Entrevistas
10/03/2021

"La economía está creciendo mucho"

"La economía está creciendo mucho" | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Graciela Landriscini, diputada nacional del Frente de Todos, aseguró que algunas ramas industriales mejoraron hasta el 30 por ciento en enero en relación al mismo mes del 2020. Denunció que hay contribuyentes que están intentando “gambetear” el aporte extraordinario de las grandes fortunas.

Laura D' Amico

La diputada nacional de Río Negro por el Frente de Todos Graciela Landriscini, dijo que "iniciamos el 2020 en un país postrado y endeudado" pero destacó que actualmente "la economía está creciendo mucho".

Aseguró que "se estimaba por parte del FMI y de la Comisión Económica de América Latina (CEPAL) que la economía argentina iba a caer un 12 por ciento en 2020 y los indicadores del último trimestre mejoraron lo suficiente como que la economía cayó un 10 por ciento en promedio del Producto Bruto Interno".

En diálogo con Va Con Firma, la ex decana de la Facultad de Economía, en la UNC,  defendió el cierre de las actividades económicas por la pandemia al afirmar que "Argentina no podía hacer otra cosa porque el sistema de salud estaba quebrado en el sector público, desfinanciado, con caída de personal por decisión política del gobierno de Cambiemos" y sostuvo que de haberse mantenido el ritmo habitual "hubiéramos tenido, no 56 mil muertos, hubiéramos tenido 150 mil muertos".

Con respecto a la aplicación de la ley del aporte extraordinario de las grandes fortunas, aseguró que "muchos de los aportantes han hecho maniobras con grandes estudios contables y jurídicos para querer gambetear este impuesto"

-¿Cómo vio el discurso de Alberto Fernández en la apertura de sesiones legislativas, donde habló de que estamos en un momento de recuperación económica? ¿Coincide con esa afirmación?

-Primero hay que decir que estamos iniciando una especie de relanzamiento gubernamental de la administración Fernández - Fernández en el país, después de haber atravesado un 2020 absolutamente inesperado en el que se sumó la consecuencia de un régimen económico de desregulación, apertura económica y, sobre todo, apertura de la cuenta de capitales que permitió un movimiento que se conoce con el nombre de carry trade, que es una bicicleta financiera y cambiaria que además de todo se absorbió los 45 mil millones de dólares que ingresaron como un auxilio político al gobierno de Macri y que sirvieron, no para el desarrollo del empleo o la producción, sino para la fuga de capitales. Este endeudamiento, que es el más grande de la historia en la Argentina y el crédito más grande que otorgó el FMI en su propia historia, además, no pasó por el Congreso. Todo esto ha sido enfrentado a partir del 10 de diciembre de 2019. Hubo que enfrentar el endeudamiento y negociar con los bonistas, y con esto hacer frente a la deuda social y productiva, por toda la caída económica que significó la caída de la capacidad instalada en la industria, la caída de la demanda interna por pérdida de poder adquisitivo de salarios frente a la inflación y a las tarifas.

Iniciamos el 2020 en un país postrado y endeudado. Se sacó la ley de Solidaridad Social para la recuperación, se tomaron decisiones sobre dar moratoria a las pymes, congelar tarifas, y el dólar país. En esas circunstancias llegamos a fines de febrero y viene la pandemia y eso significó tener que pensar en reasignar partidas del presupuesto 2020 para darle prioridad a la salud y a la alimentación, y definir una cuarentena que significaba paralizar aún más la actividad económica, el empleo, que cayera a límites desconocidos la recaudación tributaria nacional, de las provincias y municipios, que cayera la venta de combustibles, que se paralizara el transporte, y hubo que tomar la decisión de usar reservas del Banco Central, de emitir moneda para poder cubrir los gastos estatales como salud, protección social, alimentación.

-¿No cree que la cuarentena que estableció el gobierno fue muy temprana y drástica, teniendo en cuenta que veníamos de el contexto que acaba de describir?

-Argentina no podía hacer otra cosa porque el sistema de salud estaba quebrado en el sector público, desfinanciado, con caída de personal por decisión política del gobierno de Cambiemos. No había inversión en infraestructura. Se produjo el abandono de hospitales que se habían iniciado y hasta licitado. Carencia de insumos y de equipamientos, de terapia, de respiradores. Había que correr rápidamente a reforzar el sistema de salud. Si dejábamos la economía abierta como si nada pasara y todo el mundo tenía que viajar a trabajar, y seguía abierta la educación y el transporte, hubiéramos tenido, no 56 mil muertos, hubiéramos tenido 150 mil muertos. Obviamente esto significó una caída económica en el primer trimestre pero el gobierno proyectó con mucha velocidad en el mismo mes de marzo la formulación de programas de asistencia al trabajo y la producción, conocidos como ATP. También hubo que salir a cubrir la emergencia con el IFE a los trabajadores y trabajadoras informales.

-La pandemia le sirvió al Estado para conocer la situación real de millones de personas no registradas y que están en el mercado informal.

-Calculaban que el IFE iba a tener que cubrir unos 5 o 6 millones de personas y resultaron 11 millones de personas, y eso que no alcanzó a cubrir las necesidades de las familias, pero se sumaron a las AUH, a la Asignación Universal por Embarazo, a la Tarjeta Alimentar, subsidios a jubilados de las jubilaciones mínimas. Hubo una complejidad que muchos medios de comunicación hegemónicos no plantean, lo transforman en algo precario. Hacen un análisis muy poco serio queriendo culpar a nuestro gobierno de errores continuos: que cierra la economía, que después la abre sin vacunas. Hubo una complejidad económica, financiera, cambiaria, social, sanitaria, energética que requirió del análisis de la macroeconomía, de la política pública en general y de la gobernanza para buscar acuerdos con los gremios, con las organizaciones sociales, con los gobiernos provinciales y municipales, y todo esto el gobierno nacional lo encaró y lo hizo.

-¿Es la inflación una de las prioridades de este gobierno?

-Por un lado hay que estimular la oferta, aumentar la producción de muchos insumos que se quedaron caídas las empresas y después hubo faltantes notables porque cayeron los stocks. Estoy pensando en materiales de la construcción como el hierro, la chapa o el cemento pero también insumos eléctricos, insumos para la construcción en obras sanitarias, en las escuelas que hay que reparar, en los hospitales que hay que concretar, en la culminación de las rutas que se abandonaron desde 2017 o 2018 en adelante, o toda la flota de aviones que quedó parada y hay que hacerle todos los mantenimientos. Las tarifas, que hay que volver a ajustar porque quedaron congeladas hace un año; los alquileres, que se fue prorrogando el congelamiento pero llega un momento que no hay más remedio que volver a tocar los números a los contratos de alquileres, pero eso tiene que ir de la mano de los números de las paritarias del trabajo.

-Alberto Fernández afirmó que se está produciendo una recuperación veloz de la economía, ¿es así?

-La economía está creciendo mucho. Hay algunas ramas industriales que están creciendo hasta el 30 por ciento más en enero de lo que era enero de 2020, cuando no había empezado la pandemia. Otras el 17, otras el 23, otras el 35 por ciento. La industria de la construcción ha crecido notablemente privada y pública. Hay aumento en todas las ramas que derivan de la construcción, como la cementera o la industria del acero. Aquí se está recuperando las obras en instalaciones petroleras. Aumentó el 53 por ciento el patentamiento de vehículos en enero y eso implica tecnología de los motores, mecánica y electrónica, producción del caucho para las cubiertas, producción de componentes eléctricos. La industria petroquímica o la industria textil se empezaron a recuperar y la del biofármaco, que no se detuvo nunca. Con el trabajo virtual se empezó a movilizar mucho la industria del software, así como la producción de teléfonos, de smarts, de tablets, de todo el soporte informático y los créditos para que se puedan adquirir.

Se estimaba por parte del FMI y de la Comisión Económica de América Latina que la economía argentina iba a caer un 12 por ciento en 2020 y los indicadores del último trimestre mejoraron lo suficiente como que la economía cayó un 10 por ciento en promedio del Producto Bruto Interno. Algunas ramas más, otras menos. Cayó el turismo hasta el 4 de diciembre, pero este verano ha hecho un boom porque la población con recursos no pudo ir al extranjero. El turismo de enero fue un turismo de mucha plata. Veranearon en la cordillera familias que tradicionalmente se van al exterior.

-¿Cómo se está aplicando la ley del aporte extraordinario de las grandes Fortunas?

-Se está aplicando pero muchos de los aportantes han hecho maniobras con grandes estudios contables y jurídicos para querer gambetear este impuesto. Así lo ha denunciado días atrás (la actual titular de la AFIP) Mercedes Marcó del Pont. Así que requiere un trabajo muy minucioso de investigación por parte de la AFIP. Hay una opacidad en las declaraciones y una negación de fortunas que están afuera en países que son paraísos fiscales, entonces es difícil construir la información sobre cada uno de esos contribuyentes identificados. Se estimó un cobro total de alrededor de 300 mil millones de pesos. Estimo que para fines de marzo esto tendría que estar ordenado

-¿Hay consenso para aprobar la ley que sube el piso del pago de Ganancias?

-Ha habido algunas solicitudes especiales de parte de las agrupaciones gremiales, de trabajadores formales, de los gremios con mejores salarios que pugnaban por subir un poco más el mínimo. Quedó el bruto en 150 y el neto aproximadamente en 120 pero se estuvo negociando no incorporar las horas extras y los adicionales que tienen que ver con viáticos. Otro punto de discusión se planteó sobre los salarios de la región patagónica porque tienen zona desfavorable que hace subir el valor bruto. Para la Patagonia se sube un 21 por ciento, algo que ya estaba de antes y se mantiene. Hubo algunos comentarios de legisladores de la zona, como (Luis) Di Giáccomo, que decía que no estaba garantizado lo de la zona desfavorable y no es cierto. También hay una presentación de algunos legisladores de Juntos por el Cambio de eximir del pago a sectores de las fuerzas armadas y la seguridad. No sé qué tratamiento tendrá esto la semana que viene y qué articulación está haciendo el gobierno nacional con esos sectores.

-¿Ya la llamaron para aplicarse la vacuna?

-No. Yo me registré pero no me han llamado aún. Mientras eso no ocurre, tengo muy restringida la circulación y mi primer viaje largo de función fue el del otro día a Bariloche (participó de la comitiva que acompañó a Alberto Fernández en la visita al Invap), donde se garantizaron todos los protocolos y distancias. No sólo para proteger mi vida sino para respetar la tarea que estoy haciendo y la representación que tengo. No podría correr riesgos de no poder dar un dictamen, tener que ausentarme del trabajo por tener que estar internada en un hospital. Eso ya pasó con gente de la Cámara y no quisiera yo enfrentar esa situación.


 

29/07/2016

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