Nilda Garré, diputada nacional del Frente para la Victoria y ex ministra de Defensa del gobierno de Néstor Kirchner consideró que Argentina “no tiene cárteles o situaciones que han tenido otros países con relación al tema del narcotráfico” y agregó que el gobierno “pone al narcotráfico a la altura de la pobreza y magnifica el problema”.

Sobre la votación de la modificación de la ley de ART, afirmó que “el Frente Renovador y el bloque justicialista cacarean pero dieron el quórum para que la ley se apruebe”, y cree que en el peronismo “cuando hay que dar una batalla, en general se resuelven rápidamente mucho de los problemas” y tiende “a haber una reunificación para garantizar un triunfo” en las elecciones.

“Es una torpeza tras otra, y después un hecho tras otro sospechable de corrupción”, sentenció sobre el acuerdo del correo y la modificación del cálculo de las jubilaciones.

- ¿Cómo ve la gestión de Patricia Bullrich como ministra de Defensa, y qué piensa de las medidas de controles migratorios y la baja de imputabilidad que quieren llevar adelante?

- Periódicamente tenemos estos brotes medio psicóticos donde se quiere endurecer, imponer mano dura, ley y orden; donde se juega a aumentar penas, poner más policías, darles más poder. Y la imputabilidad a los menores es otra de las cosas que aparece como receta mágica. Y ahora aparece con mucha fuerza el tema de la migración. Estudiando los números de los extranjeros que están presos es un porcentaje que no ha sufrido variaciones importantes, es relativamente bajo. Y lo mismo con los menores, el número es bajo. A lo que hay que apuntar es a un sistema penal para los menores, porque hoy en día un menor que comete un delito a los 15 años, el juez dispone de la libertad de ese menor enviándolo a un instituto de detención que no es una cárcel y no tiene ningún derecho a la defensa; no tiene abogado, ni proceso. El juez tiene todo el poder para dejarlo privado de libertad en lugares que no garantizan su recuperación, si no todo lo contrario. Cuando la gente está asustada por situaciones de inseguridad, en ese clima de miedo que se instala, se proponen medidas más duras, represivas, como remedio mágico. Se parte de información que no es la real porque no son tantos los menores de 16 años que han cometido delitos graves, como homicidios, generalmente son robos, o a lo sumo robo con armas. Y la población asustada quiere que la saque la supuesta amenaza de cualquier manera.

- ¿Por qué el gobierno pone tanto énfasis en la lucha contra el narcotráfico?

- Se hace mucho hincapié en el narcotráfico, pero no es el problema más grave de la Argentina. Nos preocupa a todos pero Argentina no tiene cárteles o situaciones que han tenido otros países con relación al tema del narcotráfico. Se lo pone como uno de los tres temas más importantes, porque Macri habló del narcotráfico, la pobreza y la unión de los argentinos como objetivos de su gestión. Pone al narcotráfico a la altura de la pobreza y es una magnificación del problema. Eso ayuda a hacer una cantidad de acuerdos que se han hecho en materia de seguridad con Estados Unidos, una cantidad de compra de armamentos específicos para el área de seguridad con Israel. Compromisos con esos dos países, que es una decisión política.

- ¿Qué implican esos acuerdos?

- Es la presencia de la DEA (Administración para el control de drogas) en el país que estaba más limitada y ahora hay varias delegaciones de la DEA en varios lugares del país; hay mayor apertura de información sobre lo que pasa en la Argentina, adoctrinamientos de la DEA al personal de fuerzas de seguridad y policiales. Hay convenios con la policía colombiana que a su vez fue previamente adoctrinada, formada y mantenida durante mucho tiempo por la DEA. Eso implica un cambio de la doctrina donde Argentina se acerca a la llamada doctrina de las nuevas amenazas, que ha querido ser impuesta por Estados Unidos hace mucho tiempo y nosotros hasta ahora nos habíamos mantenido al margen, pero que el gobierno de Macri ha aceptado. Implica crimen organizado, terrorismo, narcotráfico, después migraciones; como problemas que merecen tratamiento en el marco de la seguridad.

- ¿Qué opinión tiene de la última conferencia  de prensa del presidente Macri sobre el acuerdo del correoy el recorte del aumento a las jubilaciones?

- El escándalo era de una proporción tan grave que el presidente tuvo que dar marcha atrás. Ocurren cosas realmente disparatadas, abusivas. Él dice que no tiene inconvenientes en dar un paso atrás, se muestra como un hombre que puede reconocer un error, pero cuando  en la gestión del Estado se cometen errores permanentemente, uno no tiene otra posibilidad que concluir que hay una inexperiencia, una ineficiencia. No puedo creer que en el tema del correo, que estaba en manos de abogados muy expertos de la empresa Socma, fue un error. Evidentemente hubo una maniobra para no pagar nada, y encima demandar al Estado para reclamarle un montón de plata. Esto empezó mal desde el momento mismo de la privatización. Yo era diputada en los ‘90 e hice una denuncia penal porque ellos como parte del plan de inversiones que tenían que hacer por el contrato de privatización despidieron alrededor de 10.000 empleados del correo. El grupo Macri decía que las indemnizaciones por los despidos eran inversiones porque iban a hacer a la empresa más eficiente. Manejaron muy mal el correo, y ahora tuvieron que presentarse en concurso y lo que no quieren es llegar a la quiebra; porque todo el patrimonio de la empresa puede quedar comprometido. Entonces en un tema de tantos millones de pesos que el hecho de que no se hayan dado cuenta no es verosímil. Y lo mismo ocurre con el ajuste jubilatorio donde también retrocedió con la resolución. Es una torpeza tras otra, y después un hecho tras otro, sospechable de corrupción.

- ¿Es una cuestión de “errores” o si no hay resistencia o denuncias, pasa?

- Si pasa, seguimos; si se arma mucho lío retrocedemos. Cuando estaban tratando la ley de ART, el bloque del FPV no la iba a votar, creemos que es una ley muy perjudicial para los trabajadores porque ese obstáculo que han puesto de la revisación médica, por médicos nombrados por las ART, va a generar que no se admitan como enfermedad del trabajo un montón de situaciones. En medio del tratamiento de esa ley que ya era difícil, no les importó y largaron este tema de la modificación del porcentaje de aumento de las jubilaciones. Y hubo muchos que frente a esa provocación, algunos que iban a votar a favor, decidieron abstenerse. Casi los obligaron a hacer una medida de repudio y a abstenerse. Y pudieron aprobarla con un margen justo, con 80 votos sobre 257 diputados.

- Criticaron que el Frente Renovador y el bloque justicialista diera quórum y se abstuviera para que se apruebe la ley, ¿Cuál es el argumento?

- Cuando uno quiere que una ley no se apruebe el primer recurso es no dar el quórum para que no haya reunión, y otro recurso es restarle quórum al momento de la votación. Uno puede ir, dar el debate, decir todo lo que quiere y al momento de la votación, irse. Es una forma muy legítima del trabajo legislativo para evitar que se sancione una ley que uno cree que no es conveniente; y en este caso, nada menos que para los trabajadores. El Frente Renovador y el bloque justicialista cacarean pero dieron el quórum para que la ley se apruebe.

- ¿Cómo cree que se va a comportar el bloque justicialista en las elecciones? ¿Piensa que se puede alinear con Cristina Kirchner si se presenta?

- En el peronismo, en los climas electorales, siempre se dan muchos acercamientos. Porque después de una elección como la del 2015 vienen discusiones, autocríticas, pases de boletas. Ocurre en cualquier partido político, lo están haciendo ahora en el partido Demócrata en Estados Unidos. Pero el peronismo tiene una característica muy marcada que cuando hay que dar una batalla en general se resuelven rápidamente mucho de los problemas, o se absorben o se postergan; pero tiende a haber una reunificación para garantizar un triunfo. Cristina será la que liderará ese proceso porque la están midiendo en la provincia de Buenos Aires, que es el distrito medio clave, y están marcando las encuestas un porcentaje muy interesante de intención de voto que es auspicioso.

- Imputaron al director general de Aduanas, Juan Gómez Centurión por apología del delito luego de una denuncia que presentaron diputados del FPV, ¿Qué opina de esto, y cómo es el proyecto que presentó para condenar la negación del terrorismo de Estado?

- Días antes de asumir Macri, el diario La Nación sacó un editorial muy llamativo que postulaba la discusión del problema de los años ‘70, y pedía que se hablara de la verdad completa, que implicaba indultos, prisión domiciliaria a los detenidos por terrorismo de Estado; en fin, dar vuelta la página y comenzar de vuelta porque los que habían luchado contra la subversión estaban presos. Era una decisión política, estaba marcando a Macri ese rumbo y cuando Gómez Centurión toca este tema está queriendo instalarlo en la agenda. Por eso, para no poner en peligro la política de Memoria, Verdad y Justicia, nos pareció importante presentar este proyecto que agrava las penas de la “apología del delito” en los casos en que la apología se haga sobre crímenes de lesa humanidad o formas de genocidio, y agrava aún más si el que lo hace es un funcionario público. Gómez Centurión está en contacto con muchos de los que están detenidos, condenados por estos delitos o procesados esperando su condena, tiene compromiso con esos sectores y sobre esa base instala el tema. Casi todos los países que sufrieron esta situación de genocidios tienen leyes antinegacionistas como éstas, Austria fue uno de los primeros, Alemania, Francia, Italia, Bélgica.