Myriam Bregman, legisladora de la ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda expresó que el movimiento feminista “es un movimiento transformador y muy grande en el mundo” aunque agregó que se considera “feminista socialista”; lo que implica que “para terminar con el patriarcado y con todas las desigualdades que nos impone este sistema, lo que hay que cuestionar de raíz es el capitalismo”.

Sobre la discusión del aborto legal que el gobierno nacional puso en agenda, la ex diputada nacional sostuvo que “puede ser una maniobra” pero “lo que no puede ser es que eso sea una excusa para no tratarlo”.

Y agregó que “en otros temas todo el mundo se engancha a discutir” pero con el aborto en particular “desde la oposición” muchos aprovecharon para decir que “como es una maniobra no tenemos que discutirlo”.

En cuanto a la unidad que propone el peronismo contra el gobierno de Cambiemos, Bregman dijo que “lo que están pensando es cómo recuperan el poder” en el 2019 pero a “costa de aliarse con todos los traidores que hasta hace muy poquito le votaban todo a Macri”.

-¿Cuál es el punto más importante en la discusión sobre la legalización del aborto?

-El primer punto a discutir y a propósito de que Macri lo nombró en el inicio de las sesiones de la asamblea legislativa es cómo vamos a conseguir que el tratamiento no se frustre, y creo que para eso es muy importante que estemos en la calle, que sigamos movilizadas porque es evidente que está siendo objeto de una disputa política. Si se llegó hasta acá es porque nosotras hemos peleado todo este tiempo, así de la misma manera y redoblando ese esfuerzo tenemos que conseguir que se trate. Digo esto porque también hay una idea del gobierno de debatir pero no se sabe bien qué es lo que quiere aprobar, y nosotros sabemos que se ha debatido un montón, incluso en el Congreso se han hecho jornadas y se ha tratado en comisiones. A esta altura todo el mundo tiene que tener opinión formada, entonces lo que necesitamos es que se discuta y que se apruebe.

-El presidente dijo que está a favor de la vida, ¿la discusión pasa por ahí, por un dilema moral?

-Estar a favor de la vida es un slogan que los sectores más reaccionarios de la sociedad han adoptado, es difícil darle ese rótulo a aquellos que jamás vi en una movilización defendiendo la vida como lo hacemos desde la izquierda. Un ejemplo concreto, en estos días hay despidos en numerosas dependencias estatales que dependen del propio presidente Macri porque son parte del Estado nacional, como jefatura de Gabinete o el hospital Posadas, y allí despidieron trabajadoras embarazadas que cuando hablás con ellas se ponen a llorar te dicen: me voy a quedar sin obra social, no sé dónde voy a tener a mi bebé. Creerles a estos gobiernos capitalistas que son tan crueles con las trabajadoras cada día, que defienden la vida, sería una concesión muy graciosa. Es un slogan vacío, inventado hace tiempo por los sectores reaccionarios del cual se agarran todos los que quieren negarnos ese derecho. Las que defendemos la vida somos las que peleamos cada día por los derechos de las mujeres; por anticoncepción, por educación sexual y por el derecho al aborto.

-¿Cree que abrir la discusión del aborto es una maniobra del gobierno para distraer y correr el eje de lo que pasa con la economía, por ejemplo?

-Puede ser, como tantos otros temas, pero lo que no puede ser es que eso sea una excusa para no tratarlo. Me llama la atención que en otros temas todo el mundo se engancha a discutir y cuando el gobierno dice esto, muchos aprovechan desde la oposición para decir: como es una maniobra no tenemos que discutirlo. Eso ha caído muy mal en amplios sectores del movimiento de mujeres porque si el gobierno tiene que adoptar este tema precisamente es porque venimos peleando por él. Yo siempre pongo el ejemplo de cuando se trató la nulidad de las leyes de Obediencia de Vida y Punto Final, hubo un proyecto por el cual Patricia Walsh que era diputada nacional venía peleando hacía mucho tiempo, y en un determinado momento se alinearon los planetas y se pudo aprobar con los mismos personajes en el recinto que, o habían votado la Obediencia de Vida o se habían opuesto a que se anulen. Y si se votó esa ley fue por la persistencia de la lucha. Este caso se parece bastante. ¿El gobierno quiere hacer una maniobra? Puede ser. Que es un derecho que nosotras venimos reclamando hace mucho tiempo y que tenemos derecho a que se discuta también, pero como precisamente no confiamos en la verdadera voluntad del gobierno planteamos que tenemos que pelear y organizarnos mejor que nunca.

-¿Cree que el movimiento feminista es el movimiento transformador más importante en este momento?

-Es un movimiento importante, no sé si el más importante; porque yo soy feminista socialista y creo que para terminar con el patriarcado y con todas las desigualdades que nos impone este sistema lo que hay que cuestionar de raíz es el capitalismo, porque en toda sociedad de clases el patriarcado ha funcionado y el machismo ha funcionado. Entonces que es un movimiento transformador y es muy grande en el mundo, sí; pero no es el único. Pero no lo puedo desligar del cuestionamiento profundo de la misma sociedad que lo reproduce, porque también se hace mucho marketing con el feminismo, hay personajes de revista como Hillary Clinton que cerraron su campaña electoral hablando del techo de cristal, cuando ella tuvo una política de justificar el envío de bombas a lugares donde morían mujeres y niños a mansalva. Por eso para nosotras ser feminista es cuestionar la sociedad de clases.

-¿Qué importancia tiene el paro de mujeres del 8 de marzo?

-Este año la importancia es enorme porque está atravesada por este debate alrededor del derecho al aborto, venimos peleando y hemos logrado instalar la consigna Ni una menos, la denuncia de la violencia machista y se suma la discusión del aborto. Es más importante u oportuna que nunca, todos y todas los que nos acompañan tienen que estar en la calle para decir que no queremos maniobras en el Congreso Nacional, que las mujeres ya nos pronunciamos y queremos que se legisle sobre nuestro derecho.

-Luego de la marcha del 21 de febrero se viene conformando un movimiento de unidad y desde el peronismo hablan de sumar a todos los sectores políticos, incluida la izquierda. ¿Cómo se plantean este escenario?

-De lo que ellos hablan es de una unidad electoral, incluso después de esa movilización y a pesar de que los despidos se siguen sucediendo y los que estaban no se revirtieron, no anunciaron una sola medida de lucha, en los sindicatos que influencian ni en ninguno de esos lugares para ver como enfrentamos a Macri ahora. Lo que están pensando es como recuperan el poder y eso es a costa de aliarse con todos los traidores que hasta hace muy poquito le votaban todo a Macri; no te digo hace dos años, sino en diciembre, donde días antes de la reforma previsional le estaban votando el presupuesto del ajuste a Macri. No cuenten con la izquierda para eso.

-Sí están a favor de una unidad en las calles.

-Siempre hemos peleado por una unidad en las calles, donde a través de las organizaciones sociales, gremiales, se pueda expresar la bronca que hay contra el gobierno. Pero eso no es lo prioritario, todas esas reuniones que se están dando en el peronismo no son reuniones para organizar cómo enfrentamos al gobierno sino que son reuniones para ver cómo se hacen del poder en el 2019. Creo que es el momento de dar un debate profundo sobre qué significa la unidad, porque sería muy equivocado por parte de la izquierda anticapitalista que discutamos cómo pasamos de un gobierno como éste que tiene un 30% de pobreza, a uno que tenga el 25% o el 20%. Si somos anticapitalistas nuestra prioridad tiene que ser discutir cómo cambiamos este sistema de raíz, para que no mueran más mujeres por abortos clandestinos, por violencia; pero también para terminar con esas condiciones de denigración que se imponen a los trabajadores y al pueblo. En la Argentina estamos discutiendo una reforma previsional que le quita derechos a los jubilados y con el avance de la ciencia y la técnica podríamos tener garantizados medicamentos gratuitos para todos los jubilados y jubiladas, tener atención médica y que ellos gozaran de los mejores avances de la técnica. Y hoy este sistema capitalista no lo permite. Tenemos que ir a discusiones de fondo y hay miles de jóvenes fundamentalmente que nos acompañan en estos debates.

-Se cumplieron 7 meses de la desaparición de Santiago Maldonado, y no hubo avances en la investigación, lo mismo con Rafael Nahuel. ¿Cómo analiza esto?

-Lo vivo con mucha angustia, acompañado a la familia. Sergio Maldonado y la familia están dando un ejemplo de lucha pero es muy grande lo que enfrentan y los acompañamos en su pelea. Esta semana tenemos una audiencia porque yo denuncié el espionaje que ellos están sufriendo, ya que el ataque a la familia no se terminó. Los espían, los persiguen, lo denunciamos a la justicia pero la justicia como siempre mira para otro lado. La Cámara Federal va a tratar esa denuncia, estamos trabajando en eso porque si espían y controlan tanto a la familia de Santiago es porque tienen miedo de que lleguen a la verdad.