Entrevistas
15/04/2019

Andrés Asiain

“Hay que pasar de la crítica a discutir cómo salimos del pozo”

“Hay que pasar de la crítica a discutir cómo salimos del pozo” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El economista, presidente del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, indicó que “estamos en la peor combinación macroeconómica posible” y destacó la necesidad de “discutir en concreto cómo salir de este pozo en el que estamos metidos”. Explicó los principales lineamientos del Plan Hornero.

Diego Colao

[email protected]

Andrés Asiain, economista y presidente del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, indicó que no ven “que haya un cambio en las condiciones económicas y no lo va a haber porque” el gobierno está aplicando “las mismas políticas e incluso más graves”.

El economista señaló a Va Con Firma que estamos “en la peor combinación macroeconómica posible”, y remarcó la necesidad de “pasar de la crítica a la proposición, y a la proposición con políticas concretas” para poder discutir “en concreto cómo salir de este pozo en el que estamos metidos”.

Entre los lineamientos del Plan Hornero que presentó el CESO incluyeron un período de 6 meses de emergencia social que tendrían “un costo estimado entre 6 puntos y 7 del gasto público”, que comparado con “el 20% que se llevan las Leliq es poco” y luego plantearon “un programa” de reactivación “que tiene eje en usar parte de los encajes bancarios que hoy están volcados a la especulación vía Leliq”.

Para frenar la inflación proponen “una política de ataque a los elementos inerciales de la inflación, que no se ataca matando al consumo, subiendo la tasa de interés con cero emisión sino que se ataca generando una desinflación de lo que es la nominalidad en los contratos de alquileres, los contratos de crédito y en la pauta salarial”.

-¿Cómo ve la situación económica actual? ¿Cree que lo peor de la recesión y la crisis ya pasó, como dicen desde el gobierno?

-La veo muy complicada la situación económica, no vemos para nada que haya un camino que vaya a revertir la crisis ni el salto inflacionario que estamos viviendo, al menos por las medidas que se están tomando y el impulso que se le está dando a la economía. Estamos en la peor combinación macroeconómica posible; una inflación en disparada arriba del 50%, la primer semana de abril a nosotros nos dio una mensual del 3% o sea que se está manteniendo en estos niveles e incluso acelerando con la suba del dólar, y en paralelo caídas brutales en materia de actividad económica, de ventas comerciales, del poder de consumo de la población, de inversión. Entonces no vemos que haya un cambio en las condiciones económicas y no lo va a haber porque están aplicando las mismas políticas e incluso más graves. El dólar sigue subiendo, las tasas siguen altísimas, el ingreso de la población sigue atrasado con respecto a la inflación. Lo único que el gobierno espera es que por el hecho de que en el segundo trimestre algunos gremios empiecen a cobrar los aumentos en paritarias y por esa época el consumo del año aumente; porque hay una cuestión estacional que por la dinámica de las paritarias siempre el segundo y tercer trimestre son mejores que el cuarto y el primero. Pero más allá de esa cuestión estacional no vemos que haya una posibilidad de salir de la crisis productiva y de la alta inflación porque si siguen aumentando las tarifas, el dólar, las tasas siguen por las nubes y encima el FMI dice que hay que profundizar el ajuste del gasto público; de dónde va a salir la recuperación de la economía.

-¿Cómo analiza las últimas recomendaciones del FMI?

-Es una cosa descabellada, provocan una crisis en forma deliberada, porque fue un acuerdo de dejar subir el dólar, las altas tasas y el ajuste del gasto público; y si le pegás tres tiros a alguien probablemente lo tumbes, no es que fue casualidad. Buscaron una crisis como forma de ajustar la economía argentina y esa crisis genera siempre caída en la recaudación. Porque al caer las ventas, al cerrar empresas, pagás menos impuestos, el que está muerto no puede pagar impuestos. Y los altos costos financieros en un contexto de bajas ventas hace que muchas empresas suspendan el pago de impuestos antes de fundirse o dejar de pagar salarios, entonces obviamente cae la recaudación que es lo que les pasa a ellos. Ni que hablar en importaciones, porque se está importando muchísimo menos por la crisis productiva, entonces se recauda menos por los derechos de importación. Los salarios aumentan menos, entonces el aporte de lo que va de contribución a la seguridad social queda desvalorizado; son consecuencias del programa económico. Ahora cuando se dan cuenta de que está cayendo mucho la recaudación dicen que hay que ajustar más todavía. Y la recaudación va a caer todavía más. Los muertos no pagan impuestos. Se tendrían que dar cuenta de eso, y tienen que hacer un programa que revitalice la economía y ahí va a aumentar la recaudación, porque va a haber más ventas, va a haber más inversión, va a crecer la actividad económica y va a crecer la recaudación. Pero si vos matás la actividad económica, cómo querés que después pueda pagar un impuesto un tipo que lo estás matando con el costo financiero, que la gente no le compra porque la plata se desvaloriza porque impulsaste una devaluación con subas de tarifa brutales y a los proveedores de obra pública los matás porque le estás suspendiendo las obras, le estas parando los pagos.

-¿Desde el CESO plantearon un plan para salir de la crisis?

-Nosotros planteamos que hay que pasar de la crítica a la proposición, y a la proposición con políticas concretas, no con “hay que” sino mostrar de dónde sale la plata, cómo sería un programa, cómo sería una alternativa para abrir el debate, incluso entre los que son críticos de este gobierno, pasar del humo a discutir en concreto cómo salir de este pozo en el que estamos metidos.

-¿Cuáles son los principales lineamientos del llamado Plan Hornero que ustedes propusieron?

-Nosotros planteamos un plan de 6 meses para la administración de la actual crisis con tres ejes, parar el dólar, atender la situación social de emergencia a través de la ayuda económica alimentaria y tarifaria y también ciertas medidas de regulación que tenía el Banco Central que permitan a las pymes financiarse a través de tasas razonables. Ahí hay una batería de políticas, y vamos desplegando una serie de medidas que va desde lo más elemental, como cerrar el amplio ancho de banda de la política de intervención cambiaria actual, sostener el desdoblamiento de tasas vía Leliq e imponerle una intervención más clara en términos de oferta en el mercado mayorista por el Banco Central para alinear expectativas; hasta una serie de medidas de acuerdo a la gravedad de la situación. Todas las medidas de emergencia social y tarifaria que proponemos tienen un costo estimado entre 6 puntos y 7 del gasto público, si lo comparamos con el 20% que se llevan las Leliq el déficit cuasifiscal es poco para la urgencia que tiene esa emergencia social frente a lo que es la alta rentabilidad de los bancos, en términos de prioridades sociales. Y por otro lado parte de ese costo se puede redistribuir también a las empresas energéticas, rediscutiendo el precio que se les está pagando por la energía, que nos parece bestial más cuando es a cambio de ninguna inversión.  Después en materia ya de un programa de reactivación macroeconómica superada la crisis o estabilizadas las  variables económicas y sociales, planteamos un programa que tiene eje en usar parte de los encajes bancarios que hoy están volcados a la especulación vía Leliq. Proponemos fondear menos de un 20% de esa plata que tienen los bancos encajados y sin remuneración, y hacer dos fideicomisos para crear 500 mil puestos de trabajo a través del impulso a sectores económicos que tiene estas características: resuelven problemas sociales urgentes, generan una alta multiplicación del empleo y los ingresos, y casi no tienen derrame al dólar porque el gobierno que asuma va a tener una economía muy tensionada en materia cambiaria con un mercado de crédito cerrado. Entonces hay que pensar dónde y cómo reactivar la economía, no es cuestión de generar un boom de consumo, donde batimos récords de venta de automóviles, celulares y aire acondicionados y a los 6 meses nos quedamos sin dólares, tenemos que devaluar y vuelve toda la problemática que ya conocemos de vivir al borde de una corrida cambiaria. Nosotros planteamos fomentar la vivienda popular, el tema de lo que es prevención de adicciones, centros culturales, deportivos, políticas de seguridad, educativas, de salud, una agenda urgente a nivel sobre todo de sectores sociales mayoritarios, que tienen mayores problemáticas y les podés cambiar la vida, dándoles otra oportunidad. Esos sectores que generan mucho empleo, mucho derrame y mucha multiplicación del ingreso y que por otro lado tiene la característica de que no gastan en dólares, son materiales de Argentina y se hace todo en la Argentina.

-¿Cómo se avanzaría sobre la inflación?

-Con una política de ataque a los elementos inerciales de la inflación, que no se ataca matando al consumo, subiendo la tasa de interés con cero emisión sino que se ataca generando una desinflación de lo que es la nominalidad en los contratos de alquileres, los contratos de crédito, en la pauta salarial. La dinámica sería que en los primeros 6 meses atendés la emergencia social y económica, los otros seis meses, mientras vas empezando a desplegar las bases del programa de reactivación, negocias con las cámaras empresarias y sindicales un acuerdo de precios por tres meses a hacerse en el verano, diciembre, enero y febrero. Y en ese marco de congelamiento de precios, tarifas y tipo de cambio, para crear una estabilidad en los precios negociás una paritaria de salarios reales indexada a ese período de congelamiento para los 9 meses siguientes. Cuando vos indexás el salario trasladás el impulso inicial. Si vos indexás en un contexto de alta inflación como está haciendo hoy el gobierno que está poniendo cláusulas gatillo y sube el dólar y las tarifas, generás una espiralización de la inflación, cada vez va más alta. Por eso se les fue a 50 y se les puede ir a más. En cambio si vos generás un período de congelamiento e indexás, la cláusula gatillo la ponés con base en un período de congelamiento de precios, hacés al revés, tirás para abajo la inflación, la vas reduciendo porque atacás los elementos inerciales. Nosotros planteamos eso y después hay que romper la indexación, es solo por una vez y en paralelo, si el plan tiene éxito va a haber que hacer una tabla de desagio para los alquileres y los créditos porque si bajas la inflación un 5% o un 8%, el trabajador que el alquiler le aumenta un 30% no sabe qué hacer porque no puede pagar el alquiler o el empresario que tiene un crédito al 80%, quiebra. Entonces tenés que trabajar una tabla para hacer una equivalencia del costo financiero y del alquiler a la nueva tasa de inflación. Después planteamos una desdolarización del mercado inmobiliario y la economía informal lanzando una especie de cuasimoneda fuerte indexada, como un Uva pero no para salvar a los bancos acreedores a costa del deudor hipotecario sino un Uva de circulación. Una especie de moneda indexada que sea obligatorio utilizar en las operaciones de compra venta inmobiliaria, y por el otro lado para incentivar su uso en la economía informal. Esta política es de mediano plazo para desincentivar el uso del dólar. Otro punto es cobrarle un spread a la compra venta de dólares, cuando comprás, vendés, comprás, vendés; vas perdiendo plata porque le ampliamos el spread a través de un impuesto. Y en paralelo existe una moneda indexada que cumple las mismas funciones que el dólar, donde no perdés nada. Planteamos que los precios los mida un ente autónomo con participación de los sindicatos, la oposición para que no haya dudas de los datos de precios. Entonces comprás y vendés esa moneda dura, la cambiás a pesos, te sirve para operar como el dólar y perdés menos. El objetivo es ir desincentivando el uso del dólar para operaciones inmobiliarias y de la economía informal, que no tiene sentido que se realicen en moneda extranjera e implica un gran costo para la economía argentina.

-¿En qué ámbitos están discutiendo este programa?

-Nosotros estamos en tres niveles, uno es a nivel de la opinión pública, difundiéndolo en redes sociales, en los principales medios económicos, televisivos, radiales, entrevistas. En otro plano, trabajamos en todo lo que es equipos técnicos, porque en este debate lo que estamos trayendo es una nueva estrategia de desarrollo dentro de lo que podemos decir los sectores que están más alineados con lo nacional y popular. Es una estrategia alternativa a la industrialización sustitutiva tradicional del peronismo, incluso a la del desarrollismo, estamos planteando una nueva estrategia de desarrollo, y esto lo estamos discutiendo a nivel equipos técnicos. Grupos donde nos nucleamos economistas con una mirada similar, nos estamos juntando, con equipos que trabajan con candidatos. Y después en el plano más político, ya lo discutimos con Agustín Rossi, lo estamos planteando para discutir con otros candidatos a presidente, otros sectores de la política, de organizaciones sociales, sindicales, a nivel provincias. La idea es abrir, fomentar el debate porque gane quien gane la próxima elección hay un programa que está claro, el FMI va a decir ustedes están endeudados hasta el cogote si no renegocian con nosotros entran en default, y les van a caer las mil plagas; nos van a amenazar. Y a cambio de eso van a querer imponer la continuidad de este programa con ajustes más brutos donde incluso si es un gobierno alternativo van a pedir más, para mostrar disciplinamiento y orden como hicieron con Grecia. Porque necesitan disciplinar a la oposición, mostrar que no hay alternativa política posible, porque eso desmoraliza a los pueblos. Vos votás un programa alternativo, generás cierto entusiasmo con la posibilidad de reconstruir la economía del país y gana ese gobierno y termina sometiéndose al mismo programa, termina generando una frustración nacional. La idea de que no hay alternativas. Nosotros creemos que esa es la estrategia de los sectores que hoy llevan a cabo la política económica. Pero para combatir esa estrategia tenemos que tener un programa alternativo, viable, que muestren que se puede sostener a pesar de la imposición y la oposición del FMI, y esa agenda hay que construirla y debatirla. 

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]