El delegado de los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), Pablo Sosa, aseguró que “sabemos de la decisión del gobierno nacional de no volver a producir agua pesada”, y al revelar la gravedad de la situación que atraviesa el personal de la planta, dijo que en la última reunión con el ministro de Energía de la provincia les garantizaron los sueldos de abril y mayo “pero nada más”.

El representante laboral se mostró esperanzado en un proyecto de Resolución presentado a la Legislatura con apoyo de la oposición, para que la provincia les garantice los salarios hasta que se reactive la planta. Contó que de los 450 trabajadores que tenía la planta, hoy quedan 350 por jubilaciones o por conseguir otros empleos, y expresó su “total desacuerdo” con el plan de retiros voluntarios que lanzó la empresa.

Durante esta entrevista, Sosa aseguró que el personal está “convencido de que hay que producir 450 toneladas de stock” para las centrales nucleares del país, y que “es una locura no hacerlo en esta etapa”. También dijo que “si la provincia quiere reconvertir” la planta situada en Arroyito en productora de fertilizantes, “bienvenido sea”.

-¿Cuál es la situación de los trabajadores de la PIAP?

-En la última reunión que tuvimos con el ministro de Energía (de Neuquén) Alejandro Monteiro, lo que nos aseguraron y nos garantizaron son los sueldos de abril y de mayo. La idea es seguir trabajando para ver cómo vamos a seguir durante el año. Lo que sí sabemos es que está la decisión del gobierno nacional de no volver a producir agua pesada. Tenemos que ver si provincia, por lo menos nos garantiza los sueldos hasta tanto se reactive la planta. Esto lo estamos haciendo a través de una presentación en la Legislatura, con apoyo de todos diputados y diputadas de la oposición. Estamos trabajando en eso.

-¿Están yendo a la planta?

-Sí, hay compañeros que están con licencia, que están en la casa, esto es por la falta de transporte. En un momento había ocho colectivos que trasladaba personal, hoy solamente quedaron dos. Así que hay gente que está licenciada y que son convocados algunas semanas del mes.

-¿Algunos trabajadores tuvieron que buscar otro empleo?

-El pasado en abril éramos 450, hoy quedamos 300. Muchos compañeros se han jubilados, otros han renunciado porque se han ido a trabajar a otras empresas, y otros han pasado a prestar servicios en compañías petroleras. Ahora la empresa ha lanzado un plan de retiros voluntarios. Nosotros estamos totalmente en desacuerdo porque es una forma de achicar el personal, y dicen de seguir pasando compañeros al sector servicios de las petroleras.

-¿La planta es viable?

-Nosotros lo que pedimos es la reactivación. Estamos convencidos de que hay que producir 450 toneladas de stock para las centrales que tenemos en el país, y realmente es una locura no hacerlo en esta etapa. Porque haciendo números en frío, si nosotros hubiésemos seguido produciendo 2017 y 2018, lo hubiésemos hecho un dólar a 20 pesos, lo que hoy significaría una ganancia para empresa. Después, está todo lo que es seguridad. Garantizar la producción de las centrales por los 30 años de vida útil que tienen. Eso es lo que pedimos.

-¿Y la planta de fertilizantes?

-Si la provincia está dispuesta reconvertirla, a darle valor agregado al gas, y reconvertirla en una planta de fertilizante, bienvenido sea.

-¿Ustedes creen que desde la provincia cada tanto los atienden pero no les resuelven el problema de fondo?

-Ese es el problema. Ahora el ministro Monteiro nos aseguró dos meses de sueldo pero nada más. Va a haber que seguir haciendo gestiones. Son decisiones políticas, creo que por ahí viene lo difícil de este momento.

- ¿Cómo siguen ustedes, cuáles son los próximos pasos?

-Vamos a seguir de cerca el proyecto de resolución que se presentó en Legislatura, se tiene que tratar en la comisión de Asuntos Laborales. Estamos en estado de asamblea permanente para ver cómo continuamos, cómo definimos entre todos los pasos a seguir.