Entrevistas
13/02/2019

Gustavo Crisafulli

“El presupuesto de la universidad cayó un 30% en términos reales”

“El presupuesto de la universidad cayó un 30% en términos reales” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
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El rector de la UNC dijo que esta año habrá “dificultades muy serias” para funcionar, y que igual que sus similares patagónicas, la casa de estudios sufre el impacto del costo de la energía. Explicó que “la gravedad del ajuste” no puede paliarse “ni con aportes de las provincias” ni con servicios técnicos a empresas.

Laura D' Amico

“Nuestros gastos de funcionamiento han sido severamente golpeados por el ajuste del gobierno nacional”, advirtió Gustavo Crisafulli, el rector de la Universidad Nacional del Comahue (UNC), quien reveló que “entre el impacto de la inflación y de la devaluación, hemos tenido una caída del 30% del presupuesto en términos reales”.

Agregó que las instituciones educativas públicas de nivel superior “vamos a tener dificultades muy serias” este año, y en el caso de las patagónicas “estamos más complicadas todavía” por los costos de la energía, ya que “sufrimos inviernos muy rigurosos y el aumento de las tarifas, como les pasa a los ciudadanos, también impacta muy fuertemente” en las universidades.

En esta entrevista, el rector señaló que la casa de estudios que conduce recibe ayudas financieras “muy valiosas” de las provincias de Neuquén y de Río Negro, “pero claramente insuficientes respecto del presupuesto global que, por otro lado, es una responsabilidad primaria y sustantiva del gobierno nacional y no de las provincias”.

Crisafulli aseguró que pese al recorte presupuestario dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri "nuestro compromiso es que la mejor defensa de la universidad pública es que esta continúe abierta, funcionando, con las restricciones que conocemos, y buscando recursos adicionales y fundamentalmente el apoyo de la comunidad de la región, para seguir reclamándole al Estado nacional el financiamiento adecuado del sistema científico y tecnológico".

-¿Se sintió muy fuerte el recorte presupuestario en la UNC el año pasado? ¿Cuáles son sus expectativas para este año?

-La verdad es que sí. Este 2019 va a ser para nosotros y para muchas universidades nacionales un año muy difícil porque sobre todo nuestros gastos de funcionamiento han sido severamente golpeados por el ajuste del presupuesto nacional. Si bien estamos logrando terminar las obras que teníamos en marcha, como la Facultad de Informática, o los módulos de aulas en Neuquén, Cipolletti y Bariloche, el funcionamiento cotidiano de la universidad va a ser muy difícil. Hemos tenido, entre el impacto de la inflación y de la devaluación, una caída en términos reales del 30% del presupuesto, que afecta los gastos de funcionamiento, el pago de los servicios, de los proveedores. Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) venimos reclamándole al Estado nacional un refuerzo presupuestario importante porque la mayor parte de las universidades vamos a tener dificultades muy serias. Y las universidades patagónicas estamos más complicadas todavía porque los costos que nosotros tenemos de energía son muy importantes. Sufrimos inviernos muy rigurosos y la verdad es que el impacto de las tarifas, como le pasa a los ciudadanos, también impacta muy fuertemente en la universidad.

-¿Hay algún subsidio especial para las universidades con respecto a los servicios?

-No, ninguno. Hubo solo uno en 2016 pero después no volvió a repetirse, y nos pone en una situación muy crítica en la segunda mitad del año.

-¿Qué porcentaje del presupuesto de la universidad se destina a gastos corrientes?

-Al pago de sueldos alrededor del 90% del presupuesto, porque el incremento total del presupuesto universitario para nosotros fue un aumento del 20%, cuando terminamos el año con una inflación superior al 47%. Y este año va a estar en torno del 30% o más. Además, una parte sustancial es el aumento de salarios que está acordado por las paritarias nacionales. Con lo cual, en la medida en que el Poder Ejecutivo no nos aumenta los gastos de funcionamiento, la proporción que se llevan los salarios sobre el presupuesto total es cada vez mayor. Nos queda un 10% del presupuesto para sostener el funcionamiento cotidiano de la universidad.

-¿Reciben algún tipo de ayuda por parte de los gobiernos provinciales de Neuquén y Río Negro?

-Sí, recibimos ayudas que son muy importantes pero claramente insuficientes respecto del presupuesto global que, por otro lado, es una responsabilidad primaria y sustantiva del gobierno nacional y no de las provincias. La provincia de Neuquén para este año nos ha definido ya presupuestariamente una ayuda de alrededor de 50 millones de pesos, más una serie de proyectos de asistencia técnica. En el caso de la provincia de Río Negro, están financiando una obra muy importante en Bariloche, que es el gimnasio para la carrera de Educación Física. Si bien para nosotros estas ayudas son muy valiosas, el ajuste que nos está produciendo el Estado nacional es de una gravedad que no pueden paliar los aportes ni de las provincias, ni de los propios servicios de asistencia técnica que genera la universidad a las empresas de la región.

-¿Los recortes presupuestarios para este año también impactan en el área de ciencia y técnica?

-En el caso de ciencia y técnica, los recortes también han sido enormes, tanto al Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) como al INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), que son socios principales de la universidad en el plano de investigación.  Con el Conicet, nosotros compartimos siete institutos de investigación. Con otros organismos como el INTA y el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), también. Y ellos han tenido recortes muy fuertes en sus presupuestos, lo cual nos afecta por extensión a nosotros en la medida en que compartimos con ellos muchos proyectos. El recorte se sintió también en las becas de los investigadores y en las becas de los doctorandos.

-¿Están en contacto con otras universidades para llevar adelante un reclamo en conjunto?

-Por un lado nos venimos reuniendo con el CIN. Por otro, hemos constituido una red de universidades de la Patagonia, y ahora en marzo nos reuniremos los rectores patagónicos para establecer un plan de lucha. Además, seguiremos trabajando con las federaciones estudiantiles y con los gremios docentes y no docentes, para coordinar, como hicimos el año pasado, un programa de reclamos y de protesta potente como forma de proteger el desarrollo de la educación superior, púbica y gratuita, y de un sistema científico y tecnológico que este país requiere con tanta urgencia.

29/07/2016

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