Roberto Bacman, sociólogo y titular de la consultora CEOP analizó el escenario electoral de cara a las elecciones de octubre y sostuvo que se mantiene “la estructura de esa diferencia que fue de casi 16 puntos” en las PASO y argumentó que por lo abultado del resultado, para “que haya algún cambio debe haber algo nuevo, de contundencia, que todavía no lo estamos detectando”.

Para Bacman, la gente no cree en el discurso del presidente Macri que culpa a las PASO de “los problemas económicos que tiene la Argentina”; y por el contrario priorizó “sus necesidades económicas”.

“Hoy la mayor parte de los argentinos tomó una decisión que es cambiar, buscar nuevamente en la coalición peronista que le da más esperanza”, indicó el sociólogo y agregó que “la tendencia puede profundizarse”.

Sobre la elección en Capital, sostuvo que a Horacio Rodríguez Larreta “le falta un pasito” para ganar pero “habrá que ver cómo le funciona este problema que tiene Macri con la clase media, si lo empuja un poco para abajo y fuerza un balotaje”. 

-¿Cómo analiza el escenario de acá a las elecciones del 27 de octubre?

-Hasta el momento no estamos detectando grandes cambios estructurales en el escenario. El resultado de las PASO fue muy contundente, para que haya algún cambio debe haber algo nuevo, de contundencia, que todavía no lo estamos detectando. Por el contrario, lo que está ocurriendo es que la economía se ha complicado y la gente no entiende qué quiere decir Macri cuando plantea que los problemas económicos que tiene la Argentina fueron culpa de las PASO. La gente dice que no fueron culpa de las PASO, son problemas económicos que la Argentina viene arrastrando hace mucho tiempo. Por lo tanto se está manteniendo la estructura de esa diferencia que fue de casi 16 puntos y si se le saca el voto en blanco se va a 18 puntos, porque a partir de ahora tengamos en cuenta que para las nacionales el voto en blanco no se va a tener en cuenta; queda afuera y hay que ver hasta dónde pueden resistir los dos pequeños partidos que han quedado, más allá de la izquierda que tiene unos votantes más sólidos. Y habrá que ver cómo resiste Lavagna, porque aquel que vea que está casi definido a favor de Alberto, y que el único que le puede hacer fuerza es Macri; ahí va a haber mucha presión sobre el voto a Lavagna y por ahora está perdiendo un par de puntos. 

-Usted decía que Macri no logró captar a la gente con este discurso de que la economía se desbandó por las PASO ¿Cómo cree que va a encarar la campaña?

-Macri tiene un voto duro, solidificado, que nosotros lo estamos captando alrededor de un 32%, que es muy difícil que baje de ese valor. Es gente que no votó por la economía, que votó por el proyecto, que creyó que Macri representa un pensamiento diferente al peronista. Quizás lo que Juntos por el Cambio no pudo entender en esta campaña es que le corrieron el sparring en la pelea. Ellos se peleaban contra el kirchnerismo, contra el populismo, contra Cristina, y de pronto Cristina se corrió, se armó una coalición opositora peronista, y el enemigo pasó a ser otro. Y al pasar a ser otro el enemigo, también el votante pasó a ser otro. Y ese votante que en algún momento optó por Macri, estoy hablando en 2015 o en 2017, frente a la aparición de esta coalición opositora peronista priorizó la economía, lo mal que le está yendo a la gente, sus necesidades económicas, sus penurias. Algunos porque no les alcanza directamente, los sectores más desprotegidos de la sociedad. Y la clase media, que también esta golpeada por esta crisis, que para llegar a fin de mes tiene que hacer esfuerzos, tiene que achicar consumos. Ahí es donde se está jugando esta elección y habrá que ver hasta dónde resiste Lavagna. Hoy la mayor parte de los argentinos tomó una decisión que es cambiar, buscar nuevamente en la coalición peronista que le da más esperanza. Habrá que ver hasta donde esta diferencia se mantiene y se amplía. Hay que ver qué pasa con el millón doscientos de votantes que no participaron de las PASO; hasta ahora no hay nada extraño que pueda cambiar la tendencia, la muestra nos da que podría repartirse proporcionalmente, con lo cual la tendencia puede profundizarse.

-¿Cómo ve el debate presidencial, puede aprovecharlo Macri como en el 2015?

-Es difícil, el de 2015 fue un debate mano a mano; es distinto. Este va a ser un debate de 5 candidatos. Cada uno va a hablar de lo suyo, le va a pegar al otro. A Macri y Alberto le van a pegar los otros tres. Alberto le va a pegar a Macri, Macri a Alberto, Lavagna a los dos y la izquierda a todos. No le veo importancia a este debate, no mueve el amperímetro. Quizás un debate en el balotaje, como en el 2015, si pueda mover el amperímetro.

-¿Puede perder Rodríguez Larreta en la ciudad de Buenos Aires?

-Está muy cerca de ganar Larreta, tiene un porcentaje de votos muy alto. Habrá que ver cómo le funciona este problema que tiene Macri con la clase media, si lo empuja un poco para abajo y fuerza un balotaje. Larreta sin contar el voto en blanco, está en la puerta, le falta un pasito. Y van a hacer mucha fuerza porque es el último reducto que les queda. La coalición opositora tiene 3 peleas especiales, la ciudad de Buenos Aires, achicar la diferencia en Córdoba y ganar en Mendoza. Y habrá que ver en la provincia de Buenos Aires si llegaron al techo o todavía se profundiza más. Ahí está la clave del quantum.

-La profundización en la provincia empuja la diferencia nacional.

-La provincia de Buenos Aires fue la clave de los 16 puntos a nivel nacional. Hubo 20 puntos de diferencia, un poco menos, porque parecen más porque se sacó el voto en blanco. La distancia real fueron 18 puntos. Ahí estuvo la clave, la recuperación del voto peronista, tanto en la tercera como la primera sección electoral que las había perdido el peronismo en el 2015 y en el 2017.

-¿La gobernadora Vidal sigue debilitada?

-No veo la posibilidad de cambiar eso. Kicillof sigue de campaña. No paró.

-¿Cómo lo vio a Alberto Fernández en su viaje por España?

-Alberto Fernández está muy bien, está haciendo una gira como candidato prácticamente electo, hablando con todos los sectores, después va a seguir en México. Se está manejando políticamente como corresponde. Fue a hacer contactos con Europa, mostrando un tema que me parece que es parte de la campaña de Alberto que es buscar más alianzas con Europa que con Estados Unidos, y lo dijo. Me parece que eso es una cuestión estratégica muy importante.