Entrevistas
10/11/2019

Oscar Sarhan

"También con el arte se empuja una idea"

"También con el arte se empuja una idea" | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El escritor, periodista y promotor cultural habla de su gestión en la Legislatura. Considera que un espacio como el legislativo lo cultural no puede “quedar al margen de lo que se está discutiendo" porque "también con el arte se empuja una idea”.

Laura D' Amico

El director de Gestión Cultural de la Legislatura, Oscar Sarhan, es un convencido de que “la cultura y el arte son herramientas fundamentales para los pueblos". En ese contexto, consideró que un ámbito como el legislativo lo cultural no puede “quedar al margen de lo que se está discutiendo" porque "también con el arte se empuja una idea, una posición política, sin tener que colgarse un cartel".

Periodista, escritor, bailarín, con trayectoria dentro y fuera del país, el multifacético Sarhan dijo a Va Con Firma que "todas las muestras, los conciertos, tienen ese alcance social porque tiene que ver con la historia" y remarcó que no se genera un acto "como si fuera una fiesta de cumpleaños". 

Señaló que la perspectiva desde donde proyecta su trabajo es la del "amor" y la "unión", y que no quiere embanderarse bajo un partido porque "estamos en momentos en donde justamente lo que más hay que hacer es escuchar esa pluralidad, esa diversidad, esa cantidad de colores que somos".

Respecto de la continuidad de su gestión más allá del 10 de diciembre, Sarhan consideró que “con dos años y nueve meses de gestión no alcancé a desarrollar todo lo que quería" y deslizó que "la gente está harta de los paracaidistas en los cargos".

-En 2016 fuiste convocado por Rolando Figueroa para desempeñarte como director de Gestión Cultural de la Legislatura, un cargo que hasta entonces no existía. ¿Cómo fue el regreso de Europa y el inicio de un trabajo más político?

-En realidad nunca corté con Neuquén. Es como decía Atahualpa (Yupanqui), aquel que es paisano es el que se va con la tierra adentro. Siempre viví la sensación de que yo andaba con mi lugar. Es por eso que me gusta pensar la vida como un puente y mi trabajo como un gran puente. Entonces generé jornadas mapuches en Barcelona, en París, llevé artistas desde aquí, traje artistas para acá. Lo que quise fue hacer una proyección de nuestro espacio en el extranjero. Siempre me interesó mostrar una posición ante la vida y el mundo pero desde la cultura y el arte. Para eso me formé, para eso trabajé y trabajo desde muy chico, y me siento orgulloso de saber que cuando pude y vine, en uno de los viajes, le traje al presidente de la Legislatura (Rolando Figueroa) el libro que acababa de publicar, que era "Desamurados", y Figueroa, que me había convocado para Chos Malal y el norte neuquino en otros espacios culturales, en ese momento me dijo "te necesito ahora aquí, necesito tu cabeza en esta Legislatura". Lo pensé, le dije sabés que llevo una vida allí. Por suerte ya había terminado de estudiar, había cerrado esos ciclos y pensé que era el momento para volver y regresar de manera, no voy a decir definitiva, pero casi. Pegué la vuelta y me puse esta Legislatura al hombro desde el área cultural. Quiero destacar que sin la libertad que me dio Figueroa yo no hubiera podido desplegarme. Desde el primer momento trabajé con absoluta libertad y nunca me bajaron una línea de lo que tenía que hacer o no hacer. 

-¿Cómo es para un artista desempeñar esta tarea de gestión cultural sin provenir de la política? ¿Cuáles son los objetivos que te planteaste y desde qué perspectiva?

-En realidad uno viene con esto. No sé otra manera de estar en la vida si no es la de encontrar siempre ese lugar por donde podemos seguir creciendo ambos. Comparto todo lo que puedo compartir porque detrás de todos los proyectos hay gente y a mí me interesa la gente. Me interesa mucho el encuentro, y a veces también los desencuentros, de opiniones, de proyecciones. Por eso se me hace difícil enmarcarme en un partido y por eso yo digo que no soy político aunque sé que lo soy. Ya sé que genero lo que el político busca. Lo que no quiero es embanderarme bajo un partido porque creo que estamos en momentos en donde justamente lo que más hay que hacer es escuchar esa pluralidad, esa diversidad, esa cantidad de colores que somos y me gusta pensar y ver más la vida desde ese arco iris. Me asfixia, me pone incomodo la idea de pensar que trabajo solamente para uno. Me gusta pensar que la gente está generando movidas y que yo tengo que estar atento a que cada uno tenga su espacio. Me encanta la diversidad.

-No enmarcarse en un partido, en este caso, no implica ser apolítico sino todo lo contrario. 

-Jamás. Voy a ser un defensor siempre de derechos, para que el mundo sea un poco más justo, más equitativo. Me parece que eso ya son valores más que ideologías. Valores que tienen que ver con la generosidad, con la no miseria. No soy más feliz pisándote la cabeza. No concibo la lucha del hombre contra el hombre. Me encanta poder llegar a acuerdos y poder encontrar esa idea en la que a lo mejor no estamos todos de acuerdo pero se pude elegir entre varias alternativas. En eso soy bastante responsable y en una Legislatura más aún.

-Cuando hiciste la muestra sobre el Che Guevara recibiste muchas críticas y felicitaciones al mismo tiempo. ¿Con qué criterio elegís las actividades que vas a desarrollar?

-A mí me gusta la unión, creo en el amor, me guío a partir de los buenos tratos. ¿Por qué no el Che Guevara? Y así como digo Che Guevara es como cuando me ha tocado hacer una muestra de fotografías de (Raúl) Alfonsín, o me ha tocado pensar a Evita como ícono social, popular, nacional. Por qué no. Por qué yo no voy a hablar de la transexualidad, de la pedofilia, si son temas que conciernen a nuestro vivir. Si desde el vamos digo qué sí y qué no, el lugar se vuelve hermético. A lo mejor no alcanzo a darle respuestas a todo el mundo, pero sí es cierto que intento que casi todos tengan un punto de representación. Así como estuvo el Che Guevara puedo escuchar la propuesta que sea del bloque que sea, que igual hay que darle viabilidad al proyecto aunque yo no esté de acuerdo. Entonces la perspectiva es la del respeto, la del amor. Desde ese lugar es mi forma de aportar algo distinto a lo que reina. Estamos en momentos ultraviolentos en donde todo parece que se polariza a través de una bandera, de una ideología que pesa y cae. Cuando en realidad lo más rico es abrir el juego.

-Has dicho en entrevistas anteriores que la Legislatura no es una galería de arte y que lo que aquí se proyecte tiene que estar relacionado con lo que se está discutiendo. ¿Cómo lográs esa interrelación?

-En estos lugares siempre se concibió la cultura desde un espacio casi relegado, siempre es lo último de lo que se quieren ocupar. No hace mucho tiempo que se están dando cuenta que la cultura y el arte son herramientas fundamentales para los pueblos. Entonces yo no puedo quedar ajeno a eso. En una legislatura no puedo quedar al margen de lo que se está discutiendo. Por ejemplo, si un colectivo está peleando por un espacio, como puede ser un museo provincial en alguna localidad -como es el caso del museo provincial de Zapala- yo tengo que propiciar el espacio para ese colectivo. Si el colectivo de diversidad está peleando una ley, yo tengo que saber estar atento y tener el criterio suficiente para acompañar, no con mi opinión, sino tengo que lograr que ese colectivo sea visibilizado y que después la gente se entere de por qué está luchando. Pero a través de la cultura. Pueden venir a una muestra, ahí se puede decir que se está  trabajando por una ley, o sea, generar el espacio, y ahí sí viene la política sobrevolándonos y dice "esto me interesa". Vos propicias eso a través de lo que sabés. También con el arte se empuja una idea, una posición política, sin tener que colgarnos un cartel. Vos colgás un cuadro de "Los Ladrilleros" de Marta Such (en referencia a "Hitos", la primera muestra realizada en su gestión), de los docentes, y no hace falta salir a decir que estás con los docentes en lucha. Ya estás acompañando desde lo que vos sabés hacer.

-¿Cómo reciben los ciudadanos esta propuesta?

-La gente lo recibe bien porque hay todo un bagaje. La gente está harta de los paracaidistas en los cargos, en las funciones porque no es que me sale de a galera. Son 40 años de trabajo. Crecí en El Chocón y eso se vuelve un capital en mí. ¿Cómo no voy a escuchar al pueblo donde nací? Hay que contar que fue una tierra de obreros, que se construyó a partir de una represa, que esa represa luego dio inicio a la vida de nuevos habitantes en Senillosa que se trasladaban en éxodos. Cuando te querés acordar ahora llegan los cincuenta años de "El choconazo". ¿Qué hacemos, invitamos a tal cantante? No. Voy a inaugurar una muestra que se llama "Neuquén - Senillosa 47 kilómetros". Es una muestra fotográfica de esos obreros que hace cincuenta años eran jovencitos y hoy tienen ochenta años, toman mate, recuerdan, lloran. Me duele cuando los chicos creen que El Chocón son solo dinosaurios. El Chocón fue sudor y lágrimas. Tiene que haber una construcción desde la memoria.  Todas las muestras, los conciertos, tienen ese alcance social porque tiene que ver con la historia. Vos no generás un acto como si fuera una fiesta de cumpleaños. 

-¿Qué lugar hay para los artistas locales?

-Otra vez la pregunta de por qué no. Así como tuvo su tiempo Noe Pucci en el acto por los Derechos Humanos porque me parecía que esa voz tenía que cantar "Honrar la vida", por qué no convocar a la Fundación  Mercedes Sosa. Por suerte ya había iniciado las charlas con Fabián Matus, se cumplían los 10 años del fallecimiento y yo como Legislatura quería que esté. Mercedes Sosa forma parte de nuestro acervo cultural, ¿cómo no voy a invitar a la gente a recordarla?  Siempre hay un por qué. Es un equilibrio que tenemos que encontrar. La muestra de Mercedes Sosa vino a Neuquén, a Villa La Angostura y después a Chos Malal. Pero también me interesa sobremanera empujar a los artistas locales, lo que pasa es que se ha diversificado mucho y a veces uno queda corto en invitar pero siempre hay cosas que nos sorprenden.

-¿De donde surgen las ideas?

-A mí la tontería no me gusta entonces las ideas vienen de querer un mundo mejor y una vida mejor y de avanzar en el tiempo con gente que piense, que pueda tener un sentido analítico. El Che Guevara es porque no quiero que el nene que tiene colgado el pin en la mochila siga creciendo sin saber quién fue, y que a partir de ese saber tome su propia opinión. Son inquietudes porque querés un mundo mejor, con gente menos ignorante, un mundo más equitativo, que la gente no se críe o avance en el tiempo de manera resentida, que formemos gente con lindos valores, que eduquemos en la belleza. La única manera es hacer bien mi trabajo y mi trabajo tiene que contemplar esas cosas sino dudo que pueda llevar adelante una gestión generosa, con alegría, divertida, que dé respuestas a la gente.

-¿En qué consiste la idea de "bajar" la Legislatura?

-Es cómo hacer para que esta Legislatura, que es algo implícito que está puesta arriba y alejada, baje literalmente. Sin embargo la idea no se trata de bajarla como en un desnivel porque sería creer que la gente está abajo. La idea es que estemos todos en un mismo plano y que este gran edificio pertenece a la gente, a nosotros, a todos. Entonces, ¿cómo voy a hacer algo súper vallado que no entre nadie? Es mi labor llevar la Legislatura a toda la gente. Bajarla me refiero a que llegue con un libro, como ahora sucede, a Villa La Angostura. Todo el tiempo es intentar que esto esté en un plano de igual a igual. Acá no se trata de gente que está en un limbo más elevada que el pueblo. Esto tiene que estar entre el pueblo. La muestra del Che, o la de Mercedes Sosa, o la de Rostros en conflicto están itinerando. Los libros (editados por la Legislatura) están itinerando. Todo lo que hago se proyecta hacia la provincia, si no, no sirve. Si yo me quedo pensando en hacer una muestra para la gente que viene al hall, estoy muerto. Hay que entrar a los pueblos, hay que quedarse en los hospedajes, ver de qué carecen. Es mucho más bonito pensar que los libros, las muestras, los conversatorios, los conciertos, itineran porque todo se tiene que expandir. Neuquén ciudad es importante pero no es mi panacea. Mi foco está en la provincia.

-¿Vas a continuar con la gestión luego del 10 de diciembre?

-Hay un deseo de continuidad porque considero que con dos años y nueve meses de gestión no alcancé a desarrollar todo lo que quería. La gestión cultural es algo que trasciende, no es un yogur que caduca. Hay festivales de teatro, cuestiones que tienen que ver con una continuidad. La gente necesita sacar adelante un festival que a lo mejor se hace dentro de cinco meses. Yo tengo que darle una respuesta. Tiene que seguir adelante sabiendo que lo van a hacer. Me siento acompañado y apoyado por la comunidad artística de Neuquén y por la adhesión de la gente y sin esa gente no tiene sentido mi trabajo.

29/07/2016

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