El dos veces gobernador y líder de la corriente mayoritaria del MPN Jorge Sapag, no está dispuesto a reaparecer en el 2023 ni tampoco a pujar por una banca en las legislativas del año próximo. Aunque se considera joven y en buen estado de salud, prefiere que las nuevas camadas de dirigentes de su partido tomen el relevo. Eso sí, no le disgustaría aconsejar si se lo piden.

Cuando se le preguntó por Mariano Gaido, Marcos Koopmann o Pablo Gutiérrez Colantuono, algunos de los nombres que más suenan para la sucesión de Omar Gutiérrez, Sapag dijo que muchos tienen posibilidades, pero que es temprano para hablar del candidato a gobernador del MPN para 2023.

Respaldó la consulta que plantea el Consejo Consultivo Plural del gobierno provincial, pero dejó sentado que más allá de la amplitud de la consulta es necesario “un órgano ejecutivo que lleve a la realidad práctica lo que se vaya deliberando”.

En una extensa entrevista, Sapag elogió a Alberto Fernández y se declaró “exultante” por su exitosa renegociación de la deuda que, dijo, “deja a la provincia muy bien posicionada” para negociar la propia.

Admitió que hay falta de sintonía con algunas decisiones sobre la política petrolera y sostuvo que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, “debe tomar las riendas” y consultar a las partes involucradas.

Relativizó el nivel de endeudamiento externo de la provincia. “La pandemia va a pasar y Neuquén tiene un porvenir brillante por delante, más allá de su situación particular hoy que sus ingresos no alcanzan para atender todas las obligaciones”, sentenció.

-Gutiérrez no tiene reelección, ¿Jorge Sapag puede volver en el 2023?

-Yo pasé la posta con el sentido de que las nuevas generaciones la tomen. Cumplí 69 años hace algunos días y me siento bien estoy bien de salud pero creo que tenemos que darles a las nuevas dirigencias la posibilidad. A mí me gustaría estar de consejero si me lo piden, por lo que significa la experiencia.

La experiencia que uno puede acumular a través de los años es muy importante para la toma de decisiones y en algunas culturas existía el consejo de los ancianos que es muy saludable. Se decía un año más viejo un año más sabio. Más allá de que no me siento viejo, eso depende de lo que uno sienta en el corazón.

-De los hombres jóvenes a los que se les pasó el relevo, ¿cuáles son los nombres que más le gustan, Gaido, Koopmann, Pablo Gutiérrez Colantuono?

-Yo creo que muchos, todos tienen posibilidades pero esa es una decisión que se tomará una vez que salgamos de la pandemia, calculo que en marzo estaremos en carreras para las legislativas del año que viene pero para 2023 es muy temprano para decir quién puede ser el candidato del MPN.

-¿Los cargos legislativos a usted no le interesan?

-No, no, estamos en contacto con mi hermana (la diputada nacional Alma “Chani” Sapag) y me gusta porque me hace acordar a la época en que con mi padre compartimos 10 años en el Senado como asesor honorario.

-Lo del Consejo Consultivo Plural para la pospandemia, ¿es una idea bien enfocada o es algo tan amplio que resulta inasible?

-Yo creo que está bien. Todo lo que sea captar y escuchar la opinión de todos los sectores está muy bien. Lo importante es que todos esos consejos y esas opiniones que se colectan a los efectos de enfrentar un tema como la pandemia tienen que tener ejecutividad y un órgano ejecutivo que lleve a la realidad práctica lo que se vaya deliberando. Me acuerdo cuando era estudiante universitario, las deliberaciones en las asambleas eran eternas y lo que importaba era la comisión redactora, allí donde se daban las conclusiones finales…

-Recientemente una calificadora de riesgo le puso una mala nota a la deuda neuquina. ¿Cómo toma eso?

-No soy el gobierno obviamente porque estoy con mandato cumplido. Pero con respecto a los acreedores internacionales, Neuquén durante los últimos 20 años ha ido teniendo una deuda producto de su crecimiento como Estado. Una población que creció del 2010 al 2020 de 400.000 a 800.000 habitantes, lo que obliga a dar una respuesta en salud, en educación y también en seguridad. Quiere decir que el Estado va creciendo para responder a una demanda de la sociedad. Los ingresos, por lo menos hasta el 2012 cuando se inicia todo el tema de Vaca Muerta, no se multiplicaban. Entonces esta deuda era necesario sostenerla para atender al Estado. La deuda pública neuquina, cuando yo asumo (2007), era muy parecida. Estábamos aproximadamente en unos 700 millones de dólares, y podemos decir que hoy es un poco más que eso. No ha variado sustancialmente. Pero lo que sí ha variado es la producción de petróleo y de gas, a raíz del descubrimiento de los no convencionales en Vaca Muerta. Entonces Neuquén, que tiene un Producto Bruto de unos 6.000 o 7.000 millones de dólares, por todo concepto, tiene una deuda de 700 y 800 millones de dólares en lo que está incluida la deuda con los organismos internacionales, como el BID, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento. Quiere decir que tener una deuda del 10% o 15% del PBI es una deuda razonable. Obviamente que uno quiere no tener deudas, sería lo ideal. La Nación, en cambio, tiene una deuda casi igual al total de su Producto Bruto Interno.

-¿El hecho de que la Nación haya alcanzado un acuerdo con los tenedores externos de bonos mejora las condiciones de negociación de Neuquén para reestructurar su propia deuda?

-Es encomiable el trabajo de (el ministro de Economía) Martín Guzmán con el presidente de la Nación es un beneficio de 33 mil o 35 mil millones de dólares, hay que darle la importancia que tiene, para el país, para la provincia de Neuquén y para los empresarios y para las inversiones en la provincia.

El acuerdo del gobierno de la Nación con sus acreedores, es el que posiciona a la provincia de Neuquén muy bien con sus bonos, que tienen como garantía las regalías de petróleo. Esa garantía hace que lo que podríamos llamar el “riesgo Neuquén” es mínimo. Entonces, la Provincia queda muy bien posicionada ahora para lograr más plazos.

-Hay quienes dicen: si la provincia tiene la renta petrolera, Vaca Muerta, etcétera, ¿había tanta necesidad de endeudarse? El ejemplo más a mano es “Pechi” Quiroga que siendo intendente, aunque de derecha, no endeudó a la ciudad.

-Las finanzas de una ciudad son distintas a las de una provincia. Porque la ciudad no tiene la responsabilidad de la masa salarial estatal, que es creciente, las escuelas, los hospitales, las comisarías y todas las obligaciones del Estado provincial. Es distinto. Por ejemplo el municipio tiene la misma planta de personal que hace diez años, o sea la cantidad de empleados públicos que tiene el municipio es la misma. Y si la provincia mejora sus regalías o su producción de petróleo eso impacta directamente en el municipio.

La provincia en la gestión mía hizo dos reformas fiscales que mejoraron muchísimo la recaudación, y eso hizo que los municipios mejoraran también su recaudación. Por eso que se solucione el problema de la deuda nacional como nos estamos enterando y que se solucione el problema de la pandemia, que se va a solucionar a partir de que aparezca una vacuna -que pensamos que puede ser en el último trimestre de este año o el primero del que viene-, y que se solucione el problema de la economía mundial y mejore un poco el precio del petróleo en el mercado internacional, Neuquén puede pasar de 160.000 barriles diarios, tranquilamente al doble, 320.000 barriles.

Eso duplicaría las regalías que recibe la provincia, lo cual significaría que la provincia podría pagar tranquilamente su deuda y atender sus obligaciones. La pandemia va a pasar y Neuquén tiene un porvenir brillante por delante, más allá de su situación particular hoy que sus ingresos no alcanzan para atender todas las obligaciones.

-A pesar de las buenas relaciones con el gobierno nacional, el otro día la senadora “Chani” Sapag le hizo algunas críticas al jefe de Gabinete Santiago Cafiero. ¿No hay un acuerdo total con la política petrolera nacional?

-Hay algunas desavenencias internas entre algunos funcionarios de distintas jerarquías con las decisiones que se toman en la cúpula del gobierno nacional. Ahí yo no quiero entrar en las desavenencias pero creo que sí hace falta, y esto es lo que manifestó mi hermana como diputada, que el jefe de Gabinete tome las riendas de manera que no haya estos desencuentros.

Me estoy refiriendo a algo que usted todo en su comentario del domingo acerca de la decisión de iniciar una causa penal contra funcionarios del gobierno anterior y al mismo tiempo plantear la derogación en el Senado del DNU 1053 del gobierno anterior referido al tema del gas. Este tema es para resolver en el gabinete nacional. El principal perjudicado en el 70% es YPF y el Enargas, YPF en un 40 y Enarsa (hoy Iersa) en un 30%. No es que esto perjudica solamente a las empresas privadas productoras y transportistas sino que perjudica a YPF que está parada en este momento. Ha bajado todos sus equipos, tenía 14 trabajando y en este momento no tiene ninguno y tenemos 20 mil trabajadores en las casas.

-Bueno pero no se puede dejar de ver que aquella decisión de Aranguren de dolarizar las tarifas hizo impagables para los usuarios las facturas del gas…

-Ese es un tema distinto a esta consideración sobre la impugnación del DNU 1053. Acá hay tres posibilidades para pagar el gas: que lo pague el Estado nacional, el usuario, la provincia o los productores. Lo que debería ser la tarifa es un renglón aparte, hay que hablarlo mucho y yo entiendo que tiene que ser un precio razonable.

El gobierno nacional tiene que ver cómo maneja el tema de las tarifas del gas que es la misma discusión del precio del barril de crudo con respecto al precio en el surtidor. Cuánto se paga el producto gas en boca de pozo y cuánto en la tarifa por los distintos segmentos de consumidores. Está el que genera energía eléctrica el del transporte público, etcétera. Que el gas pueda segmentarse en los distintos mercados como para poner el precio justo y razonable como dice la Corte Suprema de Justicia.

Pero sin lugar a dudas tenemos que poner en marcha la rueda, producir y para hacerlo tenemos que dar la tranquilidad de que se puedan cobrar las acreencias hay quienes tenían acreencias de un plan gas que se implementó en su momento y tiene derecho a cobrarlo si no lo cobra no tiene caja y si no la tiene no puede perforar y si no lo hace tenemos los problemas que tenemos en este momento que estamos parados.

Apareció un funcionario que dijo yo no quiero ir para ese lado  quiero ir para otro, porque quiero hacerle una causa penal a Aranguren. Bueno, está bien ese tema se analiza aparte pero lo que no podemos es tener frenado el país, porque inmediatamente que aparece esa denuncia penal los funcionarios actuales dijeron no se paga una cuota más del plan hasta que no quede claro como es el tema. Estamos hablando de miles y miles de millones de pesos.

-¿Cuál es su opinión sobre Alberto Fernández?

-Cuando era el jefe de Gabinete de Néstor Kirchner tuvimos mucho diálogo e interacción. Es una persona que está muy preparada. Un día como hoy (por ayer) yo estoy exultante y feliz porque ha tomado una decisión muy importante que le hace bien a la República. Yo tengo un excelente concepto de Alberto y de él como gobernante sabe tomar decisiones y sabe de qué se trata.

-¿Está de acuerdo con la reforma judicial?

-Me parece que una reforma judicial que signifique ampliar los juzgados o ampliar los miembros de la Corte está bien porque hay tanto trabajo acumulado que no veo que haya por qué discriminaciones partidarias en contra de quien ganó las elecciones para gobernar. El presidente tiene derecho a plantear las reformas necesarias para que el gobierno sea más eficaz y más eficiente. No le veo sustento a criticar por criticar, así que me parece bien.

-¿Cómo le cae que el ex presidente Macri se vaya de golpe y porrazo a Francia?

-Son momentos para estar al pie del cañón, incluso desde la oposición, no es momento para estar girando por el mundo. Creo que son tiempos en los cuales se requiere de todos para encontrar soluciones. Pero forma parte de la libertad de circulación de cada uno y está en su derecho. Lo que sí, pienso que esa libertad para circular la hace en detrimento de su capital político.

-Usted acaba de celebrar la renegociación de la deuda por parte de Alberto Fernández, ¿le parece que fue necesaria la deuda que contrajo Macri?

Creo que fue un innecesario abultamiento de la deuda, que convengamos que había deuda de gobiernos anteriores, pero fue innecesariamente abultada por el gobierno de Macri que no tuvo la inteligencia ni de controlar la inflación, ni de conservar las divisas ni de hacer que esas divisas se pusieran al servicio del resurgimiento de la República. Creo que fracasaron estrepitosamente en los que ellos decían que más sabían, que era la economía.