En una visita relámpago a la ciudad para presentar el libro "Kirchner, el tipo que supo", el periodista y abogado Mario Wainfeld ofreció una conferencia de prensa en el espacio en la Asociación de personal no docente de la UNC, horas antes de encontrarse con sus seguidores neuquinos en el gimnasio de la Escuela de Enfermería, acompañado por la intendenta de Zapala, Soledad Martínez y el periodista Néstor Piccone. 

“Yo a Kirchner lo traté como periodista”, aclaró el autor de la publicación que revela la intimidad del ex presidente durante el proceso de toma de decisiones que marcaron un antes y un después en la historia argentina.  “No fui su periodista predilecto ni el que más lo vio. Pero lo vi con frecuencia, hablé mucho con él y tuve enorme coincidencias con los lineamientos de su gobierno”, consideró.    

El escritor destacó la decisión política de Néstor Kirchner de mejorar las condiciones de vida de los argentinos como vía para salir de la crisis del 2001. “No todos los gobiernos hacen eso, ni todas las personas que hubieran podido llegar a la presidencia en 2003 hubieran hecho eso”, diferenció mientras valoró el impulso de un Estado benefactor, las políticas a nivel  internacional, de integración regional y de derechos humanos como unos de los principales logros del ex mandatario.  

A su vez, el columnista de Página 12 enumeró algunas diferencias que mantuvo con el kirchnerismo, por caso “la destrucción del Indec” a la que calificó como  “una contradicción tremenda y tal vez la peor” dado iba en contra de la prédica en relación a la validación de la política, el Estado y lo público. 

Wanfield también ratificó sus críticas a las leyes penales dictadas ante la presión del fenómeno Blumberg y marcó que la Asignación Universal por Hijo debería haberse implementado antes. Además, mencionó el entredicho por el río Uruguay y el conflicto con las entidades agropecuarias como dos cuestiones que “no se manejaron bien”.   

Sobre la situación actual del campo nacional y popular tras la derrota electoral en 2015, expresó: “Se ha producido una disgregación. Una de las dificultades es que no había referencias con peso electoral en la mayoría de los distritos”. “Eso que ya existía, se acentuó”, diagnosticó y opinó que le parece difícil que el peronismo llegue a la unidad sin el kirchnerismo y sin Cristina Fernández, “su figura electoral más potente”. 

Consultado acerca de si postula el libro como un homenaje al ex presidente y un aporte para la construcción política de cara al futuro, Wainfeld señaló: “La intención básica no es ninguna de las dos aunque las abarca”.  Sostuvo que es una narrativa histórica-periodística que pretende tener vigencia más allá del paso del tiempo.  “Lo que hagan los lectores no es asunto mío”, expresó aunque reconoció que “la función del intelectual es hacer pensar a los demás”.  

En relación a cuánto incide el contexto actual en la recepción del libro planteó que el texto no es un respuesta a lo que está ocurriendo, sino una semblanza de lo que pasó. “Eso genera una contrastación, seguramente. Hay muchas personas con una identidad política a las que en estos momento se les dice que son o corruptos o tontos. Por ahí la posibilidad de decir 'esta etapa existió y produjo algo interesante' es un alivio para el público”, evaluó.  

Fiel a su perfil bajo, Wainfiel prefirió esquivar la pregunta acerca de si tuvo una devolución sobre el libro de CFK o su entorno. “No me gusta contar quien me llamó o felicitó. En general tuve muchísimas respuestas gratas, halagos del público en general y también de la dirigencia política”, deslizó. 

Respecto a la continuidad de su ciclo Gente de a pie en Radio Nacional a partir del gobierno de Mauricio Macri, el conductor expresó: “Quedarse en un medio con el uno no está de acuerdo en su planteo en general, tiene sus complicaciones. Es la primera vez que lo hago. Pero estoy conforme con el programa que seguimos haciendo, que sostiene un equipo, una línea editorial, una fuente de trabajo y un lugar de expresión cuando faltan”, afirmó.

Agregó que “además, no hemos recibido ni un planteo o directiva”. “Hay gente que dice que no escucha más Nacional y es respetable. Nuestro programa tuvo una curva de audiencia que en un principio era poca y ahora es mucha en relación a lo que es la media de Nacional, aunque tenemos menos de antes. Pero en general los oyentes nuestros no cuestionan”, apuntó.  

En cuanto a las denuncias de censura, persecución y maltrato laboral que pesan sobre Dalila Pinacho, directora Radio Nacional Neuquén, el periodista declaró. “No tengo un gran conocimiento de lo que ocurre en cada uno de los lugares”. “En general todo lo que sea discriminación ideológica obviamente lo cuestiono y siempre cuando hay conflicto mi posición está con los compañeros trabajadores. Las dificultades para conservar trabajo en los medios público y privados es uno de los problemas serios de la etapa”, remarcó.