Entrevistas
25/10/2020

Telma Luzzani

“Los latinoamericanos están cansados del neoliberalismo”

“Los latinoamericanos están cansados del neoliberalismo” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La periodista y escritora sostuvo que “el proceso de soberanía que empezó a principios del siglo XXI” sufrió un “traspié” con el “gobierno de Macri y Bolsonaro en Brasil”, y ahora avanza hacia el cambio, confirmado por las elecciones en Bolivia. “Es una buenísima noticia enterrar la constitución de Pinochet”, indicó sobre el plebiscito en Chile.

Diego Colao

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Telma Luzzani, escritora y periodista especializada en asuntos internacionales, sostuvo que el triunfo de Luis Arce en Bolivia fue un “urnazo” y agregó que si a “la elección en Argentina de Alberto Fernández” se le suman “las  movilizaciones en Chile, en Colombia, viene a confirmar que los latinoamericanos están cansados del neoliberalismo, no lo quieren más”.

“El neoliberalismo estaba llamado al fracaso porque cualquier política que restringe la vida de la gente, que los hace más pobres, que los hace padecer más carencias y enriquece a un grupo de 1% me parece que necesariamente, más temprano que tarde, tiene que ir al fracaso”, definió Luzzani en diálogo con Va Con Firma.

La periodista indicó que “fue un error” el voto de Argentina en la ONU sobre Venezuela y consideró que la reciente declaración de Alberto Fernández sobre la necesidad de reconstruir el Unasur “es el camino, porque hay una gran diferencia con el Grupo Lima”.

Sobre el plebiscito del domingo en Chile para reformar la Constitución, opinó que “es una buenísima noticia enterrar la constitución de Pinochet”, y aclaró que da “por sentado que una gran mayoría va a decir que sí”; aunque señaló la importancia de la segunda pregunta que define si se va a “hacer una asamblea constituyente, con miembros que sean elegidos por el pueblo en otra votación” o será una “asamblea mixta donde va a haber mayoría de políticos”.

-¿Cómo analiza el panorama regional luego de la victoria de Luis Arce en Bolivia?

-Fue un urnazo, diríamos acá. Primero hay que recordar que ese cambio que hubo en Bolivia tuvo que ver con un golpe de Estado, no con una decisión popular. En Bolivia no podemos hablar de cambio sino de continuidad porque si hubiera habido democracia, transparencia, el año pasado, hubiera ganado Evo, el Mas. A nivel regional creo que la elección en Argentina de Alberto Fernández ya indicaba un cambio, y me parece que, si le sumamos las movilizaciones en Chile, en Colombia, viene a confirmar que los latinoamericanos están cansados del neoliberalismo, no lo quieren más. En ese sentido, en una perspectiva más amplia, yo creo que el proceso que empezó a principios del siglo XXI, un proceso de soberanía, de integración regional, tuvo un traspié, que podemos verlo como una anomalía, con el gobierno de Macri y con lo que está pasando en Brasil con Bolsonaro. La anomalía es querer volver al neoliberalismo y me parece que el proceso, es un proceso hacia el cambio, que ahora se está confirmando con lo de Bolivia.

-¿Es también un fracaso económico del neoliberalismo?

-El neoliberalismo estaba llamado al fracaso porque cualquier política que restringe la vida de la gente, que los hace más pobres, que los hace padecer más carencias y enriquece a un grupo de 1% me parece que necesariamente, más temprano que tarde, tiene que ir al fracaso. A veces falta tiempo para que eso se demuestre y como tenés los medios de comunicación en contra, los grandes medios hegemónicos que te dicen todo lo contrario de lo que realmente está pasando, hasta que la gente se da cuenta de que efectivamente el neoliberalismo es una catástrofe, lamentablemente a veces tiene que pasar más de una década. Creo que efectivamente el fracaso que nombrás existe y está en la naturaleza del neoliberalismo.

-Las elecciones de Bolivia dejan un gran cuestionamiento a la OEA y a Luis Almagro. ¿Cómo ve este pedido de Evo Morales para que renuncie?

-Me parece que es buenísimo. No me lo esperaba y agradezco que un ex presidente como Evo Morales tome la delantera porque la realidad es que estábamos viendo muchas irregularidades en la Organización de Estados Americanos y una impunidad tremenda, porque si ese organismo es un organismo de todos los países, que supuestamente esta creado para favorecer a la integración y a todos los países que lo componen, que de repente haya un secretario general que se obstina con Venezuela, con Cuba, con Nicaragua, y que deja pasar las muertes que hay en Colombia. En lo que va del 2020 en Colombia hay casi 300 muertes de personas que son luchadoras por los derechos humanos, las matan a quemarropa y no pasa nada, los ciegos que ha dejado la represión en Chile, y no dicen nada. Hay una doble vara muy perjudicial, así que espero que otros dirigentes lo sigan a Evo Morales.

-¿Que opina de las declaraciones del presidente Alberto Fernández sobre la necesidad de revitalizar el Unasur?

-Es una excelente iniciativa por parte de Alberto Fernández. El presidente electo de Bolivia Luis Arce habló de eso en una entrevista y creo que es el camino porque hay una gran diferencia con el Grupo Lima. ¿El Gripo Lima que institucionalidad tiene? Se juntaron 12 países, pusieron la bandera detrás, firmaron una declaración que se llama la declaración de Lima pero no hay un tratado, no hay una ratificación de los congresos, no hay nada a nivel institucional real. El Unasur se reunió varias veces, se firmó un acuerdo entre los países y ese acuerdo se sometió a los congresos de cada país. El Grupo de Lima fue una presión de los Estados Unidos para atacar a Nicolás Maduro. Lo dijo Alberto Fernández el otro día. Entonces es patético que nos juntemos un grupo de amigos para hacerle bullying a un tercero, no corresponde.

-¿Le parece que el último voto de Argentina sobre las elecciones en Venezuela alejándola del Grupo de Lima empieza a configurar este otro camino?

-Creo que el anterior voto fue un error garrafal. El Grupo Lima no tiene ningún tipo de autoridad como para decir qué es lo que hay que hacer o no en un país que es soberano como Venezuela. Entonces esta última votación retomó el camino que tradicionalmente tiene la Argentina que es no tener injerencia en las decisiones políticas de cada país, dejar que cada pueblo se autodetermine y si hay un inconveniente aportar todas las mediaciones, las posibilidades para el diálogo. Pero no decirle a la gente de Venezuela qué es lo que tiene que hacer.

-¿Cómo analiza el plebiscito del domingo en Chile?

-Me parece que es una buenísima noticia enterrar la constitución de Pinochet, en sí mismo es glorioso para los chilenos. El plebiscito tiene dos preguntas y la más importante es la segunda. La primera es si usted quiere o no modificar la Constitución, doy por sentado que una gran mayoría va a decir que sí. Y la segunda, es la que tiene el secreto de esta votación, porque es como van a modificar esta constitución, si se va a hacer con una asamblea constituyente, con miembros que sean elegidos por el pueblo, en otra votación y donde puede haber un político, un maestro, un empleado de comercio, los constituyentes que se vayan presentando y representen a distintos sectores populares. Y además va a ser paritario, va a tener mitad mujeres y mitad varones. Y la otra opción, que yo creo que no es la mejor, una asamblea mixta donde va a haber mayoría de políticos y el resto es elegido especialmente para cambiar la constitución, y no es paritario, va a tener más presencia masculina que femenina. 

-¿Qué prevé para las elecciones de febrero en Ecuador? 

-Todavía es un poco pronto para hacer una proyección, pasan tantas cosas que a veces cuesta imaginarlo. Creo que viendo la impopularidad que tiene el presidente Lenin Moreno, que es el más bajo de la historia de Ecuador o algo por el estilo, creo que le va a ir bien al binomio Aráoz Rabascall. Es importante también la elección del 3 de noviembre en Estados Unidos, no porque vaya a ser una diferencia si gana un demócrata o un republicano, para nosotros es lo mismo, pero se va a distender un poco. En este momento Estados Unidos, a pocos días de las elecciones, está metiendo mucha presión en muchos países y tratando de probar cosas, de probar que manejan bien esto o lo otro, y me parece que distorsiona la política. Después del 3 de noviembre va a haber un poquito más de aire para respirar y vamos a poder mirar el escenario político regional con más tranquilidad.

-¿No hay diferencia en cuanto a políticas hacia América Latina si gana Trump o Biden?

-No creo, porque Estados Unidos tiene objetivos e intereses en general, no tiene posiciones tan distantes en relación a política exterior. Los gobiernos de Obama incluso el de Clinton han sido tremendamente agresivos con respecto a nuestros países. De hecho el decreto presidencial contra Venezuela; que Venezuela era un país muy peligroso para Estados Unidos surgió durante el gobierno de Obama. No hay grandes diferencias para nosotros. Estados Unidos está en una crisis grande, externa e interna. Es una potencia en declinación con un rival que cada día se aproxima más al nivel de competencia y esto lo tiene muy preocupado. Y a nivel interno vemos grandes movilizaciones, porque hay represión, una crisis sanitaria muy grave, desempleo que está tocando límites históricos como en 1929, como en la gran crisis económica de ese país, entonces estamos viendo que internamente tiene muchos problemas.

29/07/2016

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