Entrevistas
27/03/2019

Daniel Aroca

"La crisis del sistema de salud en Latinoamérica es por el recurso humano"

"La crisis del sistema de salud en Latinoamérica es por el recurso humano" | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El secretario de Gestión Hospitalaria de Río Negro explicó la falta de médicos en especialidades críticas como pediatría, neonatología o terapia intensiva. Aseguró que en la provincia “se aplica” la Interrupción Legal de Embarazos según las normas vigentes. “Somos pioneros, como antes lo fuimos en salud mental”, apuntó.

Laura D' Amico

Daniel Aroca, médico especializado en emergentología que desde hace años se desempeña como secretario de Gestión Hospitalaria del ministerio de Salud de Río Negro, dijo que “la crisis del sistema de salud público y privado en Latinoamérica tiene que ver con el recurso humano”. Explicó que los nuevos profesionales suelen buscar especialidades donde no se exija algo que muchas áreas de la medicina requieren, que es “abocar tiempo a horas de guardia” y “permanencia fuera del domicilio y la familia”.

Precisó que el principal problema del sistema de salud en la actualidad es la falta de médicos formados en especialidades críticas como pediatría, neonatología, terapia intensiva pediátrica, terapia intensiva de adultos o medicina general.

Aroca calificó como de una decisión "poco feliz" a la disolución del ministerio de Saud de la Nación y su rebaja al rango de secretaría. Por otra parte, indicó que en Río Negro no hubo faltante de vacunas del calendario, pero aseguró no obstante que la provincia tiene stock para suplantar la falta de insumos que envía Nación.

En diálogo con Va Con Firma, respecto del aborto, dijo que el sistema provincial adhiere a las leyes vigentes, y prefirió no posicionarse sobre el proyecto de legalización. Aclaró que en la provincia “se aplica” la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en los casos autorizados, y aclaró que puede haber médicos objetores de conciencia en cuanto a “la práctica”, pero no para asesorar e informar a una mujer acerca de dónde puede encontrar lo que necesita.

 -¿Cómo funciona el sistema de salud integrado en Río Negro?

-La lógica de funcionamiento del sistema de salud en la provincia, como en casi todo el país, es regionalizada en muchos ámbitos. En esa lógica se encara tanto la cuestión perinatal, lo que hace a la maternidad segura, y los otros servicios de adultos, como la terapia intensiva de adultos y la pediátrica. Uno no podría pensar un sistema de salud pensando en que cada uno de los pueblos y ciudades tenga una terapia intensiva funcionando porque no se darían algunas condiciones: ni la cantidad de recurso humano formado, que es cada vez más escasa en áreas críticas, ni el volumen de pacientes para tener la expertis suficiente. Y esto lo podemos pensar en lo que ocurre a nivel nacional. Si uno piensa que en cada capital de cada provincia puede abrir un corazón de un niño y operar a cielo abierto o una cuestión compleja, los resultados son malos. Por eso, lo ultra complejo se concentra en lugares donde tienen volumen de pacientes y la mano experta que lo resuelva. Lo mismo pasa con los trasplantes. Por eso se van generando centros que trascienden muchas veces a los distritos. Quemados pediátricos no se puede hacer en todos lados, se hace puntualmente en 3 o 4 lugares del país porque es lo que muestra buenos resultados.

¿La crisis del sistema de salud entonces no responde a una falta de recursos económicos?

-No. La crisis del sistema de salud público y privado en Latinoamérica tiene que ver con el recurso humano. Las generaciones más nuevas de profesionales buscan especialidades que no tengan algo que la medicina necesariamente en muchas áreas requiere, que es abocar tiempo a horas de guardia, a espacios de permanencia fuera de tu domicilio y de tu familia. Es así que uno ve, en el Alto Valle y en gran parte del país, que hay servicios privados en general que tiene atención hasta cierta hora. Después te cierran la ventanilla y te dicen ‘vaya al hospital’. Los estudiantes evitan abocarse a especialidades que son realmente complejas y críticas, como es la pediatría, neonatología, terapia intensiva pediátrica, terapia intensiva de adultos, medicina general. Se abocan a otras especialidades que tienen, o mayor rédito económico, o que no tiene que ver con guardias. La crisis de recursos humanos es una alerta creciente que viene de hace más de 10 o 15 años. Hay faltante de profesionales especializados en ginecología y obstetricia, y todo aquello relacionado con el parto y el nacimiento, y también porque traen otros riesgos. Son las áreas donde mayores posibilidades de errores en la praxis puede ocurrir o de litigio. La posibilidad de litigar sin gastos hace que uno se vea muy expuesto. Esto pasa en todo el país, en todos los sistemas y pasa en Latinoamérica. Quizás lo más fácil para un gobierno es comprar el equipamiento, serán millones más o millones menos. Ahora: quién pueda dominar ese equipamiento, es un tema aparte.

-El Estado podría fomentar que los estudiantes de Medicina se vuelquen a determinadas especialidades.

-El Estado debiera participar como un moderador entre las necesidades de la población y lo que el Estado forma. Casi todas las provincias y privados tienen sistemas de residencia, de formación de médicos que apuntan a eso. Hace años uno podía participar de reuniones con directores de hospitales y se planteaban situaciones complejas para el funcionamiento de la salud. Una era que en el corto plazo íbamos a tener falta de cobertura en algunos servicios, porque hace 15 años veías un cargo de pediatría en un hospital de excelencia en la ciudad de Córdoba o Buenos Aires, y tenías 15 o 20 postulantes. Y hoy esos cargos quedan desiertos. Es muy llamativo que la gente no apunte a formarse en una residencia sino en un posgrado universitario, sin la práctica sobre el paciente y acompañado con docentes a la par, que te van fogueando en la formación médica real.

-En mayo del año pasado ustedes emprendieron una campaña para fomentar la radicación de médicos en la provincia. ¿Pudieron cubrir esas vacantes?

-Tuvimos muchas consultas y afluencia de médicos. De todos modos, como esto es dinámico tenemos permanentemente gente que sale del sistema, que se muda, que cambia de una provincia a otra. Acá es donde más se nota porque la cercanía de Neuquén, la influencia del petróleo en alguien que recién se está iniciando, quizá prefiere hacer guardias en un pozo y por ahí es más productivo que la estabilidad y los sueldos que paga el Estado con guardias. Igual seguimos en una búsqueda permanente porque hay servicios donde se jubilan dos o tres 3 médicos de un servicio y se va el 50 por ciento de la planta médica. La búsqueda de recursos humanos es permanente.

-Un problema grande se registra en la línea sur, donde los hospitales no tienen terapias intensivas o quirófanos y las mujeres embarazadas tienen que venir a parir a Roca, a Viedma, a San Antonio Oeste.

-Eso tiene que ver con la regionalización de las maternidades y es una cuestión de equidad. Y los resultados hablan bien de esa regionalización. Estamos por debajo del 7% en el índice de mortalidad materna infantil. Cuando antes permitíamos partos por ejemplo en Conesa, estábamos por encima del 12%. Uno debe pensar racionalmente. Esto lo hacemos charlado sobre todo con intendentes. En algún afán de querer que sus conciudadanos nazcan en su ciudad y sean llamados por su gentilicio, pone en riesgo a una madre y a un niño. A veces tienen que viajar 230 o 250 kilómetros, pero le voy a estar asegurando un servicio a un prematuro, a un chico de 32 semanas, que lo va a recibir un licenciado en obstetricia, si hay una complejidad mayor va a aparecer un ginecólogo en los 15 minutos siguientes, y ya va a tener armado un quirófano para intervenir en una cesárea y tener un pediatra para recibir al niño. Muy diferente de lo que pasaba años atrás, donde te largabas a atender un parto en Maquinchao con un médico general, y cuando se complicaba tenías que salir a andar 270 kilómetros para llegar con un chico muerto y con una madre complicada. En eso no queremos retroceder.

-¿Hubo acá faltante de vacunas del calendario, como la de meningitis, que se denunció en hospitales públicos del país?

-Las vacunas dependen de un plan nacional y por lo tanto están en la esfera del gobierno nacional. Retiró la tercera dosis de meningitis y la verdad es que será algo para evaluar en los años venideros, más allá de los escritos que puede haber sobre la incidencia de meningitis en once años y demás. Después, en el resto del calendario de vacunación se ha dado cumplimiento. Tenemos valores de arriba del 90 por ciento de cobertura así que estamos muy satisfechos. Sí nos preocupan algunas tendencias como los anti-vacunas, que hay áreas de la provincia que son muy tendientes a esto. Muchas veces en ese punto uno tiene que ponerse en el confronte y asegurarle un derecho a los niños, que es el derecho a la salud. Hemos tenido situaciones en la que hay que presentarse ante la justicia. No es negociable, por un derecho y porque se pone en un riesgo epidemiológico a toda la comunidad. En la provincia tenemos una logística bastante eficiente y tenemos stock en Viedma y en varios lugares más. Tenemos la regularidad de las entregas. Por ahí difieren en una semana o diez días, pero está en ejecución el plan.

-La disolución del ministerio de Salud de la Nación, ¿afectó de alguna manera al funcionamiento del sistema en la provincia?

-De Nación, como recurso efectivo, lo recibimos en especies. En vacunas, en anticonceptivos, en leche. Sí me parece que han marcado una conducta poco feliz pensando en que un ministerio como el de Salud deba volver al ámbito de una secretaría. Ahora: el impacto que ha tenido eso sobre los distritos lo veremos en un futuro. En el funcionamiento inmediato no ha marcado una disrupción en la práctica de la medicina en Río Negro. También es cierto que el presupuesto en la provincia ha mostrado solvencia para confrontar cualquier adversidad.

-¿Qué porcentaje del presupuesto provincial se destina a salud?

-No tengo el dato. El año pasado estuvimos cerca de los 1.200 millones de pesos.

-¿Cómo se aplica la ley de salud sexual y reproductiva? Hay personas que han venido a buscar anticonceptivos a este hospital (de Allen), y no hay o están vencidos. O médicos que se niegan a practicarles la ligadura de trompas.

-Nosotros adherimos a todas de las leyes que marca Nación y que adhiere Salud. El Plan de Salud Sexual y Reproductiva es un plan nacional con provisión de insumos por parte de Nación, y sí es notorio que ha bajado el volumen de anticonceptivos en sus diversas modalidades por lo menos en los últimos doce meses. Igual, ese faltante ha salido a suplirlo el ministerio de Salud de la provincia. Después, lo que tiene que ver con accesibilidad a métodos o a interrupciones legales de embarazos me parece que estamos bastante bien regulados, y si bien podemos tener inconvenientes o como algún caso que ha resonado en Cipolletti hace poco, al comportarnos como red, lo que no se puede resolver en un hospital necesariamente tiene que buscar un lugar al lado, y esa es la forma de funcionar. En general tenemos para satisfacer cuestiones de urgencia. Con anticonceptivos puede haber algún bache intra-semana, donde o la logística nos falla o estamos en el plan de compras de provincia. Porque insisto: desde Nación se han tornado insuficientes, entonces hay que abocar recursos del ministerio que no estaban previstos para tal fin.

-¿Cómo se aplica la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) en la provincia?

-Se aplica. Ya hace más de 6 u 8 años que se han dado capacitaciones hospitalarias y muchas veces hemos tenido acompañamiento desde Nación y desde el equipo de Salud Sexual de la provincia, bregando por una cuestión de derechos, sobre todo en aquellos que se muestran objetores de conciencia. Vos podés ser objetor de la práctica, no de brindar asesoramiento o facilitarle a la usuaria donde puede encontrar lo que necesita. Te diría que somos pioneros, como lo fuimos en salud mental hace mucho tiempo. Creo que toda la provincia tiene un entendimiento de la ley, un entendimiento que es una cuestión de derechos, y que si bien uno puede ser objetor no puede ser objetor de brindar la información para que la persona puedan resolver esa situación.

-¿Cuál es la posición del gobierno provincial en relación con la despenalización del aborto?

-Nosotros somos adherentes a las leyes. Las leyes son el marco regulatorio que uno debe tomar. Luego, las cuestiones personales para los funcionarios quedan totalmente excluidas. Vos tenés una función y un derecho que asegurar.

-Pero ahora está en agenda la discusión de si se aprueba o no la ley. ¿Ustedes creen que se tendría que despenalizar?

-La verdad, que es tan amplia la legislación que creo que no queda nadie excluido.

-Sí quedan excluidas mujeres, porque por ahora el aborto es legal por causales.

-Si vas por razones de salud de la madre, o inviabilidad del niño por nacer o feto o como lo quieran definir, o por cuestiones de violación. Por fuera de eso no quedan muchas otras situaciones. Teniendo tantas oportunidades de hacer prevención y buen uso de los métodos, me parece que pensar en el aborto como método anticonceptivo no sería el camino. Luego esperaremos la cuestión que nos marque la legislación. Hasta acá lo que hay en ejecución de las leyes, plenamente adherentes. Incluido lo que es ILE.

-Por fuera de eso están las situaciones donde lo primordial es el deseo de la mujer.

-Hoy el deseo está legislado. Y como ministerio y como hospitales, no nos vamos a mantener fuera de la ley. Finalmente, es una definición absolutamente legal. Me parece que es algo que trasciende a las voluntades de empleados o funcionarios, más allá de que lo que hoy está legislado es fácilmente de cumplir.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]