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07/06/2020

Anticuarentena

"La oposición muestra su canibalismo político”

"La oposición muestra su canibalismo político” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El diputado del Frente de Todos Hugo Yasky sostuvo que los dirigentes opositores especulan “con la idea de que se dispare el número de muertos”. Confirmó que “existe la voluntad política” dentro del espacio para gravar a las grandes fortunas y dijo que luego hay que “definir una reforma tributaria”.

Diego Colao

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Hugo Yasky, diputado nacional del Frente de Todos y secretario general de la CTA de los Trabajadores criticó a la oposición porque “está haciendo una jugada que demuestra el canibalismo político al que pueden llegar” y señaló que “están especulando con la idea de que si de pronto se dispara el número de muertos esto va a significar un duro golpe político para el gobierno”.

Como uno de los impulsores del impuesto a las grandes fortunas, el diputado aseguró a Va Con Firma que “está ya prácticamente definido en el Frente de Todos” y que existe la “voluntad política de los distintos sectores que lo componen de impulsarlo”.

“Es importante este impuesto como un punto de partida hacia la formulación y resolución de un tema que es clave y nodal para el futuro de la Argentina que es definir una reforma tributaria en la que realmente dejemos de tirar todo encima de los que consumen”, consideró Yasky y remarcó que el país “tiene un esquema tributario” donde “pagan más lo que menos tienen y hay que ir hacia un sistema más justo”.

Para Yasky, luego de la pandemia “todo tendría que cambiar” y tendríamos “que empezar a hablar de un mundo que revalorice el papel del Estado, donde definitivamente la falacia de que lo privado siempre es mejor que lo público para resolver los problemas de la sociedad se deje de lado”.

Aunque advirtió que “esto va a depender de la fuerza del movimiento popular” porque “lamentablemente todo está jugado para que otra vez los platos rotos los paguen los que menos tienen; esa va a ser la pulseada que viene”.

-¿Cómo ve la situación que generó la pandemia y como se está manejando en el país?

-El gobierno nacional decidió un camino que comparando con los números de víctimas fatales que registran por la pandemia Brasil, Chile, Perú, Ecuador y otros países de América Latina, incluso Estados Unidos, privilegió la preservación de la vida de los ciudadanos y ciudadanas. Cierto es que con un costo económico que se mide en términos de desempleo, de caída de la economía, pero que ya tenía previamente un país en crisis, casi quebrado, que es lo que había dejado el gobierno de Mauricio Macri. Lo que viene por delante en la Argentina y en la región va a ser una tarea muy dura para reactivar la economía y hay que seguir poniendo recursos como lo está haciendo el gobierno nacional para sostener la situación de los sectores más postergados, que son los más frágiles en esta coyuntura, que son los que hay que proteger y que lamentablemente son aquellos sectores que están sufriendo las peores consecuencias como lo vemos en las barriadas pobres del conurbano y en las villas de la ciudad de Buenos Aires.

-¿Qué opina del acuerdo de la CGT con la Unión Industrial por las suspensiones de empleados que se volvió a extender la semana pasada?

-Es un mal necesario. En la medida en que hay muchas empresas que hoy están pagando el 75% del salario con esos recursos, que son recursos fiscales, las ATP (programa de Asistencia de emergencia al Trabajo y la Producción). Hacerlo por parte del gobierno responde a una lógica que compartimos absolutamente, que es evitar que el vínculo laboral se extinga. Si el empleo se pierde eso no tiene vuelta atrás. No hay manera de recuperar los empleos perdidos en lo inmediato porque vamos a tener un país con una caída brutal de todas las variables que uno quiera tomar de la actividad, producción industrial, volumen de comercio, etc. Es necesario hacerlo. Por supuesto hay situaciones de abuso como la que hemos visto cuando Techint tomó parte de esos recursos y terminó pagando también salarios de línea gerencial. Pero ahí el gobierno corrigió, enmendó la resolución inicial, le puso una serie de condicionamientos que las empresas no podían por ejemplo repartir dividendos, que no podían remesar dólares al exterior y se está viendo ahora como muchas de esas empresas han devuelto las ATP, incluido el grupo Techint, porque evidentemente con esas condicionalidades no tenía sentido para ellos utilizarla. Se vio claro que especulaban con recursos fiscales en un momento en que muchas pymes que sí necesitan esos recursos para sobrevivir, les cuesta acceder a ellos.

-¿Cómo analiza lo que pasa con la oposición? ¿También están especulando?

-La oposición está haciendo una jugada que demuestra el canibalismo político al que pueden llegar, porque en una situación como esta uno esperaría otra actitud. Pero están especulando con la idea de que si de pronto se dispara el número de muertos esto va a significar un duro golpe político para el gobierno, están especulando con demostrarle a los grupos de los poderosos sectores vinculados a los agronegocios, a las financieras, a los grandes pooles empresarios del comercio, que ellos son los que levantan su mandato y exigen reapertura indiscriminada. Y la verdad que en ese sentido dejan mucho que desear. Lo demostraron cuando se levantaron del Senado sin votar la ley de alquileres. Una ley muy equilibrada que pone algunos pisos de derechos que antes no existían para los inquilinos pero que preserva determinadas garantías para los locatarios y retirarse del recinto de la manera que lo hicieron, escandalosamente, dejando a muchos argentinos que están en vilo con el tema de los alquileres en un momento sin respuesta, demuestra hasta qué punto especulan y hasta qué punto toman distancia de los intereses de los sectores populares.

-¿En que instancia está el impuesto a las grandes fortunas? ¿Hay muchas presiones?

-Está claro que hay muchas presiones, basta ver los grandes diarios de Buenos Aires cuyos dueños serían parte de los que tendrían que pagar ese impuesto titulando esa iniciativa como impuesto de la polémica, o polémica iniciativa del gobierno. Y si hay algo que no tiene ese impuesto es polémica porque un 75% del pueblo argentino apoya y cree necesario que en esta circunstancia extraordinariamente difícil en que vivimos, lógicamente los sectores que pueden, los que más pueden, aporten una parte de sus fortunas acumuladas. En ese sentido, porque existe ese apoyo de la población, no lo van a poder parar, está ya prácticamente definido en el Frente de Todos, hay voluntad política de los distintos sectores que lo componen de impulsarlo, y el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda ya lo tiene redactado. Es un impuesto que va a grabar a unas 12.000 personas poseedoras de fortunas de un piso altísimo, ningún ciudadano común se puede imaginar que ese piso lo puede llegar a tocar, estamos hablando de 200 millones hacia arriba, es un piso muy alto y eso demuestra claramente que va a estar circunscripto a un sector que representa un porcentaje ínfimo que  tendría que pagarlo. Es importante este impuesto como un punto de partida hacia la formulación y resolución de un tema que es clave y nodal para el futuro de la Argentina que es definir una reforma tributaria en la que realmente dejemos de tirar todo encima de los que consumen. Porque la Argentina tiene un esquema tributario absolutamente horizontal, pagan más lo que menos tienen y hay que ir hacia un sistema más justo.

-¿Cree que el gobierno va a avanzar en esa reforma?

-Es una necesidad, y el gobierno lo tiene en mente porque también sabe que van a hacer falta una cantidad de recursos para reactivar la economía a través de un envión que hay que darle a la obra pública en todo el país, hay que darle crédito a las pequeñas empresas para que inmediatamente empiecen a producir, hay que pensar en créditos accesibles a la gente común para que pueda prenderse en esa rueda del consumo; y esto necesariamente se va a hacer con inversión que tiene que surgir sobretodo del empuje del Estado. Ojalá después se sumen empresas por sí mismas a mover la rueda. Pero el Estado tiene que dar el envión y eso necesariamente significa contar con recursos, que no los podemos esperar del cielo como cuando Macri hablaba de las inversiones que iban a llegar y nunca llegaron.

-¿Cómo ve la pandemia a nivel global, en relación al mundo del trabajo, al mundo capitalista, cree que va a haber cambios sustanciales?

-Tendría que haber grandes cambios. Tendríamos que empezar a hablar de un mundo que revalorice el papel del Estado, de un mundo donde definitivamente la falacia de que lo privado siempre es mejor que lo público para resolver los problemas de la sociedad se deje como una gran mentira al costado del camino. Reconstituir la trama social significa hoy y después de esta experiencia, que sabemos que se puede volver a repetir de otra manera, tener fuertes y bien equipados sistemas de salud. En nuestro país el sistema de salud quedó destruido, no solo simbólicamente cuando desapareció el ministerio. Desapareció todo lo que tenía que ver con el sistema de salud. Lo que quedó en las provincias fue por decisión de los gobiernos provinciales, si hubiese sido por la Nación hoy no teníamos nada. Reconstituir el sistema educativo, tener un Estado eficiente, fuerte, invertir en ciencia y tecnología, llegar a la conclusión que nos muestra la pandemia, que el mundo se paraliza cuando el mundo del trabajo y de la producción se paraliza. Las finanzas siguen funcionando igual, siguen teniendo márgenes de ganancia de 15 puntos contra el margen de ganancia de la inversión productiva, que es de 3. Pero el mundo se paraliza, Wall Street funciona a mil, pero el mundo está paralizado porque los trabajadores no están pudiendo producir. Si partimos de esa base todo tendría que cambiar. Esto va a depender de la fuerza del movimiento popular. Acá y en el mundo, no va a haber cambios si no hay un pueblo organizado, movilizado, si no hay una agenda que unifique a los sectores populares y nos permita avanzar y traccionar esos cambios con la presencia movilizada y organizada del pueblo. Lamentablemente el poder de los lobbys, los medios de comunicación que le pertenecen a esos grupos, las grandes instituciones financieras internacionales, todo está jugado para que otra vez los platos rotos los paguen los que menos tienen, esa va a ser la pulseada que viene.

29/07/2016

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