Entrevistas
24/05/2020

Roberto Bacman

“Larreta ha decidido ser candidato a presidente en el 2023”

“Larreta ha decidido ser candidato a presidente en el 2023”  | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El analista político y director de la consultora Ceop Latam evaluó que el jefe de gobierno porteño “se juega a ser presidente” y dijo que no cree que Macri quiera volver. Sostuvo que la principal preocupación de la gente “es la laboral”. Que “el gran desafío del presidente es la economía”.

El sociólogo y analista político Roberto “Tito” Bacman señaló que “la pandemia le corrió la cancha a muchos actores” y que “Alberto Fernández” tuvo la “habilidad política” de “leer rápidamente lo que estaba pasando”.

En cuanto al papel de la oposición, Bacman aclaró que con la pandemia “automáticamente se divide” porque “no es lo mismo la oposición que gobierna en ciertos distritos” como en “San Isidro, Vicente López, Lanús o Tres de Febrero” donde “nadie quiere que le carguen los muertos” y que el “ala más dura de la oposición, lo que podríamos llamar núcleo duro Pro, que intentó por todos lados poner alguna distancia con el gobierno”.

 “La economía subyace, es un desafío para el gobierno, la gente todavía le está dando cuerda al gobierno y está esperando que venga un nuevo modelo económico”, indicó en diálogo con Va Con Firma aunque advirtió que “la economía argentina ya venía en problemas” porque “en el mes de febrero, el PBI cayó un 2,2%”.

El director de la consutora Ceop Latam sostuvo que “hoy la principal preocupación de la gente dejó de ser la inflación y el principal problema pasó a ser el laboral”.

Para Bacman, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta “ha decidido ser el candidato a presidente del año 2023” y tiene “un acuerdo con María Eugenia Vidal para eso”.

Consideró que Rodríguez Larreta “tiene la mejor imagen de todos los dirigentes de Juntos por el Cambio” aunque destacó que “las imágenes así como crecen se van para abajo”.

-¿Cómo analiza la actualidad política en esta situación extraordinaria?

-La pandemia le corrió la cancha a muchos actores. El gobierno nacional, Alberto Fernández, leyó rápidamente y esta fue la habilidad política, de leer lo que estaba pasando y la necesidad de llamar a una pronta cuarentena con el riesgo que esto tiene también. Al armar la cuarentena tan rápido, en un país de 44 millones de habitantes como la Argentina y todos los problemas de inequidad social que hay; la enfermedad una vez que se horizontaliza, que entra, se hace comunitaria, avanza hacia esos lugares. Estoy hablando de las villas, de las cárceles, de los geriátricos. Son cosas que pasaron en todo el mundo. Y esto ha hecho que esta cuarentena sea un poco larga. Probablemente dure lo que dura en todas partes, no va a tener una solución definitiva hasta que no haya vacuna. Pero lo que sí sabemos que logramos, que era el objetivo de epidemiólogos, del ministro de Salud, y del presidente, es achatar la curva, alargarla en el tiempo para que el sistema de salud esté preparado para resistir el pico. Aunque el ministro Ginés González García declaró que todavía no estamos en el pico. 

-¿Cómo ve a la oposición?

-Esto genera un clima político muy particular, porque no por una acción organizada de gobierno sino por una realidad, la oposición automáticamente se divide. No es lo mismo la oposición que gobierna en ciertos distritos, saquemos Mendoza que es bastante particular, porque Cornejo declara una cosa y Suarez no declara nada. El tema de conducir una pandemia en un distrito tan complejo como la ciudad de Buenos Aires, me refiero a Rodríguez Larreta y las críticas que tiene de estar tan cerca del presidente. O de conducir la pandemia en localidades como San Isidro, Vicente López, Lanús, Tres de Febrero, las que están en manos de Juntos por el Cambio. Y es distinta la actitud porque nadie quiere que le carguen los muertos, como se dice en política. Entonces hay que cuidar a la gente, hay que evitar que la gente se contagie, a menor contagio más tranquilidad. Y acá empieza la gran lucha política de estos momentos de la oposición que es cómo posicionarse frente a esta realidad donde el presidente llega a tener prácticamente 80% de imagen positiva, oscila entre 78 y 82%. Imagínense lo que es eso en un presidente que asumió con 60%, 62% en el mejor momento de imagen positiva y esto presionado por la aprobación que la gente tiene sobre la actuación del presidente frente a la pandemia, llegó a tener 90% de aprobación. Esto significa que opositores, oficialistas e independientes generaron esto. Esto define la política actual y se le hace bastante difícil el camino al ala más dura de la oposición, lo que podríamos llamar núcleo duro Pro, que intentó por todos lados poner alguna distancia con el gobierno. Lo hizo rápidamente con el tema de las cárceles, consiguió un cacerolazo importante, el único importante. Se hizo público que hubo muchas fake news que incluso estuvieron en tapas y portales de diarios, de que eran presos que habían salido recientemente y salieron a robar y en realidad eran presos liberados hace más de 6 meses. Con eso no pasó nada, y después fracasaron en todas las demás. La de los libertarios liberales que intentaron hacer una marcha de los barbijos y otros cacerolazos que no funcionaron porque la gente tiene mucho miedo.

-¿A cuál de los dos beneficia más la cercanía de Rodríguez Larreta con el presidente?

-Me parece que hoy Larreta ha decidido ser el candidato a presidente del año 2023. No tiene reelección en Buenos Aires. Su carrera política podría ser esperar un poco más, ir al Congreso, aunque es riesgosísimo. O sea que se juega a ser presidente, no creo que Macri quiera ser presidente nuevamente, por la postura que tiene estos días, muy lejana, metido en un tema más futbolístico. Y dentro del núcleo duro Pro no veo tampoco algún candidato, no creo que Pichetto sea candidato presidencial, no creo que Patricia Bullrich sea candidata. La gente de Lilita está muy lejana del Pro núcleo duro, los diputados están bastante enojados con lo que dice la gente del Pro, ellos aprueban esta cuarentena. Larreta está pensando en el 2023, tiene un acuerdo con María Eugenia Vidal para eso. Vidal siendo consciente que debería haber una debacle económica para que ella pueda volver a ser candidata en la provincia de Buenos Aires. Un gran fracaso económico de este gobierno la podría catapultar nuevamente, pero con el peronismo unido en la provincia de Buenos Aires es imposible. Se vio el año pasado. Quizás María Eugenia Vidal revea su carrera pensando más en una dirigencia nacional. No mide mal Vidal a nivel nacional, tampoco mide mal Larreta a nivel nacional. Tiene la mejor imagen de todos los dirigentes de Juntos por el Cambio. De cualquier manera, las imágenes así como crecen se van para abajo. Esto es muy dinámico y vivimos en una situación de mucha dinámica con esta pandemia. La economía subyace, es un desafío para el gobierno, la gente todavía le está dando cuerda al gobierno, está esperando que venga un nuevo modelo económico, lo necesita la Argentina y lo sabe también el presidente.

-Habiendo el gobierno de alguna manera manejado el escenario de la pandemia, ¿Lo que le queda es la economía?

-No le quepa la menor duda. Y el presidente lo sabe, porque siempre dijo yo no prometo, me comprometo, para diferenciarse. El gobierno de Macri desde 2015 hasta 2018 fue un gobierno de expectativas, tenía buena imagen, volvió a ganar elecciones en el 2017 cuando la economía no estaba bien, pero generaba mucha expectativa en la gente. La promesa de Macri tenía mucha llegada. Hablaba de manera genérica, del cambio como algo cultural, de derrotar la inflación como algo muy sencillo, pero no presentó un programa económico, prometió, generó expectativa y manejó muy bien la expectativa en el contexto de una campaña donde lo que más se movilizaba era el odio. Hoy el presidente cuando planteó que se compromete, el compromiso del presidente, hablando de contrato social, pacto social, en un contexto más peronista del discurso de Alberto Fernández, él se comprometió a encender la economía. Y hoy la principal preocupación de la gente dejó de ser la inflación, el principal problema pasó a ser el laboral. No solamente por perder el empleo, por la falta de trabajo. Laboral en el sentido de que hay que encender en serio la economía. Aquel que trabaja no en relación de dependencia y es cuentrapropista le ha bajado el trabajo indefectiblemente. En la ciudad de Buenos Aires los comerciantes, los que son pymes se quejan porque venden el tercio de lo que vendían antes de la pandemia. Entonces la ecuación tampoco les sirve, con lo que venden no llegan a pagar ni siquiera los costos y menos aún los sueldos de los empleados. Y esto es el gran desafío para el gobierno, porque más corta o más larga, pasamos dos meses y por ahí pasamos dos meses más. Van a venir presiones. Uruguay en 15 o 20 días va a las clases nuevamente, están en todo el mundo empezando a volver a los torneos de fútbol. Hay mucho miedo por lo que está pasando, ya hay algunos infectados en algunas villas del Gran Buenos Aires y esto le causa terror a los intendentes. El Gran Buenos Aires es un polvorín al lado de lo que pasó en la ciudad, las villas son más grandes.

-¿Puede ser que lo que construyó Alberto en imagen se desarme rápidamente si no le va bien en la economía?

-Hay que ver como lo maneja Alberto. Tiene la oportunidad y tiene el riesgo. Como dicen en el marketing político, donde hay oportunidad hay riesgo. Esto es una realidad. La economía va a haber que enderezarla, pero no por efecto de la pandemia. No es lo mismo enderezar la economía en Estados Unidos que se perdieron 30 millones de puestos de trabajo y cuando se termina esta enfermedad lo recuperan en un mes o dos meses, porque eso vuelve a funcionar. Algunos la comparan con la crisis mundial del año 30, Estados Unidos la generó pero corrió como un reguero de pólvora por todo el mundo. Pero eso era distinto porque era un problema de la economía que hubo que solucionarlo, que Estados Unidos solucionó con el New Deal, Roosevelt y el tan controversial Keynes como maestro económico para salir del patrón oro, pero tardó en recuperarse. Acá a Estados Unidos es como que le pusieron un frontón delante del tren. Por supuesto que el tren paró pero cuando le saquen el frontón va a arrancar de vuelta. Tiene todos los elementos para arrancar de vuelta. La economía argentina ya venía en problemas. En el mes de febrero, el PBI había caído 2,2%, es una caída importante. Ya venía en caída, imaginen cuando salga abril, mayo. Pero el presidente también tiene tiempo para preparase, resolver la deuda que ahora quedó en manos de él porque los americanos no quieren discutir más con Guzmán, quieren discutir con Alberto, va a ser una discusión más política que económica y creo que están en un buen camino para terminar con eso.

Entrevista: Diego Colao

29/07/2016

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