Leopoldo Moreau, diputado nacional por Unidad Ciudadana, definió que “el país está en emergencia” tanto en materia “de deuda externa” porque “prácticamente está en default” como en emergencia sanitaria y en materia social, “con 63% de chicos en el Gran Buenos Aires por debajo de la línea de la pobreza”.

“Que a un gobierno que asumió hace tres días se le nieguen las herramientas para sacar al país de la crisis es un obstruccionismo desestabilizante”, indicó el legislador radical en referencia a los diputados que se manifestaron en contra de votar estas leyes en el Congreso en el período extraordinario convocado por el gobierno.

Y remarcó que “Cambiemos va a tener un dilema”, que tiene que ver con competir y prepararse “para ganar una elección en el futuro o se deja arrastrar por Carrió y por sectores duros que pretenden llevar adelante una política de desestabilización”.

Moreau sostuvo en este diálogo con que “hace falta redireccionar recursos”, ya que el presidente Fernández explicó que “el gobierno de Macri gastó 9 mil millones de pesos en campañas publicitarias” y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) “tenía presupuestado para el 2020, 7 mil millones de pesos”; y con ese dinero se puede “resolver buena parte de los problemas que tenemos en materia alimenticia de un sector importante de la población”. 

-¿Cómo ve las primeras medidas de Alberto Fernández?

-Lo que está muy claro es que el gobierno de Alberto Fernández y de Cristina ha decidido tomar un rumbo absolutamente diferente al que tuvo el gobierno de Macri en el sentido de empezar a pensar en la producción, el consumo, la inversión, el trabajo; y llevar el barco a ese puerto y no al puerto de la especulación financiera, de la timba, de las ganancias exorbitantes de los agroexportadores o de los dueños de las empresas de servicios. El lunes van a estar aquí en el Congreso tres ministros, el de Economía, el de Salud Pública y el de Desarrollo Social, que van a rendir un panorama de la situación que han recibido y van a solicitarle al parlamento que apruebe la ley de emergencia económica. Y efectivamente el país está en emergencia. Emergencia en materia de deuda externa, prácticamente está en default; emergencia sanitaria, con reaparición de enfermedades como el sarampión por falta de vacunas; y emergencia en materia social, con 63% de chicos en el Gran Buenos Aires por debajo de la línea de la pobreza y con compatriotas nuestros que les cuesta comer. En esa dirección se marcha y hay algunas otras cuestiones que probablemente se posterguen más porque no están en primer lugar en el orden de prioridades pero que son muy importantes, como la reforma judicial y la reconfiguración de todo el sistema de inteligencia que ha estado al servicio como policía secreta del gobierno y no al servicio de lo que necesita estratégicamente el país.

-Hay sectores de la oposición que adelantan que no quieren dar quórum o no van a votar la emergencia. ¿Cómo analiza esta posición?

-Que haya diferencias es propio de la democracia. Ahora, que a un gobierno que asumió hace tres días se le nieguen las herramientas para sacar al país de la crisis es un obstruccionismo desestabilizante. Son dos cosas distintas. Cambiemos va a tener un dilema. Si compite democráticamente, si se prepara para ganar una elección en el futuro o se deja arrastrar por Carrió y por sectores duros que pretenden llevar adelante una política de desestabilización. ¿Quién puede negar que la Argentina está en emergencia? Debe 300 mil millones de dólares. El año que viene, en el primer trimestre solamente, hay que pagar 16 mil millones de dólares. ¿Dónde están? ¿De dónde los sacamos? Entonces, ¿Quién puede impedir que se inicie una negociación de la deuda? ¿Quién puede impedir que le podamos dar comida a los que no tienen comida? Es un disparate absoluto.

-Usted hablaba de la reforma judicial y la reforma de la Agencia Federal de Inteligencia. ¿Esto es central para la democracia?

-Sin lugar a dudas. Además no solamente es central para garantizar una democracia que no tenga filtros ni barreras que la limiten sino que también hace falta redireccionar recursos. Cuando el otro día el presidente Fernández nos explicaba que el gobierno de Macri gastó 9 mil millones de pesos en campañas publicitarias uno dice: pero con la mitad de eso podemos resolver buena parte de los problemas que tenemos en materia alimenticia de un sector importante de la población. Y si además le dicen que la AFI tenía presupuestado para el 2020 7 mil millones de pesos de fondos, también uno se da cuenta que no solamente ha habido persecución política, espionaje, toda la porquería que está revelándose en todas estas causas que lleva adelante el juez Ramos Padilla y otras más, sino que también había un despilfarro increíble de dinero. Porque también con la mitad de eso se pueden hacer muchas cosas por la sociedad.

-¿Que opina de la decisión de modificar la pauta para los periodistas?

-La pauta va a afectar a los periodistas que tenían productoras propias y se llevaban fortunas, algunos hasta de 14 o 18 millones de pesos anuales el año pasado y este año. Que aparecen como periodistas independientes y no lo eran porque los sostenía la pauta oficial. Yo no quiero hacer nombres pero nos damos cuenta que todos esos programas especiales que había, con periodistas que parecen independientes y que hablan de manera grandilocuente eran pagados por productoras que obtenían fondos del gobierno nacional.

-¿Los grandes medios ya están operando contra el gobierno?

-Alguno no puede con su genio y empieza a tratar de operar, pero también la sociedad está cada día más clara con respecto a eso. Hay canales como TN que han caído en picada en su rating y han sido ampliamente superados por otros como es el caso de C5N. La gente también opta y elige en los medios y sabe quiénes son los que han apuntado estas políticas de hambre, de miseria, de concentración económica y quiénes no.

-¿Cómo ve la llegada de Evo Morales y el refugio político que le dio el país?

-Es natural que sea así. Es una tradición de la Argentina brindar asilo político y sobre todo para un presidente de un país que tiene en la Argentina una colectividad enorme, laboriosa y que tiene la sensación de que al tenerlo a Evo Morales entre nosotros lo tiene más cerca.