Entrevistas
24/02/2020

Luis Alberto Quevedo

“Los medios opositores continúan con la misma agresividad de antes”

“Los medios opositores continúan con la misma agresividad de antes”  | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El experto en comunicación política afirmó que los grandes grupos mediáticos como Clarín, Perfil o América, “lejos de cerrar la grieta” actúan contra “cualquier política” del gobierno. Abogó por cerrar la negociación de la deuda en marzo o abril, y pidió que se defina temas como “el perfil productivo” del país.

Diego Colao

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El sociólogo Luis Alberto Quevedo, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) dijo que “Alberto Fernández se ha propuesto cerrar la grieta pero para cerrarla se requiere la voluntad de más de un sector”, y “si uno lee los medios opositores, que son casi todos, lejos de cerrar la grieta han continuado con la misma agenda de antes y la misma agresividad de antes”.

Entrevistado por Va Con Firma, explicó que “los grandes medios no han cambiado su posición respecto al peronismo, al kirchnerismo, incluso a Alberto Fernández desde lo que fue el apoyo explícito a la reelección de Macri”. Subrayó que “el Grupo Clarín, La Nación, América, Perfil, siguen siendo (parte) de una oposición muy dura”. 

Al analizar en general los primeros dos meses del actual gobierno de la Nación, el especialista en comunicación política consideró que “estuvieron sobredeterminados” por el “tema de la deuda externa”, porque el presidente “considera que sin haber cerrado este tema no hay manera de llevar adelante un plan de gobierno”. 

Para Quevedo, es necesario que “defina claramente su perfil” en la gestión presidencial, y consideró que la resolución acerca de la negociación de la deuda no puede “ir más allá de marzo o abril”. Según su criterio, hoy existe “una gran incertidumbre” y el país “necesita otro tipo de definiciones” sobre, por ejemplo, “cuál va a ser la política de reindustrialización o el perfil que le va a dar al sector agroexportador”. 

-¿Cómo analiza los primeros dos meses de gobierno de Alberto Fernández?

-Alberto Fernández tenía cuando inicia su gobierno dos o tres interrogantes sobre cómo iba a ser su perfil, su política y su comunicación. Poco a poco las ha ido despejando. Una era mostrar que quien gobernaba es Alberto Fernández y no Cristina Kirchner. Esto estaba muy construido por los medios opositores y por buena parte de la dirigencia política que perdió las elecciones en 2019, diciendo que en realidad Alberto Fernández iba a ser un títere de Cristina Kirchner. Esa es la primera cuestión a la que se enfrentaba, es decir cuál era su perfil propio. La segunda cuestión es que estos dos meses estuvieron sobredeterminados por un tema, que él considera que sin haber cerrado ese tema no hay manera de llevar adelante un plan de gobierno, que es la deuda externa. Esas dos cuestiones las fue construyendo de manera diferente. Sí construyó un estilo propio de comunicación, muy diferente al de Cristina Kirchner, y al de Macri también, por supuesto. Y creo que sí quedó un poco atrapado con este tema de que es muy difícil imaginar un plan de gobierno, una transformación de las cuestiones esenciales de la Argentina, sin resolver el tema de los acreedores externos, la relación con el FMI, etcétera.

-¿De qué manera ve la comunicación del presidente?

-Creo que tiene una comunicación que la definiría con tres palabras: abierta, fragmentada y transparente. Abierta porque a diferencia de lo que fue el estilo discursivo de Cristina Kirchner, y también el de Mauricio Macri, Alberto Fernández habla con mucha gente. Habla con buena parte del periodismo, tanto el de oposición como el que es más afín al gobierno. Habla con políticos, sale al plano internacional y habla con mucha gente. En esto se distingue no solo del estilo discursivo de Cristina sino también del de Macri, que en cuatro años no habló nunca con un periodista opositor. Es fragmentada porque en realidad desde el 10 de diciembre no ha producido hasta hoy un discurso global y ordenador de su gestión. Ha tenido muchas apreciaciones sobre cuestiones muy puntuales, sectoriales, incluso las medidas de gobierno que ha tomado son muy sectoriales. No hay un discurso que organice lo que van a ser sus cuatro años de gobierno. Y creo que es transparente porque habla con datos, con hechos, en algunas áreas ha hecho una descripción sobre el estado del Estado, justamente, de lo que recibió, lo que tiene que enfrentar, que es lo que recibe del gobierno anterior como gestión pública y no sobre-promete. O sea que también es transparente porque no ha creado una sobre-promesa sobre lo que van a ser los logros de su gobierno. Ha tenido algunos logros, queda muy claro que tiene una personalidad propia, que está gobernando, que no ha sido opacado, ni tampoco ha estado en conflicto con Cristina. Pero eso va a continuar porque la oposición periodística va a seguir buscando la grieta entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Por ejemplo con respecto al FMI. Pero ahí Alberto actúa de manera defensiva, tiene que salir a aclarar que está de acuerdo con lo que dice Cristina. Pero no es propositiva, no tienen una acción común. 

-¿Cuáles son sus mayores falencias?

-En materia de comunicación y de política le faltan algunas cosas. Primero le falta hablar más con la sociedad. Ha hablado con muchos periodistas, con muchos dirigentes, del sindicalismo también y de otros partidos políticos, pero le falta hablar más con la sociedad, que fue su fuerte en la campaña electoral. Le falta también un discurso más integrador sobre objetivos del gobierno. Está un poco encerrado en hacer diagnósticos sobre ciertos aspectos de la política, de la función pública y de las acciones que hay que tomar. Pero hay una deuda con la política misma. La comunicación es hija de la política, lo que en ciertas áreas se requiere no es discurso y comunicación sino que son decisiones políticas. Dos ejemplos. La reforma de la justicia, a la cual él se ha referido muchas veces, le falta una acción política. Qué va a hacer con los tribunales federales, si va a ampliar la Corte, cómo va a modificar una estructura de la justicia que sigue estando igual al 9 de diciembre, cuando era presidente Mauricio Macri. Y la segunda es en qué va a consistir el perfil más productivo para la Argentina, más allá del diagnóstico de "tierra arrasada" que ha mencionado varias veces. Si la agenda se restringe a esta cosa más fragmentada, más puntual, a ver cómo se van a resolver los créditos UVA o si se le aumentó a los jubilados, me parece que son cuestiones pequeñas. Le falta una agenda, que sea él quien proponga la agenda que sustituya lo que fue la agenda del inicio de su gestión. Eso me parece que todavía está ausente.

-¿Le parece que las discusiones internas dentro del mismo frente en torno a los presos políticos, o sobre pagar o no la deuda, es algo inherente a la coalición, o está propiciado por esto que usted está marcando?

-Esos dos temas que han estado presentes en la agenda no han logrado ni calar hondo en la sociedad, porque uno tiene que mirar qué cosas de esas la sociedad toma para sí, ni realmente fragmentar a la dirigencia del Frente de Todos. El tema de los presos políticos es un tema. Él insiste en que hace cuatro años no habla exactamente de presos políticos sino que habla de personas que han sido injustamente arrestadas, y que por lo que conocemos, la estructura de la justicia misma tiene que resolver esos temas. Y me parece que eso no ha calado en el bloque oficialista como para quebrarlo. Hay diferentes opiniones pero no lo quiebra. Y en el tema de la deuda es aún más fuerte el abroquelamiento que hay detrás. Las votaciones en el Senado fueron muy claras. Hay gente que cree que hay que hacer una quita, otra que hay que transformar el tema de los intereses o culpar más al FMI. Pero la dirigencia, que no es un bloque homogéneo dentro del Frente de Todos, acepta que sea Alberto Fernández y la conducción del gobierno la que lleve adelante la negociación. Sabe que es una negociación, sabe que se va a ceder, pero no creo que fragmente al bloque de gobierno.

-¿Los grandes medios de comunicación son los que ejercen la oposición, más que los políticos?

-Sí, me parece que los grandes medios no han cambiado su posición respecto al peronismo, al kirchnerismo, incluso a Alberto Fernández desde lo que fue el apoyo explícito a la reelección de Macri. Los medios más concentrados, como el Grupo Clarín, La Nación, América, Perfil, siguen siendo de una oposición muy dura. Alberto Fernández se ha propuesto cerrar la grieta pero para cerrarla se requiere la voluntad de más de un sector, no solamente de Alberto Fernández o del gobierno nacional. Lo que queda claro si uno lee los medios opositores, que son casi todos, es que lejos de cerrar la grieta han continuado con la misma agenda de antes y la misma agresividad de antes. Que tiene tres aspectos. Uno es el ataque permanente a Cristina Kirchner y al kirchnerismo, y a lo que fue el pasado de este gobierno. El segundo es no resaltar ningún aspecto positivo del gobierno de Alberto Fernández. Por ejemplo, la gira que hizo el presidente en Europa fue muy positiva y sin embargo, si uno mira los grandes medios, no existen casi referencias a la gira. Y la tercer cuestión es el silencio en cuanto a lo que va apareciendo de lo que fue el manejo del gobierno de Mauricio Macri. Van apareciendo unos cuantos temas, como el de Vicentín que es muy grave, que está ya en sede judicial, o como el de los peajes y en los grandes medios eso no existe. No los tematiza siquiera. Es un posicionamiento muy claro de enfrentar cualquier política que el gobierno de Alberto Fernández lleve adelante. No hay ningún cierre de grieta por parte de esos medios.

-¿En cuánto cree que debería resolver el presidente el tema de la deuda, como para que el gobierno arranque? Porque parece que dos meses de gobierno es poco pero se ve mucha impaciencia en militantes y en algunos sectores.

-Creo que más allá de la impaciencia de los militantes o de sectores de la sociedad, que coincido en que existen, hay un tema más fuerte que tiene que ver con llevar adelante políticas. Cuál va a ser la política de reindustrialización de la Argentina, cuál va a ser su perfil, cuál va a ser el perfil que le va a dar al sector agroexportador, qué política va a haber con los grandes monopolios del comercio exterior referido a las grandes cerealeras, qué política va a haber en Educación, en Ciencia y Tecnología, en materia de Salud. No me refiero a diagnosticar al gobierno anterior y decir que es necesario cambiar. Creo que la impaciencia que es consistente es esa, es querer que el gobierno de Alberto Fernández defina claramente su perfil. Creo que tiene que ser muy rápido, no creo que el tema de la negociación de la deuda pueda ir más allá de marzo o abril en algún tipo de definición. Realmente hoy hay mucha incertidumbre. Entiendo lo que dice Alberto Fernández en cuanto a que no puede dar demasiados datos porque una negociación es eso: una negociación. Se ponen muchas cosas sobre la mesa, se van cambiando estrategias. Pero me parece que en un par de meses deberían cerrarlo porque Argentina necesita las otras definiciones.

29/07/2016

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