Entrevistas
01/06/2017

Axel Kicillof

“Este gobierno resuelve todo con una catarata de mentiras”

“Este gobierno resuelve todo con una catarata de mentiras” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El ex ministro de Economía habló sobre el rumbo de la política económica de la administración Macri, sobre Cristina y la unidad del campo popular y acerca del problema de YPF. “Este gobierno está trabajando para flexibilizar el empleo y reducir los salarios”, aseguró. Sostuvo que “después de 20 años YPF dio perdidas”.

El diputado nacional del Frente para la Victoria Axel Kicillof, sostuvo que “el gobierno trata de resolver todo con una catarata de mentiras” y que “ahora estamos viendo una especie de sueño, donde todo va bárbaro, y yo le pregunto a cualquier argentino que me diga si todo va perfecto como sostiene Marcos Peña”.

En el marco de la visita del jefe de Gabinete a la cámara de Diputados, el ex ministro de Economía de la Nación, dialogó con Va Con Firma sobre el rumbo del país, la unidad del peronismo y su visita a Neuquén.

Con fuertes críticas a la política económica del gobierno y a la falta de reconocimiento de los problemas reales de la argentina, el diputado sostuvo que “no tiene absolutamente nada que ver con la herencia o todas esas mentiras que han sembrado desde el inicio de su gestión”.

-¿Hacia dónde va el país con las políticas económicas del gobierno?

-Es una política clara de corte neoliberal, hacia donde nos lleva es hacia donde nos llevó siempre en nuestra historia, y en la historia de todos los países. El neoliberalismo se trata en términos filosóficos de un Estado pequeño, ausente. Es el reino de la libre competencia, de la mano invisible del mercado que en países como el nuestro, con una economía en desarrollo, no funciona ni funciono nunca.

Acá hay poquitas empresas, no compiten entre sí, sino que están tan cartelizados y monopolizados los sectores que finalmente si el Estado se retira de controlar a las empresas que suministran alimentos y producen energía, lo que sucede es que te quedas sin alimentos, sin energía, o te suben mucho el precio o te lo exportan todo. Es decir, el Estado tiene que tener un papel regulador, y el neoliberalismo no cree en eso.

Y en el corto plazo, otra de las características de este tipo de programas económicos es bajar los salarios. Siempre con una mirada muy empresarial consideran que el salario es un costo. El gobierno de Macri el año pasado bajo entre 10 y 15 puntos los salarios de todos los trabajadores del país, con lo cual estamos sintiendo a lo largo y a lo ancho de la Argentina que más allá de la ocupación de cada uno, sea jubilado, trabajador, comerciante, profesional, todos han recibido esa caída de los salarios y de los ingresos como una muy mala noticia. Cayó la demanda, cayó la producción, y se empezó a perder empleos. Lo que sucede es que nadie llega a fin de mes y las empresas tampoco pueden vender y pasa lo que también vemos que sucede en Neuquén, que se comienzan a cerrar los locales comerciales, los pequeños emprendimientos y las pequeñas empresas. Ese es el resultado del neoliberalismo.

Después empiezan a abrir las importaciones y generan una política de especulación financiera muy fuerte. Es la política de un país unitario, benefician a la pampa húmeda porque creen en un país exportador de productos agropecuarios, soja principalmente. Entonces, esto está generando resultados obvios y evidentes que no tienen absolutamente nada que ver con lo que han recibido. ¿Qué tenemos que ver nosotros con que abran las importaciones? ¿Qué tenemos que ver nosotros con la toma de 90.000 millones de dólares de deuda? ¿Qué tenemos que ver con que cada vez que hay una paritaria que da por encima de lo que ellos pretenden van a ver a un juez para que la anule?

-En relación a la deuda externa que está contrayendo el gobierno de Macri. ¿Cuál es el rol del campo popular y de la oposición en ese sentido?

-Muchas veces al campo popular le toco reconstruir todo lo que rompió el neoliberalismo, no va a ser la primera vez en la historia argentina, empezando por lo que ocurrió en 2003. La crisis neoliberal del año 2001, que dejó un país devastado con un fuerte desempleo, aumento de la pobreza, desfinanciamiento del Estado, hubo que empezar a construir y reconstruir.

Nosotros no apuntamos a que esto es irreversible, las elecciones de 2017 deberían poder dejar un gesto muy claro de parte de ciudadanía de cuáles son las políticas que quiere.

-¿Cuál es o debería ser el rol de la ex presidenta Cristina Fernández para estas elecciones?

-Yo la conozco muy bien a Cristina y puedo asegurar que ella no antepone su propia persona a lo que considera que es la necesidad histórica y política de la actualidad, que es conformar un gran frente opositor, que le ponga límites y le haga frente al neoliberalismo de Macri.

Ella dice que, si su candidatura es un obstáculo para la unidad, no será candidata y de la misma manera que si los compañeros le piden que ocupe un lugar en las listas, porque eso le da una mayor cantidad de votos al espacio, lo hará. Cristina se ha puesto al servicio de esa unidad y al servicio de un gran frente político que pueda ponerle un límite a este gobierno.

-Dado que Florencio Randazzo ayer presento los avales para su candidatura, ¿ves con optimismo la conformación de una lista de unidad?

-Eso sigue siendo lista de unidad. Es decir, la unidad se conforma de dos maneras, primero tenemos que hacer la unidad, tenemos que estar todos formando parte del mismo espacio político, sea el Frente para la Victoria, el Partido Justicialista o cualquier nombre que le pongamos. Eso ya está resuelto, hace un año todos pensaban que era imposible que el FPV o el peronismo estuvieran conformados de nuevo para estas elecciones con las mismas fuerzas. Y está sucediendo así.

En segundo lugar, habrá que ver la conformación de las listas. En eso estamos observando una negociación, la misma negociación que se da en todos los espacios políticos en los que cada uno de los dirigentes pretende que estén los suyos. Estas negociaciones a veces son más sencillas y a veces más complicadas y dependen mucho del peso específico y la popularidad de los candidatos, en lo que cada uno tiene derecho a querer ser y a pensar que es el mejor.

Ahora, a lo que no tiene derecho es a poner eso como una traba para continuar con el camino de la unidad. Pero insisto en que todos han dicho que van por adentro de nuestra fuerza política. Después hay dos métodos, o se arregla en una negociación o se arregla en las PASO. A priori no es tan diferente, habrá que ver en todo caso, como se conforma esa mesa de negociación o como se actúa en relación a las PASO.

Si la estrategia es tirarse munición gruesa dentro del mismo espacio por intentar ganar una primaria, lo que sucede es que se termina perjudicando la propia fuerza. Y como existe ese riesgo, muchos piensas que es preferible evitarlo y arreglarlo antes. Si observamos lo que están haciendo los demás partidos vemos que todos han arreglado. Todos los demás frentes lo arreglan en una mesa. Por su puesto que a veces con grandes dificultades, por ejemplo, Lousteau en la ciudad de Buenos Aires, que ni siquiera lo dejan participar en una interna frente a Carrió para evitar las PASO y lo han mandado afuera. Estas son cuestiones bastante habituales en nuestra política.

El gran dilema era si Cristina iba o no iba a estar en el armado político para este 2017. Ahí algunos decían que no, porque el gobierno la estaba tratando de apartar, y tenía el objetivo de correrla de la política. Pero no lo lograron. Cristina forma parte hoy de nuestro armado político y para muchos de nosotros es quien lo conduce.

- ¿Qué expectativas tiene de su visita a Neuquén?

-Estamos recorriendo bastante el interior y las provincias para escuchar e interiorizarnos de las situaciones regionales, más allá de que por supuesto uno las sigue con los referentes locales, tanto Parrilli que es de la provincia como el diputado Darío Martínez, nos mantienen al tanto, pero siempre está bueno poder viajar, especialmente a Neuquén que es una provincia que en lo personal me fascina. De hecho, como ministro de Economía la he tenido muy en cuenta, con todo el tema de YPF, Vaca Muerta, y también con los demás sectores que hacen a la economía de la provincia. En el recinto escuchábamos a Marcos Peña en su intervención y vemos como el gobierno trata de resolver todo con una catarata de mentiras, ahora estamos viendo una especie de sueño, donde todo va bárbaro, y yo le pregunto a cualquier argentino que me diga si todo va bárbaro como sostiene Marcos Peña o si todo va perfecto. -¿Cómo ve la situación actual de YPF?

-YPF ha tomado un endeudamiento de 1.500 millones de dólares si no me equivoco. Es decir, la están endeudando muy aceleradamente, ha tenido fuertes despidos, hay una situación compleja en lo laboral y se ha hecho un poco lo que hacen por vocación desde el Ejecutivo, este gobierno no quiere tener a YPF como parte del Estado, en todo caso la trata como una empresa privada más, pretenden que se comporte como una empresa privada más. YPF ya fue una empresa privada en el pasado en manos de Repsol y le fue muy mal, ¿por qué?, porque tienen que haber políticas públicas, nos faltan hoy las políticas públicas a favor del autoabastecimiento y nos falta obviamente una orientación de YPF a favor también de la reconstrucción del sistema hidrocarburífero argentino, eso no está.

Los resultados que vamos teniendo están a la vista, a principios de este año se tuvo el primer balance negativo de YPF desde el año 1997, la verdad que hay que ser el mejor equipo del mundo para hacer esto. Hacía 20 años que no daba perdidas YPF, es una cosa tremenda. Estamos con mucha preocupación porque ahí se juega buena parte del futuro petrolero argentino.

29/07/2016

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