Entrevistas
05/08/2019

Norberto Calducci

"Para que haya polarización debe haber dos polos, y no es así"

"Para que haya polarización debe haber dos polos, y no es así" | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El precandidato a senador del Frente de Izquierda neuquino afirmó que en temas como la deuda, Vaca Muerta y reformas previsional y laboral, “van en el mismo sentido” los planteos de “Fernández-Fernández-Massa”, según los mencionó, y por otro lado Macri-Pichetto. Aseguró que “el pueblo ya pagó con creces” la deuda externa.

Laura D' Amico

Para Norberto Calducci, el precandidato a senador por el Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad (FITU) de Neuquén, “para que haya una polarización” en la elección presidencial “tiene que haber dos polos, uno que diga A y otro que diga B”, pero sostuvo que “acá no hay eso” porque en temas como la deuda externa, Vaca Muerta, reforma previsional y laboral, aunque “con matices, el planteo que hacen por un lado (Alberto) Fernández-(Cristina) Fernández-(Sergio) Massa, y por el otro (Mauricio) Macri-(Miguel) Pichetto, van en el mismo sentido”.

El dirigente del Partido Obrero de Plottier explicó que una de las propuestas de la izquierda es el no pago de la deuda externa, porque "está sostenida por intereses a tasas usurarias" y además “el pueblo ya la ha pagado con creces”, y el otro eje de la campaña es la expropiación de las empresas que brindan servicios públicos "bajo control de los trabajadores" porque "son los únicos interesados en que el recurso y el esfuerzo que ellos hacen esté puesto al servicio del desarrollo del país".

En diálogo con Va Con Firma, apuntó contra el gobierno de la provincia al afirmar que "tiene una campaña demagógica" con la que llama a que "defendamos lo nuestro", en referencia a los recursos naturales, "pero es una gran mentira porque ni el petróleo ni el gas son nuestros" sino "son de las petroleras".

Calducci cuestionó además que la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito "está en camino a transformarse en un montón de hierro en el medio del desierto", mientras que "si los Estados nacional y provincial fueran los dueños del gas y de la electricidad que provee a esa planta, no la ahogarían".

-¿Cuáles son los principales proyectos que se pueden impulsar desde el Senado que beneficien a Neuquén?

-Hay dos cuestiones de fondo que afectan a todo lo demás, que son dos ejes centrales de nuestra campaña. Por un lado, el pacto que nos ata en forma colonial con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el consecuente tema de la deuda externa, que todo el mundo sabe que Argentina, declarado oficialmente o no, va a un defaultporque no tiene los recursos para afrontar los vencimientos de lo que queda de 2019 y 2020. Nosotros planteamos que la deuda ya ha sido pagada sobradamente a partir de que el gobierno pasado, la misma Cristina Fernández reconoció que en sus 10 años pagó 170.000 millones de dólares de la deuda externa, y sin embargo terminó su periodo debiendo más de lo que había de deuda cuando comenzó. Lo mismo este gobierno de Macri. Es decir que la deuda se paga a costa del hambre, del ajuste, y cada vez es más grande porque está sostenida por intereses a tasas usurarias. El pueblo argentino ya la ha pagado con creces. El planteo de esta deuda que no está destinada a desarrollar el país, industrializarlo, construir escuelas, hospitales, sino a la bicicleta financiera. Nosotros planteamos que hay que terminar con este drenaje de esta deuda fraudulenta y usuraria.

-¿Cuáles evalúan que serían las consecuencias del no pago de la deuda?

-La peor consecuencia es seguir pagando. Porque ahora están exigiendo que para garantizar el pago de la deuda, y en esto se disputan quién es la mejor garantía del pago, tanto Pichetto-Macri por un lado, como Fernández-Fernández-Massa por el otro, es aplicar una nueva reforma laboral, una nueva reforma jubilatoria y una nueva reforma impositiva de eximición de impuestos al gran capital. Entonces, el peor camino es ese. El otro es un camino que pone al pueblo de pie, que se apropia de los recursos que genera su trabajo, y eso lo ponemos en función de que por ejemplo los trabajadores tengan trabajo, los vecinos tengan servicios y no tengamos que vivir esta situación que estamos viviendo.

-¿Cuál sería la otra cuestión de fondo a la que hizo alusión al principio?

-El tema energético y, en el caso particular nuestro, el de Vaca Muerta. Sucede que el gobierno de la provincia fundamentalmente, pero también el nacional, dicen que el petróleo y el gas son nuestros. El gobierno de la provincia tiene una campaña demagógica con la que le ha ido bien -porque la explotó para el 10 de marzo (N. de la R.: día de la elección de gobernador) y le fue bien, y la está explotando ahora para estas elecciones- en el sentido de decir ‘defendamos lo nuestro’, es decir, ‘defendamos el petróleo, defendamos el gas, defendamos Vaca Muerta’. Pero es una gran mentira porque ni el petróleo ni el gas son nuestros. El petróleo y el gas, cuando están en la superficie y se pueden transar como un bien negociable, son de las petroleras, no nuestros.

-Y ustedes proponen expropiar las empresas petroleras.

-Por supuesto. Expropiar las empresas bajo control de los trabajadores, porque los trabajadores son los únicos interesados en que el recurso y el esfuerzo que ellos hacen esté puesto al servicio de una orientación diferente a la que está ahora, que es engordar los bolsillos de media docena de grandes pulpos petroleros, y que esté al servicio del desarrollo industrial del país. Tan es así que la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) está en este momento camino a transformarse en un montón de hierro en el medio del desierto, siendo que el Estado nacional y provincial son los dueños de la ENSI (Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería), que es la que administra (la fábrica de) Agua Pesada. Si los Estados fueran los dueños del gas y de la electricidad que provee a esa planta, no la ahogarían.

-¿Lo mismo sucedería con las ceramistas, que están siendo acorraladas por las deudas con Camuzzi?

-Por supuesto, pero en las ceramistas son cooperativas obreras. En cambio, en el caso de la PIAP, el Estado nacional y provincial son los dueños, y si ellos fueran los dueños del gas y del petróleo, ¿cuál sería el problema para mantener la planta funcionando? Esto muestra que ni el gas, ni el petróleo ni la electricidad son de los Estados nacionales ni provinciales, son de las empresas privatizadas y de las petroleras. Entonces, hay que meterles las manos en los bolsillos. Porque además necesitamos generar condiciones de trabajo seguras en los yacimientos. Eliminar esta adenda que ha firmado (Guillermo) Pereyra, el secretario general del sindicato petrolero, que ha rebajado las condiciones de seguridad en los yacimientos y tiene directa relación con los ocho asesinatos laborales que hubo en este último tiempo. Y también un diagrama de 1 por 1. Nosotros vamos a hacer campañas a las localidades petroleras y los trabajadores nos piden un diagrama con el que puedan disfrutar de sus familias y no un diagrama como el actual, con días y días extensos en el campo, con jornadas de 12 y 14 horas, y a la familia les dejan una foto para que no se olviden de cómo es la cara.

-Lo llevo al plano de las elecciones nacionales. ¿Qué opina de la polarización que se plantea entre la fórmula que encabeza Mauricio Macri y la que lidera Alberto Fernández?

-No hay una polarización. Hay un gran interés de los grandes medios nacionales en presentar esto como una polarización porque es una manera de enfrentar a la gente, que el que no quiere que gane uno vote al otro, y caen en la trampa. Para que haya polarización tiene que haber dos polos, uno que diga A y otro que diga B. Pero acá no hay eso porque respecto a temas que acabo de mencionar como FMI, deuda externa, Vaca Muerta, reforma previsional y laboral, con matices, un poquito más acá o un poquito más allá, el planteo que están haciendo Fernández-Fernández-Massa, y el planteo que están haciendo Macri-Pichetto es el mismo, están en el mismo sentido.

-¿No encuentra grandes diferencias entre esos dos grupos políticos?

-No. Lo acaba de decir Fernández, que ‘tenemos que ir a una gran devaluación’. Dijo que el dólar está barato. Lo dice con todas las letras y está proponiendo una reforma laboral bajo la forma de lo que él llama ‘contrato social’. Bueno, es otra forma de llamarlo, pero es reforma laboral. El dirigente máximo de la UIA (Unión Industrial Argentina) ha planteado que acá tenemos que ir a un régimen de despidos gratuitos, es decir, que el despido no le cueste un mango a la patronal. ¿Te imaginás la masacre social que puede significar eso? Las dos fórmulas presidenciales en este sentido apuntan al mismo lado.

29/07/2016

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