El nuevo secretario general de ATE-Río Negro, Rodrigo Vicente, dijo que tras la última reunión paritaria el gobierno provincial ofreció un aumento que les permite a los trabajadores estatales empatar a la inflación, que en la provincia ronda el 50%, y afirmó que "pensando en el ajuste, el hilo más delgado no debería ser el trabajador".

Vicente, quien asumió la conducción del gremio a principios de este mes, anticipó a que para el año que viene "tenemos un gran desafío" que es "la confección definitiva del convenio colectivo de trabajo", y sostuvo que otra de las prioridades será "estar atentos a los movimientos salariales que puedan ocurrir".

Ante la inminente asunción de la gobernadora electa Arabela Carreras, el dirigente mostró su expectativa en que “sigamos en esa sintonía que nos han dejado el compañero Rodolfo Aguiar (quien lo antecedió en la conducción del gremio rionegrino y hoy es secretario adjunto de ATE nacional) y el gobernador Alberto Weretilneck", pero "nosotros tenemos una historia de lucha y sabemos lo que hay que hacer en caso de que no continúe de esa manera", dijo en esta entrevista.

-¿Qué acordaron en la reciente reunión paritaria con el gobierno provincial?

-Después de debatir por más de dos horas, donde la oferta inicial del gobierno de la provincia era del 6% (3% en noviembre y 3% en diciembre), nosotros planteamos la necesidad de un reajuste del tercer trimestre del año (julio, agosto y septiembre), que habíamos recibido un 9% y que había sido afectado por la devaluación y por el proceso económico que tuvo el país. En ese sentido se logró un 4% más, que se va a pagar en enero pero que corresponde a 2019. Eso se planteó en la reunión pero todavía tenemos un ámbito plenario provincial de secretarios generales, que será la semana que viene, donde vamos a debatir y analizar si vamos a rechazar o aceptar la propuesta de este 10%. 

Tenemos nueve seccionales en toda la provincia. Eso hace que tengamos el valor de la canasta básica y el costo de vida de los distintos lugares de la provincia. No es lo mismo la zona Andina, donde están Bariloche o El Bolsón y que son lugares turísticos, que la zona de Catriel o Allen, que están afectadas por los precios en base a los usuarios del petróleo, o la zona Atlántica. Lo importante es tratar de cerrar este año lo más cerca posible a los posibles índices de inflación anual con que terminaría este año, que está rondado un 48 o 50%. Nosotros con este 10% estaríamos entre el 46% y el 50% anual, depende de la categoría.

-¿Le van empatando a la inflación?

-Exacto. En este momento del país la crisis no se oculta y es muy importante que después del 10 de diciembre, que inician nuevos gobiernos tanto en el país como en la provincia de Río Negro -más allá del mismo color- la expectativa es mucha para estar atentos a no quedar por debajo de la capacidad adquisitiva de los trabajadores. En este porcentaje no estamos contabilizando el bono de 5.000 pesos que se dio en octubre y que ayudó a paliar en ese momento la crisis pero que no quedó fijo en el salario de los trabajadores, igual que los aportes personales.

-Fue su primera reunión paritaria como secretario general. ¿Qué cosas cree que quedaron pendientes y que el gremio todavía tiene que reclamarle a la provincia?

-Sin lugar a dudas tenemos un gran desafío para el primer semestre de 2020 que es la confección definitiva del convenio colectivo de trabajo. Ya hemos realizado una primera reunión, se formó la comisión que va a estar discutiéndolo, y en ese sentido creo que nos va a llevar la mayor parte del tiempo pero sin descuidar que tenemos que implementar el fondo de viviendas, que también es un logro muy importante que hemos tenido en el último año. Vamos a seguir trabajando más de cerca en la vocalía que tenemos en el Ipross (Instituto Provincial del Seguro de Salud), en el IPAP (Instituto Provincial de la Administración Pública), seguir trabajando en la formación de los estatales y estar atentos a los movimientos salariales que puedan ocurrir. Siempre pensando que en el ajuste, el hilo más delgado no debería ser el trabajador en lo que pueda llegar a venir después del 10 de diciembre.

-¿Se viene un año más conflictivo, al no ser un año electoral, con más dificultades para arribar a acuerdos?

-Por supuesto que tenemos esa incertidumbre y esa preocupación. No creo que en unos meses se solucione todo el descalabro total que se ha materializado en cuatro años de gobierno macrista. Creemos que va a afectar a todas las provincias, todas las ciudades, pero está también nuestro compromiso de seguir manteniendo, hasta donde se pueda, el diálogo para el mejoramiento de todos los estatales rionegrinos.

-¿Cómo va a ser la relación con el gobierno de Arabela Carreras?

-Esperemos que sigamos en esa sintonía que nos han dejado el compañero Rodolfo Aguiar y el gobernador Alberto Weretilneck. Creemos que la idea de seguir ese camino es viable pero nosotros tenemos una historia de lucha y sabemos lo que hay que hacer en caso de que no continúe de esa manera. Eso lo tenemos muy presentes. Sabemos quiénes somos y hacia dónde vamos.