Entrevistas
20/10/2019

Hernán Brienza

“La modernidad para el macrismo es una aplicación de celular”

“La modernidad para el macrismo es una aplicación de celular” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El escritor y periodista sostuvo que “Argentina hasta el 2015 tenía un satélite propio en el espacio y hoy nos alegramos porque vendemos limones a Estados Unidos y Europa”. Consideró que este 17 de octubre demostró que la clave del peronismo para que “mantenga su hegemonía es la unidad”.

Diego Colao

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Hernán Brienza, polítólogo y escritor indicó que la alusión de Cristina Fernández sobre el Nunca Más del neoliberalismo implica “tomar conciencia de que el modelo neoliberal ligado al modelo agroexportador de la Argentina está acabado” porque “se trata de un modelo que intenta retrotraer a la Argentina a 80 años atrás”.

“En realidad la modernización en Argentina es tener una sociedad más homogénea, más igualitaria, con mejores índices de distribución de la riqueza, mejores índices de productividad, mayor avance de Ciencia y Tecnología”, argumentó el periodista en este diálogo con Va Con Firma y aclaró que “la modernidad para el macrismo es una aplicación de celular”.

En cuanto al acto del 17 de octubre, sostuvo que “demostró que la gran clave de análisis del peronismo para que el peronismo mantenga su hegemonía política en la Argentina es justamente la unidad”.

Brienza indicó que “no hay mercado” para una ley de medios como la anterior aunque advirtió que “no se puede hablar de democracia en la Argentina con el nivel de monopolización actual de los medios de comunicación”.

-¿Cómo vio el acto del 17 de octubre y a este peronismo que armaron Alberto Fernández y Cristina Fernández en el Frente de Todos?

-El acto me pareció muy contundente, interesante; un acto que muestra que esas dos figuras encaran la elección con tranquilidad, con serenidad, con un proyecto, con una noción de país diferente a la que estamos sufriendo la mayoría de los argentinos. Y me parece que este 17 de octubre lo que demostró es que la gran clave de análisis del peronismo para que el peronismo mantenga su hegemonía política en la Argentina es justamente la unidad. Cuando el peronismo lleva adelante esos procesos de unidad, esos procesos lo convierten en un producto electoral altamente competitivo, y es la principal conclusión que uno saca de este proceso político y electoral.

-Cristina habló de un “nunca más” del neoliberalismo, ¿cree que es posible?

-Creo que es posible tomar conciencia de que el modelo neoliberal ligado al modelo agroexportador de la Argentina está acabado y no tienen nada que ofrecer a los argentinos. Me parece que en ese sentido hay que pensar el “Nunca más” del neoliberalismo; porque se trata de un modelo que intenta retrotraer a la Argentina a 80 años atrás, cuando el imperio británico compraba todos los productos que vendía la Argentina, ya sea de cereales o de carne. Un modelo muy simple, muy básico en el cual la Argentina producía carnes y cereales y se lo compraba un único comprador que era Gran Bretaña. Hoy el mundo es muchísimo más complejo, Gran Bretaña no existe, por lo tanto, vender solamente cereales y carne y limones al mundo es saber que uno va atrás en la carrera comercial.  Hasta Manuel Belgrano sabía que en la Argentina vender manufacturas, es decir, valor agregado, es mucho más enriquecedor que vender materias primas. ¿Por qué los neoliberales argentinos no lo aprendieron de Belgrano? No lo sabemos; sospechamos que por la única razón de que ellos vendían materias primas. Ese modelo no tiene nada que ofrecer a los argentinos, deja afuera a 20 millones de argentinos e impide una industrialización y un proceso de mercado interno que le dé de comer a los 40 millones de argentinos.

-En una nota usted habló de una especie de paradoja entre la modernización que ofrecía Macri en el 2015 frente al kirchnerismo, y recién remarcaba que terminó volviendo a un pasado de reprimarización. ¿Dónde quedó esa modernidad?

-Está entre otras tantas promesas frustradas del macrismo. La modernidad para el macrismo es una aplicación de celular, y en realidad la modernización en Argentina es tener una sociedad más homogénea, más igualitaria, con mejores índices de distribución de la riqueza, mejores índices de productividad, mayor avance de Ciencia y Tecnología. Argentina hasta el 2015 tenía un satélite propio en el espacio y hoy nos alegramos porque vendemos limones a Estados Unidos y Europa. Esa es la gran metáfora del macrismo. Y en ese sentido, esa modernización que prometía el macrismo quedó anulada por un proceso de empobrecimiento, de menor productividad, de menor ciencia, de menor tecnología en la Argentina. Las consecuencias de ese modelo tienen que ver con la apertura indiscriminada de importaciones y una serie de medidas que en la Argentina han hecho mucho daño desde la dictadura militar, el menemismo en los ‘90 y la actualidad.

-¿Lo sorprende que en el debate candidatos como Espert y Gómez Centurión sigan hablando del curro de los derechos humanos y reivindicando el Terrorismo de Estado?

-No es que me sorprenda, porque sé que hay sectores que piensan así. Me sorprende que todavía tengan cierta presencia en los medios de comunicación. Estuvieron de regalo en el debate presidencial porque no superaron los dos puntos cada uno. Son una muestra de un número minoritario de argentinos que votan a la derecha radicalizada. La Argentina está un poco más moderada, incluso en la versión de la derecha de Macri, es una versión moderada de la derecha.

-¿Cree que estos debates sirven, mueven la aguja o habría que modificarlos?

-Para mí no sirven para mucho, pero si hay algo de interés en escucharlo y verlos hablar. Creo que el que va a votar a Alberto Fernández después del debate va a seguir votando a Alberto Fernández y el que vota a Macri va a seguir votando a Macri. Es posible un porcentaje de indecisos que pueda llegar a dar un voto a uno a otro pero me parece que es muy minoritario.

-¿Cómo lo ve a Mauricio Macri en la campaña? ¿Le parece que al tener que salir a buscar votos quedó más expuesto?

-El presidente de la Nación si no hubiera contado con el blindaje de los principales medios de comunicación hubiera terminado con una imagen tan deplorable y burlona como la del presidente De la Rúa en el 2001. Si al presidente De la Rúa el humor social lo condenó por no haber encontrado la puerta en el programa de Tinelli o haber dicho que se acababa la merluza o haber querido haber hacer un gesto de autoridad falso en el programa de Mariano Grondona; si se lo condenó por eso, Macri hizo 20.000 cosas peores y lo único que lo salva es el blindaje mediático. No resiste ningún archivo. Cuando pregunta “Abuela usted tiene celular o no tiene como dice Alberto Fernández” y la señora dice que no tiene; o cuando en Chaco y dijo que está en Corrientes. No hay un blooper que deje de hacer en su campaña, no son escándalos humorísticos solamente porque los medios de comunicación lo tapan todo el tiempo.

-¿Cuál cree que es el desafío del Frente de Todos con respecto a los medios de comunicación?

-No sé muy bien que va a hacer Alberto Fernández respecto de los medios de comunicación, creo que no se puede hablar de democracia en la Argentina con el nivel de monopolización actual de los medios de comunicación.

-¿Considera que habría que avanzar con una ley de medios similar a la anterior?

-Sí, pero no sé si el mercado da para una ley como la anterior, porque no hay mercado para tantos medios de comunicación. Eso es una realidad. Las provincias no tienen capacidad para tener medios propios, no hay conglomerados de empresarios que puedan hacer medios propios, las organizaciones no gubernamentales no tienen recursos para hacer medios propios. Y si además les pones un pliego de 200 mil dólares para empezar a discutir, hacés imposible la discusión plural en la Argentina.

-¿Cree que se transparentó el papel de algunos periodistas con la forma en que cambiaron su discurso luego de las PASO?

-Creo que el problema que tiene el periodismo es que también está en una crisis profunda y que está en una gran crisis profunda el concepto de la independencia, la neutralidad. El periodismo tiene que dejar de mentirle a la gente con esas cualidades, el periodismo no tiene esas cualidades, ni las va a tener nunca ni las tuvo jamás. El periodismo es un sistema de opinión privada, en el mejor de los casos, con miradas ideológicas particulares; en el peor de los casos, con miradas económicas  particulares o de intereses particulares. El día que sepamos que los periodistas hablan según su propia mirada y su propia opinión la Argentina va a ser un país un poco más maduro.

29/07/2016

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