Fernanda Vallejos, diputada nacional por el Frente para la Victoria, sostuvo que el “el número del 2,6% de crecimiento” durante mayo que mostró el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), “se explica por el sector agropecuario” que venía de una sequía en 2018, pero el mismo informe “muestra que el resto de los sectores siguen en caída libre o están estancados porque el deterioro de la economía continúa y se profundiza”.

La legisladora, especialista en temas económicos, indicó en este diálogo con que es tan “generalizado el deterioro” de la actividad resulta “inocultable”, y en consecuencia “no hay blindaje mediático, ni estrangulamiento estadístico, ni estrategia de marketing que pueda tapar la realidad, que tiene un nivel de profundidad y de extensión que no permite que pueda ser maquillada”. 

Vallejos también resaltó lo que dijo la semana pasada el economista Guillermo Calvo, quien sostuvo “que un gobierno con Cristina resulta más confiable que uno con Macri” porque el presidente “nos ha llevado a esta situación de quebranto, y lejos de corregirla, aún disponiendo de las enormes facilidades que el fondo le ha otorgado con este préstamo histórico, no ha corregido nada”.

-¿Cómo analiza el escenario económico externo que determina lo que ocurre con el dólar y lo que puede pasar de acá a las elecciones?

-El escenario externo de la Argentina es de enorme fragilidad y vulnerabilidad y esto no es nuevo. Es la consecuencia del mismísimo modelo económico que Mauricio Macri ha implementado a lo largo de todo su gobierno, y lo que estamos viendo son las esquirlas de una crisis que se desató a comienzos del año pasado que no tiene solución porque no se ha removido una sola de sus causas. La Argentina desde que Macri asumió viene sufriendo un gravísimo déficit externo donde salen de la economía muchísimos más dólares de los que la economía genera. Las exportaciones están estancadas, a lo largo del gobierno no hubo mejoras en las exportaciones comparadas con los niveles que teníamos en 2015, por el contrario, en materia de liquidación de los dólares que efectivamente ingresan a la economía por las disposiciones liberalizadoras del gobierno estamos viendo mermas, es decir, niveles de ingreso de dólares aún por debajo de los que teníamos antes de que Macri asumiese. Y con un nivel de salidas más abultado, en primer término por la escandalosa fuga de divisas que ha promovido el gobierno. Estamos orillando en términos netos desde que Macri asumió los 73.000 millones de dólares fugados. A lo que hay que sumarle otras fuentes de salida, las remesas de las multinacionales al exterior, los propios intereses por la deuda que se pagan, la reversión de los flujos especulativos que habían ingresado a la Argentina también alentados por el gobierno y que han emprendido el camino de retorno y están saliendo de la economía. En el último mes, los datos del balance cambiario del Banco Central, se fugaron en términos netos 1.500 millones de dólares y por reversión de carteras especulativas fue el mismo monto. Además con un escenario de persistente déficit comercial durante mucho tiempo hasta fines del año pasado, pero por impacto de la recesión profunda que indujo el gobierno con la política de ajuste fiscal y de fuerte ajuste monetario en el marco de la política que se impulsó junto con el fondo monetario, empezó a haber un leve superávit comercial.

-¿A qué obedece el superávit comercial que muestran los números?

-No tiene que ver en absoluto con ningún repunte de las exportaciones, que es el superávit comercial sano y deseable que por supuesto debemos esperar y buscar para nuestra economía. Sino que es un superávit ficticio promovido por el desplome de las importaciones como consecuencia de la profunda caída de la actividad económica, donde se deja de consumir lo que se produce internamente y los bienes importados que forman parte de la producción doméstica; al no haber producción no hay demanda de insumos importados en la Argentina y eso explica este leve superávit comercial que venimos viendo en los últimos meses, pero la crisis externa está presente. Hace pocos días se conoció un informe muy alarmante de la agencia Bloomberg donde dan cuenta de que Argentina está en el primer lugar entre las economías más vulnerables del mundo. Y esto es algo que vienen detectando los especialistas en finanzas a nivel internacional desde hace mucho tiempo, los acreedores externos y es lo que se viene cristalizando en los índices altísimos de riesgo país que ostenta la Argentina. Porque la Argentina desde comienzos del año pasado está virtualmente en default, ningún país acude al fondo monetario como buscó marketineramente alivianar Macri cuando presento la situación como si fuera de manera preventiva; los países acuden al FMI cuando tienen la soga al cuello. Esta era la situación de la Argentina que estaba atravesada por un esquema de profundo déficit externo sin ningún tipo de vocación ni de pericia para corregirla, este escenario profundamente deficitario en dólares, y la única salida que encontró el gobierno para hacer frente a los compromisos externos que no hubiera podido cumplir fue ir a pedirle la escupidera al FMI. Eso terminó de confirmar las especulaciones que ya existían en los mercados internacionales y entre los acreedores de Argentina respecto de la situación de fragilidad que nuestra economía estaba atravesando.  Y eso es lo que estamos viendo, todo lo que siguió después, la devaluación brusca primero y por goteo después del peso argentino que venimos sufriendo con su impacto sobre los precios, la erosión de los salarios, desplome de consumo y de la actividad, es consecuencia de la profunda crisis externa sometido a la economía y eso no se modificó.

-¿Cómo definiría el escenario con respecto al dólar?

-Lo que vemos es un escenario de enorme volatilidad, de inestabilidad del tipo de cambio apenas contenido con un enorme esfuerzo de todos los argentinos, porque el gobierno ha conseguido un acuerdo político con la administración del gobierno de los Estados Unidos que interviene en el directorio del Fondo Monetario para flexibilizar condiciones que hubiesen sido impensables y que realmente es una situación bochornosa que roza la ilegalidad. Porque el FMI ha violentado su propio convenio constitutivo perjudicando seriamente a un país como Argentina, que es miembro del organismo, a favor de una administración política que es la de Mauricio Macri y a la cual le han adelantado el 90% de los desembolsos que estaban originalmente previstos para que se distribuyan hasta el año 2021. Le han adelantado los fondos a Macri y le dejan la deuda al gobierno que los va a suceder a partir del 10 de diciembre, y además toda esta serie de flexibilidades como el mayor margen para intervenir en el mercado de futuro del dólar, mayor margen para vender cantidades ilimitadas y no informadas de reservas en el mercado de cambios doméstico; todos instrumentos que el fondo le habilitó al gobierno para contener de manera ficticia el valor del dólar en un contexto donde esa situación no se sostiene, ni se condice con la realidad del esquema económico que el propio gobierno ha planteado y que no ha corregido en absoluto. Es como una olla a presión lo que ocurre con el tipo de cambio donde el gobierno con el fondo monetario a fuerza de rifar reservas y de abultar la deuda que los argentinos tenemos que pagar, recortando las reservas disponibles y los márgenes de maniobra para el gobierno que lo suceda, y en definitiva cargando una mochila pesadísima en las espaldas de los argentinos; contienen el tipo de cambio por lo menos hasta las PASO o las elecciones de octubre pero el costo es enorme y tampoco es seguro que esto se pueda sostener porque hay actores que ingresaron seducidos por la política de carry trade y de valorizarse, por las tasas monstruosas que ofrece el gobierno de Macri y el Central, pero que estarían desarmando posiciones a medida que se acerca el escenario electoral, dolarizándose y yéndose, y eso suma un elemento más de volatilidad a la situación financiera. La cuestión de fondo es que la vulnerabilidad externa de Argentina está allí y el gobierno no ha tomado ninguna medida para alguna de las causas de fondo siquiera, que han llevado a la Argentina a esta situación grave.

-El gobierno plantea que si la fórmula Fernández-Fernández tiene una buena elección en las PASO los mercados van a dar una mala señal, ¿Qué opina sobre esto?

-Es parte del marketing político, nosotros en las redes decimos con un hashtag que sintetiza la estrategia electoral, que es la campaña del verso; y es un poco la táctica permanente del gobierno desde antes de asumir en el 2015. La mentira y el engaño permanente como herramienta de comunicación y de hacer política de cara a la sociedad, mintiendo, engañando, estafando con unas herramientas de marketing muy sofisticadas y en algunos casos efectivas, pero ya agotadas a esta altura. Porque han mentido tanto que muchos de esos argentinos que en su momento habían confiado y creído, hoy a la luz de los hechos y de que es un gobierno que hizo todo lo contrario a lo que había prometido y que no hizo nada de lo que prometió, ya no le creen nada. Y en este sentido sucede algo parecido, lo decía Guillermo Calvo el otro día, que no es un colega con el que comparta paradigmas, pero lo decía desde un lugar objetivo porque reside en los Estados Unidos y tiene un permanente diálogo con inversores y es una palabra calificada; que un gobierno con Cristina resulta más confiable que uno con Macri. Esto efectivamente es así porque Macri nos ha llevado a esta situación de quebranto, y lejos de corregirla, aún disponiendo de las enormes facilidades que el fondo le ha otorgado con este préstamo histórico, no ha corregido nada; ni siquiera a atinado a recortar un poco la deuda para que la carga no sea tan pesada y se ha dedicado a rifar los dólares para seguir alimentando la fuga. Es un esquema desquiciante, piscotizante para cualquiera que lo mire afuera. La situación se viene agravando y el gobierno ni siquiera amaga a buscarle no digo una solución, un paliativo, a no seguir agravándola. Y esto enciende señales de alarma. Por supuesto que algunos capitales golondrina han aprovechado los últimos meses para hacer ganancias a cortísimo plazo en el marco del carry trade pero se están retirando de la economía argentina. El dato del balance cambiario del último mes mostró que la salida de capitales especulativos externos fue record de la serie, eso habla de que es un gobierno que no inspira ningún tipo de confianza.

-¿Que lectura hace de los datos del Indec sobre la mejora de la actividad económica de mayo? ¿Cree que lo va a usar el gobierno para la campaña ?

-Seguramente lo van a intentar usar, de hecho el ministro Dujovne viene mintiendo mes a mes, estrangulando escandalosamente las estadísticas para ver si puede mostrar un dato aunque sea no tan negativo, pero no se sostiene. El número del 2,6% de crecimiento, primero que es un rebote contra un 2018 realmente catastrófico donde además el sector agropecuario que explica casi en su totalidad este pequeño crecimiento que se dió, estaba atravesado por la sequía, y eso explica la diferencia en relación con el desempeño que había tenido la economía en el mismo mes de 2018. Pero el informe muestra que el resto de los sectores siguen en caída libre o están estancados porque el deterioro de la economía continúa y se profundiza. Todos los días cierran empresas, fábricas y comercios en la Argentina, en algunos casos empresas con décadas de historia que atravesaron las recurrentes  crisis que nuestro país ha sufrido y no están pudiendo sobrevivir a esta crisis que ha inducido el gobierno de Macri. La gobernadora Vidal en la provincia también, una provincia uqe tiene los porcentajes de desocupación más altos de la Argentina. Es muy difícil hoy para el gobierno hacer marketing electoral con la economía porque, más allá de un numerito de manera aislada, lo que no los acompaña es la realidad. Es tan generalizado el deterioro que es inocultable, no han dejado nada sin destruir, han roto todo en la economía argentina y está a la vista de la sociedad, y realmente no hay blindaje mediático, ni estrangulamiento estadístico, ni estrategia de marketing que pueda tapar una realidad que lamentablemente para todos nosotros es inocultable, porque tiene un nivel de profundidad y de extensión que no permite que pueda ser maquillada.