El precandidato a diputado nacional Raúl Godoy, del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), cree que las bancas de ese sector en el Congreso Nacional o en los parlamentos de las provincias, como el de Neuquén que él integra como legislador local, cumplen un rol para acompañar “la lucha en las calles”. Afirma que “cuando hay resistencia de los trabajadores cobra más vigencia el Frente de Izquierda, porque nos ponemos al servicio de esa resistencia”.

Afirma que “lo que dice Macri a nivel nacional acá lo repite el gobernador Gutiérrez, hicieron eso con la adenda” que “liquidó”, según sus palabras, el convenio de trabajo petrolero. Además, opina que el partido provincial es “como los gatos, siempre caen parados” con el gobierno nacional “de turno”, y que “habla mucho de la neuquinidad pero es para los grandes empresarios, porque la neuquinidad de los obreros, o de los crianceros y productores del Norte neuquino, está muy lejana”.

Godoy, quien mantiene su trabajo en la ex Cerámica Zanon, expresó el ser entrevistado por que los trabajadores sufren “orfandad de representación sindical”. Consideró “increíble que habiendo pasado más de un año y medio de gobierno de Macri, con centenares de miles de despidos, la CGT haya hecho una sola medida de fuerza, y tibia”.

-¿Cómo llega el FIT a esta elección primaria del domingo?

-Con una campaña muy intensa que arrancó muy ligada a la lucha de los trabajadores y trabajadoras, arrancamos en plena lucha con la fábrica Textil Neuquén, que la quisieron cerrar ocupándola, arrancamos ahí. Y la estamos terminando con los trabajadores de la minera Mimarmco (de Cutral Co), recorriendo MAM y ahora la Textil. Ha sido una campaña teñida y la pusimos a disposición de los problemas sociales que se están viviendo en la provincia. No quisimos hacer una campaña por fuera de la realidad social que estamos viviendo, y las amenazas por parte del gobierno como aumentar la edad jubilatoria o la reforma laboral, sino luchandoconlos trabajadores. Eso fue lo que más nos nutrió en la campaña, fue verla puesta al servicio de gente que está resistiendo. Tuvimos una vorágine de trabajo que incluyó la salud pública, con el desborde del Hospital Centenario, del servicio de Pediatría, el colapso que hubo. Pudimos recorrer muy poco el interior lamentablemente por estas situaciones en el Parque Industrial de la capital, pero pudimos llegar a San Martín, a Junín, a Andacollo, a Chos Malal, y antes habíamos estado en el Paraje Huarenchenque, donde teníamos un trabajo que continuar con la construcción del puente. Así que fue la mejor campaña que hicimos, yo creo que fue trabajando y abordando los problemas.

-Aumentó la conflictividad en Argentina, Neuquén no es ajena a esa situación. ¿Se mueve mejor el FIT en los conflictos?

-En realidad es lamentable la política del gobierno de liquidar, de tarifazos, golpes a los jubilados, incluso a personas con discapacidad, es brutal el ataque. En ese marco, cuando hay resistencia de los trabajadores cobra valor y más vigencia el Frente de Izquierda, porque nos hemos puesto al servicio de esa resistencia. Lo que ha hechos más visible justamente el trabajo desde nuestras bancas es cuando los trabajadores empiezan a pelear. Los golpes no son buenos para nadie, pero la resistencia es estimulante para todos los trabajadores. Y en el caso del FIT estar ahí, como estuvieron Nicolás del Caño y Miriam Bregman en el conflicto de la multinacional Pepsico, y acompañar a los trabajadores que resisten, nos parece que ha sido muy importante para el Frente de Izquierda en esta campaña para decir que la pelea ya empezó. No hay que esperar ni octubre ni agosto.

-¿Creen que van a tener un crecimiento en cantidad de votos respecto de las elecciones anteriores?

-Entendemos que sí, que se va a profundizar, aun con campañas militantes, austeras, porque no tenemos millones para invertir en campañas. El acceso público en las campañas en los medios hace que podamos llegar un poco más, pero aun sin contar con todos los tiempos, el aparato que mueven los grandes partidos, todo este trabajo de abajo va a rendir. Estimamos que el Frente de Izquierda, que ya se viene consolidado, pueda dar un paso adelante. Hay una jugada fuerte con Nicolás del Caño en provincia de Buenos Aires, entendemos que el Frente de Izquierda va a conquistar nuevas bancas en el Congreso, y en el caso de Neuquén el desafío que tenemos es extender el desarrollo territorial y afianzarlo en base al trabajo realizado. Tenemos expectativas que va a crecer el Frente de Izquierda en la provincia.

-¿Enfrentan al gobierno nacional, al provincial, o a ambos?

-Enfrentamos al poder político y económico siempre, porque nos paramos desde el punto de vista del trabajador y desde allí hemos enfrentado situaciones de mucha precariedad laboral, estatales despedidos, el Parque Industrial muy golpeado este año. Por un lado están las fábricas, el cierre de la Textil, de MAM, el ahogo financiero para las gestiones obreras, y por otro lo que han vivido familias trabajadoras que peleaban por un pedazo de tierra para vivir, el Parque Industrial abandonado por la desidia de los diferentes gobiernos, incluso del municipal, el de (Horacio) Quiroga, que ha hecho que las familias sean reprimidas por pelear un pedazo de tierra para vivir. Por lo tanto sí, enfrentamos tanto al gobierno nacional como al provincial, que se acomoda según el que esté. Son como los gatos, caen parados, siempre se acomodan. Hablan mucho de la neuquinidad pero es la transa permanente con los gobiernos nacionales que estén de turno, y siempre es la neuquinidad de los grandes empresarios porque la neuquinidad de los obreros del parque industrial está muy lejana. Incluso la del Norte neuquino, la de los productores, los crianceros del norte que están pasando una situación bastante mala también de precariedad en su trabajo. Los callejones de arreos son limitados permanentemente por estancieros que surgen de la nada con papeles limitándole los pasos. En el gobierno provincial tenemos un feudo del MPN histórico. Incluso la candidata hablando del amor, de la paz, de la neuquinidad, como si vivieran en Suiza o en lugar muy alejado, un discurso muy hueco.

-¿Cuáles son los partidos políticos que toman como partidos rivales? ¿Cambiemos, el MPN, el kirchnerismo, todos?

-Partimos de la base de que nos paramos de la independencia de clase, entonces enfrentamos a todos los partidos patronales. Enfrentamos al poder económico, a la burocracia sindical que nos aplasta, nos oprime y tranza con los gobiernos, y desde ese punto de vista nos paramos en forma independiente. Queremos construir una fuerza social con los trabajadores, la juventud, las mujeres, que son movimientos reales existentes, pero queremos darle expresión política a esa resistencia, a esas demandas. Por eso el tema de la mujer ha sido un eje de campaña importante y se ha peleado en las calles contra nuevos femicidios en Neuquén. Hay un femicidio cada 18 horas, es gravísimo, y por eso nos paramos en la demanda de la mujer, cuando sale a la calle, cuando da pelea también el Frente de Izquierda intenta ser la expresión política de eso, en el sentido de dar respuesta a las demandas hasta el final. Entonces, peleamos por presupuesto para salud, educación, con el gobierno que esté de turno. Siempre nos paramos del lado del pueblo trabajador, del oprimido, del explotado, y sobre todo de los que resisten.

-¿Sirven las bancas que ocupan a nivel nacional y provincial, o las que quieren sumar yendo a elecciones?

-Ha sido un desafío para la izquierda trotskista porque nunca habíamos tenido representación parlamentaria. Pero a medida que se empezó a conquistar, se empezó a ver no solo la utilidad sino también la necesidad. Hace unos días era una foto para sacar en Legislatura, cuando entraban mineros de Minarmco, obreros madereros, compañeros ceramistas, textiles, que venían a solidarizarse. Nuestras bancas han cumplido un rol tanto en las calles como acá adentro, y no solo hablando en la sesión o en las comisiones, sino acompañando esa lucha. Esa combinación entre el trabajo parlamentario de la izquierda y la lucha en las calles, esa experiencia que hemos hecho, ha sido muy productiva y valorada por organizaciones que aunque no compartan el conjunto de nuestra ideología, han valorado el hecho que el Frente de Izquierda abriera las puertas para hacer una audiencia pública en salud u otras situaciones complicadas. Incluso denuncias ambientales como lo del Cerro Chapeco, haber abierto las puertas para que entren organizaciones ambientalistas, la comunidad mapuche que estaba también afectada. El rol de la banca ha sido importante para hacer visible lo que muchas veces no sale en los grandes medios o acá mismo no se quiere tratar. Siempre recuerdo la anécdota de un diputado que se quejaba porque entraban todos los conflictos de trabajadores acá y decía‘¡esto no es la subsecretaría de Trabajo, es una Legislatura para hacer leyes!’. Pareciera que se intenta legislar por fuera de la realidad. Las bancas del Frente de Izquierda han permitido que la realidad tenga un impacto acá adentro.

-¿Creen que las políticas del gobierno nacional se van a intensificar? ¿Qué creen que se viene después de las elecciones?

-Se va a agravar todo. En plena época electoral el macrismo, y el MPN como caja de resonancia, porque lo que dice Macri a nivel nacional acá lo repite el gobernador Gutiérrez, hicieron eso con la adenda petrolera, liquidaron el convenio de trabajo petrolero. Nadie cree que eso sea solamente para trabajadores de petróleo y gas no convencionales, es un convenio que lo van a tratar de extender, y ya dijeron que lo iban a utilizar de modelo para otras industrias. Ante la gravedad de esa situación que tiende a profundizarse, va a requerir de este lado mucha fortaleza. También va a requerir de este lado coordinación en las luchas, la necesidad de tener más representación de izquierda en los parlamentos y en el Congreso Nacional porque, entendemos nosotros, que le damos una cabida directa. Más aún con la orfandad que tienen los trabajadores de representación sindical. Los grandes sindicales y las grandes centrales gremiales están en una tregua enorme con el gobierno. Es increíble que habiendo pasado más de un año y medio de gobierno de Macri, con centenares de miles de despidos, la CGT haya hecho una sola medida de fuerza, tibia, y ahora convocan pero ni siquiera con movilizaciones. Es decir que la CGT hace solamente comunicados de prensa, más críticos o menos críticos, pero está jugando un rol nefasto.

Entrevista: Mauricio Rojas