Entrevistas
18/05/2020

Luis Alberto Quevedo

“Los grandes medios son la oposición al gobierno nacional”

“Los grandes medios son la oposición al gobierno nacional” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El sociólogo afirmó que “hay una lucha política y económica” donde las empresas mediáticas buscar desgastar “la palabra presidencial para defender intereses económicos”. Elogió la forma de comunicar de Alberto Fernández ante la pandemia y “el alineamiento de la dirigencia política detrás del gobierno”.

Diego Colao

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Luis Alberto Quevedo, sociólogo y director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) calificó a la comunicación que lleva adelante el gobierno durante la emergencia sanitaria como “clara” y siguiendo el manual de una “comunicación de crisis”, y afirmó que “el alineamiento general de la dirigencia política detrás del gobierno nacional es una clave del éxito de lo que está siendo el control de esta pandemia”.

El experto en comunicación política indicó “que no es la oposición la que maneja agenda en los grandes medios sino que los grandes medios son la oposición al gobierno nacional”, y quienes “le marcan el camino a la oposición”.

“Esta pandemia está fortaleciendo la figura de Alberto Fernández y muchos grandes medios tienen interés en erosionar esta figura política porque detrás de las decisiones sanitarias hay decisiones económicas”, sostuvo en esta entrevista con Va Con Firma. Explicó que “hay una lucha política y económica” en la cual los “grandes medios” buscan desgastar “la palabra presidencial para defender intereses económicos”.

A pesar de considerar que “la concentración de medios es un tema importantísimo” y que durante el macrismo “se concentraron más los medios, sobre todo en manos del Grupo Clarín”, Quevedo sostuvo que hoy existen “agendas mucho más prioritarias para el gobierno” que una ley de medios, y que se deberían “dar otras batallas” como “por ejemplo la cuestión energética o la reforma financiera”.

-¿Cómo analiza lo que ocurre a nivel comunicacional durante la pandemia?

-La comunicación de pandemia es clásicamente lo que en todos los manuales se menciona como “comunicación de crisis”. Estamos en una situación de alta vulnerabilidad de la población mundial y local frente a este virus, y es una crisis en la que tienen que seguirse ciertas reglas, que en el caso de Argentina se siguieron casi de manual. La primera, en una crisis comunica la máxima autoridad y Alberto Fernández se transformó en el vocero de las directivas y políticas que se dan los Estados respecto de la pandemia. La segunda es que la comunicación tiene que ser clara con respecto a qué hacer, porque la pregunta clave del momento es ¿qué hago? Si se está incendiando un edificio no hay que discutir sobre el origen del fuego, sino que hay que decirle a la gente qué hace concretamente. Alberto Fernández tuvo primero la buena predisposición de armar un comité de crisis, de expertos, de tomar las opiniones de mucha gente y de decirle a los argentinos y argentinas: las reglas son éstas, tenemos que entrar en una reclusión domiciliaria, con estos cuidados, etcétera. Y las otras comunicaciones fueron avanzando sobre las medidas pero también informando a la población de lo que sería la tercera regla de oro, que es contar cómo nos va, cuáles son los resultados de lo que estamos haciendo. Para la población es muy importante saber eso y el presidente fue muy claro, que esto da resultados. Argentina tiene un nivel tanto de contagios pero sobre todo de muertes muy inferior a otros países del mundo y en particular de la región. La comunicación de gobierno, la central, fue clara. Y replicaría, sin entrar provincia por provincia, en que hubo un alineamiento general de la política tanto de prevención, de salud, comunicacional, de la gran mayoría de los que tienen que gobiernan en sus provincias o en sus ciudades. Con algunos matices, pero el alineamiento general de la dirigencia política, de los responsables de la cosa pública, detrás del gobierno nacional, es una clave del éxito de lo que está siendo el control y la morigeración de esta pandemia.

-¿Le parece que a pesar de este éxito quien maneja la agenda de los medios de comunicación es la oposición?

-Invertiría las cosas y diría que no es la oposición la que maneja agenda en los grandes medios, sino que los grandes medios son la oposición al gobierno nacional, y a los gobiernos provinciales o locales, y que le marcan el camino a la oposición. Siempre digo que no hay comunicación sin ruido, en cualquier caso. ¿Cuál es el ruido en este caso? En primer lugar seguir una línea que siguieron algunos países, Donald Trump en Estados Unidos por ejemplo, que es contraponer salud de la población versus economía. Hay un convencimiento, lo dicen las encuestas, de que este no solo es un falso dilema sino que en caso de optar tenemos que optar por la salud. Ahí el ruido vino de decir ‘hay que abrir la economía porque es más importante que la salud’, y eso se desplegó en los grandes medios. La otra cuestión es la manera en la cual esta pandemia está fortaleciendo la figura de Alberto Fernández, y muchos grandes medios tienen interés en erosionar esta figura política porque detrás de las decisiones sanitarias, de que tenemos que estar en casa, hay decisiones económicas. Por ejemplo esta ley que impulsa el Ejecutivo y el Legislativo de discutir una contribución de las grandes fortunas argentinas. Entonces, erosionarlo a Alberto Fernández es erosionar decisiones de otro orden. Y también está la pregunta fuerte en la Argentina, y los grandes medios están totalmente involucrados porque son propietarios también de otros negocios, de quién paga esta crisis y de que sean las mayores fortunas pero también aquellas instituciones, empresas que se han beneficiado, por ejemplo los bancos, o los servicios eléctricos u otros esenciales que están en manos privadas como las telefónicas. En mi caso, yo no hago otra cosa que grabar clases en internet para mantener mi actividad académica, pero las tarifas de los servicios de internet y telefonía digital y móvil siguen aumentando. Entonces hay una lucha política y económica, y lo que están intentando los grandes medios que están involucrados con estos intereses es dar ese desgaste a la palabra presidencial para defender intereses económicos.

-Usted hablaba de la imagen positiva del presidente. ¿No parece que el gobierno fuera débil en los medios a pesar de esto?

-En los medios es bastante débil porque estos son los que fijan las agendas. Por ejemplo, hacer retroceder al Poder Judicial, porque ni siquiera fue el Poder Ejecutivo sino el Judicial, en una política global de un sector muy vulnerable a esta pandemia que es la población carcelaria por su hacinamiento, y tratar de encontrar como lo hizo Francia, como lo hizo España o Estados Unidos, California liberó más de 3.000 presos; liberar presos que no son ni asesinos, ni violadores, las cárceles argentinas están pobladas de gente que ha cometido delitos muy menores. Es más: en el período anterior de los cuatro años de Mauricio Macri fue una política de Estado encarcelar a gente que tiene delitos muy menores. Entonces, tener una política de lograr un equilibrio en la población carcelaria es una política que se lleva a cabo en todo el mundo, y que los grandes medios lograron torcerle la mano al Poder Judicial que es el que lo estaba llevando adelante, y sacarlo de la agenda como algo positivo que es preservar la vida de los integrantes del servicio penitenciario y de la población carcelaria, y poner eso como una derrota del gobierno nacional. Eso fue un claro manejo de los grandes medios en contra del gobierno nacional y en contra de la justicia.

-¿Le parece que se debería avanzar en una ley de medios para democratizar esto? ¿Es el momento?

-Creo que el momento es muy complejo, requiere mucha decisión política. Debo decir que hoy el desafío no es tanto cómo los grandes medios le ponen límites al gobierno nacional sobre todo, sino cuánto el gobierno está dispuesto a avanzar en grandes reformas. El tema de la concentración de medios es una agenda importantísima, durante el macrismo solo se concentraron más los medios, sobre todo en manos del Grupo Clarín. No existe en el mundo ninguna empresa que a nivel de un país controle el porcentaje, la cantidad de medios, y la facturación y la concentración más tremenda de voces que tiene el Grupo Clarín. No conozco ningún ejemplo en el mundo. Y sin embargo creo que hoy hay otras agendas que son mucho más prioritarias para el gobierno nacional; que debería dar alguna de esas batallas. Por ejemplo la cuestión energética, la reforma financiera. Pero en la cuestión de los medios creo que hay un grave problema y es que la ley de medios, la ley por la cual tanto se discutió y peleamos cuando queríamos la democratización de la palabra; la ley de medios en algún sentido es vieja porque nunca contempló a los medios electrónicos. No está internet en esa ley. Y la verdad es que hoy la batalla está en quién controla internet. Pero esto es una discusión mundial, es una discusión en Europa, en Estados Unidos. Creo que hay otras batallas que va a haber que dar. No porque minimice la importancia de los otros medios, sino que me parece que hay otras batallas anteriores y el gobierno nacional lo que tiene que tener es la voluntad política de tomar la iniciativa en alguno de esos campos.

29/07/2016

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