vez en mi carrera periodística que me dedico a escribir exclusivamente una biografía y me di cuenta que toda vida, aunque sea la vida de una imbécil o de una persona miserable, es única e irrepetible y a la vez está insertada en un contexto histórico que es común a sus contemporáneos. La cuestión es juntar ambas cosas desde su punto de vista y de su interactuación con esas circunstancias políticas, históricas y sociales que le ha tocado vivir. En cuanto a qué me sorprendió concretamente, hay un episodio que es uno de los logros del libro, resulta que ella cuando estaba en Montoneros militaba en la columna norte junto con Galimberti que era su cuñado. La columna norte tiene una gran participación en el secuestro de los hermanos Born en 1974, el mando táctico de esa operación recae sobre Galimberti, quien dirige ese secuestro. Ella no participa directamente, aunque si hace algunos trabajos de inteligencia previa, incluso tal vez sin saber quiénes eran el objetivo de la operación. La mandan, por ejemplo, a monitorear el tránsito en el tramo de la avenida Libertador donde pasaba el coche de los Born, para ver cómo estaba el tránsito o las vías de escape. En ese operativo mueren 2 personas, el chofer de los Born que en el momento de la emboscada estira la mano hacia la guantera como para buscar un arma, y la persona que iba al lado, que en ese momento no tenía que estar ahí. Su presencia era imprevista de acuerdo a los trabajos de inteligencia que se hicieron, y resultó ser un gerente de la empresa Molinos Río de la Plata, que formaba parte del holding Bunge y Born, que esa mañana tuvo la mala suerte de ir a desayunar con Born y se dirigía con él hacia las oficinas céntricas del grupo. Ese hombre se llamaba Alberto Bosch. Algún sexto sentido hizo que explorara un poco la figura de este hombre y resulta que si bien se conoce la identidad de él de hace 43 años cuando sucedió eso; años después descubro que ese hombre era nada menos que el tío de Patricia Bullrich. Vueltas de la vida. 

-¿Cómo se explica en líneas generales que haya pasado de Montoneros a ser la ministra de Seguridad de un gobierno neoliberal como el de Macri?

-Desde luego ha sido un largo camino y que su travesía ideológica y política de un extremo al otro a través de los años es uno de los rasgos distintivos de esta mujer. Lo que a mí me interesó es desde luego explorar el trasfondo de esa travesía y los bordes más extremos de esa metarmorfosis. En ese sentido llegué a la conclusión de que Patricia Bullrich no es una mina que cambia cada tanto sino que en cada uno de sus cambios están presentes los mismos patrones de conducta de ella, y me atrevería a decir que no es que haya cambiado sino que siempre su metodología fue el alquimismo político, y su proyecto la acumulación de poder, esté donde esté y donde momentáneamente ella podía sentir que podía llegar a calentarle el sol.

-Más allá de cualquier ideología.

-Exactamente. En la década del ‘70, en el año’ 72 no había por qué no creer que el futuro del país era el socialismo nacional, entonces ella se pone ahí. Otro de los patrones constantes de su conducta es que ella recala en cada uno de esos lugares como ladera de alguien. En Montoneros, de Galimberti; de Cafiero, de Menem, de López Murphy, de Cavallo, de Béliz, de Elisa Carrió; y finalmente de Macri. Y en todos esos lugares, ella de algún modo fue el aliento operativo de todos los espacios en los cuales participó; y eso también supongo tiene que ver con su carácter de conversa, que hace que deba convencer en cada nuevo salto a sus nuevos compañeros y deba mostrarse más resolutiva que cualquier otra persona.

-¿Qué resultados encontró al indagar sobre la familia Bullrich?

-Su prosapia y la investigación de sus antepasados me llevó más tiempo del que yo había previsto originalmente porque me entusiasmó bastante esa parte del libro. El primer Bullrich que llega a la Argentina fue August Bullrich, que era un mercenario alemán que es capturado por las tropas de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1827, en la batalla de Ituzaingó, en la guerra del Brasil. Es traído como prisionero, al tiempo recupera la libertad; era un buscavidas o como se dice ahora, un emprendedor y se forja una buena posición; y es el padre de Adolfo Bullrich que le da a ese apellido un barniz de linaje al dedicarse a los remates de hacienda y a rematarle los campos ganados a los indios en la Conquista del Desierto. Pero volvamos a August Bullrich, él se casa con una chica criolla, hija de un hidalgo español que fue fusilado en 1812 por presuntamente participar en la conspiración de Álzaga, contra el Primer Triunvirato que estaba encabezado por el eslabón más importante de la rama familiar materna de Patricia, Juan Martín de Pueyrredón. Ella es Patricia Bullrich Pueyrredón Luro y Juan Martín de Pueyrredón, años después de fusilar al suegro de August Bullrich, se casa con una jovencita, y nunca mejor dicho porque tenía 13 años, cuyo padre también había sido fusilado en las mismas circunstancias, por participar en la conspiración de Álzaga. En consecuencia antes de que un Bullrich se case con una Pueyrredón para alumbrar a Patricia Bullrich, muchos años antes esas dos familias estuvieron enlazadas por algo un poco más alejado del amor que son los paredones. Y por otra parte, años después, a fines del siglo XIX, los Bullrich y la otra rama de la familia que son los Luro se ven enlazados a través de la figura de Julio Argentino Roca, tanto en la Conquista del Desierto como siendo funcionarios de su presidencia. Lo cual desde un punto de vista absolutamente antojadizo y contrafáctico, traza una suerte de simbolismo entre esa circunstancia histórica, la de la Conquista del Desierto, con el hecho de que Patricia Bullrich intentara convertir muchos años después a los mapuches que viven en el sur del país en una especie de enemigo interno.

-¿Cuál es el papel de Bullrich en el gobierno de Macri?

-El de garrote. Creo que Patricia Bullrich es el garrote del régimen macrista. En ese sentido, una de las grandes obsesiones del régimen macrista es el control del espacio público junto con otros objetivos, como la criminalización de la protesta social y la construcción de un enemigo público. Algo que de alguna manera tiene que ver con el acatamiento del macrismo y particularmente del ministerio de Seguridad de la Nación a la doctrina norteamericana de las nuevas amenazas, que es una especie “aggiornada” de doctrina de la Seguridad Nacional que existía en la década de los 70, solo que esta estaba enfocada en el tema de las fronteras ideológicas en medio de la guerra fría y ahora la doctrina selecciona entre sus amenazas el narcotráfico, el terrorismo, la protesta social y hasta las catástrofes climáticas. Es una política que está enfocada a combatir enemigos internos, no tradicionales, y como acá hay pocos, parte de la labor de Patricia Bullrich estuvo enfocada en crearlos, inventarlos o al menos en mostrarlos. Por eso cae en graves errores como confundir a dos muchachos de la comunidad libanesa con terroristas islámicos y cosas por el estilo. Y más específicamente, sus vínculos con las fuerzas de seguridad están de algún modo asentadas sobre un pacto, que es la demagogia punitiva a cambio de vista gorda con los negocios de los uniformados. La gestión en sí nos pone en presencia del autogobierno policial en estado puro, en el sentido de que el autogobierno es fruto de autofinanciación policial a través de las cajas delictivas. En ese sentido  tenemos una policía que gerencia el delito, la mayoría de las actividades lucrativas del crimen organizado y que crea una sensación ilusoria de orden sobre la población. En el diario, muy pocas veces, salvo decomisos bastante humildes de droga, no hay noticias sobre investigaciones policiales que desbaratan bandas de piratería del asfalto u otras modalidades que corresponden a los estándares del crimen organizado. En cambio, si vemos día a día que la policía persigue trapitos, vendedores ambulantes, reprimen manifestaciones; o sea que la policía en este período se ha convertido en una especia de ejército de ocupación por un lado. Y por otro, las estadísticas indican que el nivel de prisionalización ha crecido bastante y también hay estadísticas absolutamente exactas sobre casos de gatillo fácil y casos de muertes ocurridas por vejaciones de policías en sedes policiales las cuales triplican las estadísticas que hubo desde el fin de la dictadura hasta el 15 de diciembre del 2015.

-¿Le llama la atención la impunidad que tiene la ministra para defender que un gendarme mate por la espalda a Rafael Nahuel, las cosas que dijo sobre el caso Santiago Maldonado y demás?

-Al principio no creí francamente que se atreviera a tanto, habida cuenta que determinados asesinatos cometidos por la policía en medio de circunstancias políticas tuvieron consecuencias muy graves para los gobiernos que prodigaron a esas policías; concretamente al caso de Kosteki y Santillán. Cuando los mataron, Duhalde adelantó las elecciones. Pensé que una cosa así iba a ocurrir, pero cuando sucede lo de Santiago Maldonado y cuando se comienzan a suceder las muertes, lentamente comencé a masticar la certidumbre de que este no solamente era un gobierno represivo y corrupto sino que además era un gobierno absolutamente criminal. Y en un gobierno criminal los hacedores de esas circunstancias suelen irse de boca. O sea, los discursos que salen de los labios de funcionarios que encabezan gobiernos que cometen actos letales; con discursos teñidos por la impunidad, y en medio de esa sensación de impunidad, pueden salir de la boca de esos funcionarios las cosas más horribles y las cosas hasta más ridículas y más sorprendentes.

-¿Cómo ve la reapertura de la causa de Santiago Maldonado?

-Desde luego es un hecho auspicioso puesto que lo sorprendente en todo caso fue el cierre de esa causa a fines del año pasado cuando el juez llama a la madre de Santiago Maldonado y le dice “Mire, estoy siendo extorsionado y no me queda otra”. En ese sentido el gobierno tomó como un triunfo absoluto la hipótesis triunfante de que el tipo simplemente se había ahogado. Como si ahogarse en medio de una represión brutal y desaforada fuese la cosa más normal del mundo. En ese sentido la decisión de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia también estuvo influenciada por los signos de la época y los signos de los últimos acontecimientos. No sé si sin un 11 de agosto la cámara hubiera fallado de esa manera. Habida cuenta de que el presidente de la cámara, el Dr. Leal de Ibarra, un hombre que al parecer no le hace demasiado honor a su apellido, era uno de los principales alfiles del macrismo, incluso integraba con Irúrzun el organismo dependiente de la Corte Suprema que controla las escuchas telefónicas. Mirá si no sería un hombre de confianza del poder. Irúrzun, su compañero de organismo, que es el padre de la doctrina que dispone prisiones preventivas automáticas para funcionarios judiciales, además de ser una de las espadas más refulgentes del régimen macrista en el poder judicial, se había despachado hace pocos días con una resolución de la Cámara Federal porteña que instaba al juez federal Lijo a investigar la parte penal del tema de la deuda que la familia Macri tiene con el Correo Argentino, dejando así, a centímetros de su procesamiento al ministro Aguad. Volviendo al tema Maldonado, por un lado tiene que ver un poco con el reacomodamiento del poder judicial ante los nuevos vientos que están empezando a soplar. Desde el punto de vista jurídico, es curioso que hayan dejado al mismo juez que sabemos que su inacción paralizó prácticamente la causa; y que se descarte en la resolución de la Cámara, la figura de desaparición forzada cuando por otra parte ponen en tela de juicio el informe forense puesto que no especifica la data exacta del fallecimiento de Santiago, ni tampoco cuánto tiempo estuvo bajo el agua. Porque si llega a haber estado bajo el agua menos tiempo que los 77 días que estuvo ausente quiere decir que estuvo desaparecido.

-Es una contradicción.

-Sí, pero de todas maneras es un hecho absolutamente auspicioso que se haya abierto la causa y que esa investigación vuelva a poner en foco a la Gendarmería y se extienda sobre la complicidad y el encubrimiento tejido desde el ministerio de Seguridad a través de las figuras de Pablo Noceti, el jefe de Gabinete; Gonzalo Cané que era el secretario de Cooperación con los poderes judiciales, y Daniel Barberis, que es el titular de Violencia Institucional del ministerio. Para comenzar está bien. 

-¿Cree que Bullrich va a tener que responder penalmente por lo que hizo durante este gobierno?

-Todo indicaría que sí. Mi parecer al respecto se anticipa a los hechos y en ese sentido tiene el valor de un pálpito ante una carrera de caballos, pero merecería que sea revisada cada una de sus acciones y no solo el encubrimiento del caso Maldonado, el encubrimiento y el aliento ante casos de gatillo fácil estarían ante sus principales problemas sino también una cosa que por otra parte yo profundizo bastante en el libro, que es su vinculación con el espía polimorfo Marcelo D´Alessio. De algún modo, todas las grandes operaciones que efectuó Patricia Bullrich desde el ministerio de Seguridad, desde la captura de Pérez Corradi hasta el operativo “Bovinas Blancas” donde se secuestró una cifra récord de cocaína, en todas esas historias estaba atrás la sombra de Marcelo D´Alessio. Es curioso que aún hoy Patricia Bullrich diga que a D´Alessio se lo presentaron una vez y que le pareció un loquito y no le dio más bola, cuando hay pruebas fehacientes de que D´Alessio era un integrante muy importante de la estructura inorgánica del ministerio. En el caso Gómez Centurión, el secretario de Aduana que se ve obligado a renunciar por un presunto acto de corrupción y después fue restituido en su cargo, su caída en desgracia es atravesada por una denuncia penal que le hace la propia Patricia Bullrich y cuando años después le allanan la casa a Marcelo D´Alessio, encuentran todo el material de inteligencia que se había reunido sobre Gómez Centurión. O sea, si, seguramente va a tener que dar muchas explicaciones.

29/07/2016

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