La piedra en el zapato, la fotocopia del panfleto humorístico que Emanuel Rodríguez repartía en los recitales de rock allá por 2009, fue el antecedente de “Peroncho” el monologuista cordobés que se ríe críticamente de la actualidad política, la idiosincrasia de sus coterráneos y hasta de sí mismo, sentando posición y levantando las banderas de la militancia nacional y popular.

Si bien hace tiempo que se sube a las tablas con sus shows de stand up, hace ocho meses tomó la determinación de abocarse de lleno a la actividad que desarrolla a la gorra. Buenos Aires es un destino común, pero sus presentaciones también llegan ciudades como Salta y El Calafate, además de viralizarse por Internet.

“Algunas veces me va mal, pero en general va bien y todo se equilibra. Me considero un afortunado. Puedo viajar, conocer el país y gente muy valiosa que está trabajando por la patria. Vivo de esto, es una locura y es hermoso”, celebró Peroncho.

Militante de la agrupación cordobesa “Mano de obra K”,  el cómico no duda en poner su creatividad al servicio de otras organizaciones kirchneristas y, por ejemplo, juntar dinero para abrir una unidad básica. “Más allá de qué remera nos ponemos, lo importante es que todos defendemos las mismas banderas”, destacó.  

En varias ocasiones compartió escenario con Gustavo Berger (Un rubio peronista), el actor que, al igual que él, hace humor reivindicando su pertenencia a ese movimiento político. “Hay una generación de humoristas que han entendido que era el momento de asumir la posición ideológica y hacerla explícita”, dijo Emanuel, incluyendo dentro de la tendencia a  Vicky Grigera (Montonerísma) y los cordobeses Max Delupi y Beto Bernuez de Thelma y Nancy.

“Somos pocos, pero hay una movida y un cambio de tradiciones. Me parece que al humor político le pasó lo mismo que al periodismo, se cayeron las caretas de la objetividad. Antes se suponía que el humorista les pegaba a todos por igual,  cuando todos sabemos que el objeto de un chiste es una decisión ideológica”, sostuvo.

El enroque del oficialismo y la oposición a nivel nacional tuvo su correlato en la platea. “Yo noto que hay más gente en los espectáculos y una radicalización del público. El golpe de la derrota ha hecho que muchos se aferraran a una ideología que quizás unos meses antes de la elección no defendían con tanto apasionamiento”, analizó.

Antes de meterse de lleno con el stand up, Emanuel pasó por el periodismo gráfico y por los servicios de radio y televisión de la Universidad Nacional de Córdoba. “Cuando perdimos la elección y cambiaron las autoridades, renuncié porque no me sentía cómodo. Había cambiado el signo político y yo quería seguir manteniendo mi línea editorial. No fue un conflicto, sino una decisión. Con los sueldos miserables que tenemos los periodistas casi cualquier otra opción laboral resultad más tentadora”, lanzó.

Su experiencia por la sección de Espectáculos del diario La Voz del Interior también le dejó un gusto amargo. Es que, según contó, a medida que conquistaba al público cordobés arriba del escenario, el medio le pasó factura. “No me echaron, pero me redujeron el sueldo en un 76 por ciento. Yo entiendo que fue por motivos ideológicos, pero bueno…lo dirimirá la justicia”, manifestó.

En una de sus performances que están colgadas en Youtube, se lo puede ver al humorista relatar: “Entré al diario a comentar libros que otros podían escribir, de resentido. Eso lo hacía en invierno, en verano me mandaban a trabajar a Carlos Paz por la chica del verano. ¡Imagínense el conflicto que tenía! Estaba frustrado, me preguntaba por qué el diario le ponía tantas pilas a eso, hasta que entendí. La chica del verano es una metáfora, un símbolo perfecto de las tapas de La voz del interior: una operación tras otra”.

“Pasar diez años en la redacción de uno de los medios más ilegalmente grandes de la Argentina -forma parte del Grupo Clarín que hizo negocios oscuros con el Estado- es entender que el periodismo objetivo es una gran mentira, que las tapas de los diarios son un negocio, que las editoriales políticas no cuentan lo que pasa, sino una versión de los hechos que siempre beneficia a los empresarios ligados al diario. En ese sentido, mi paso por el periodismo fue desesperanzador”, señaló.

Sin embargo, sostuvo que aún así, el periodismo “es la única herramienta posible para informar a la sociedad”. “Hay periodistas honestos que intentan llevar el oficio con autenticidad y coraje, por supuesto”, aclaró. En tanto, no descartó volver a la actividad “con más tranquilidad, tomándola como un hobby pero no como un oficio del cual vivir”. “Es una profesión que está basureada”, recalcó.

Peroncho mantiene el contacto con su público a través de su cuenta de Facebook (Emanuel Rodríguez Mok) y su página oficial (www.peroncho.com.ar) donde anuncia sus shows.