Soledad Barruti, periodista de investigación, especialista en alimentos, escritora y autora de los libros “Mal comidos” y “Mala leche”, dijo estar preocupada por el avance de los alimentos ultraprocesados. Señaló a los niños y niñas como las primeras víctimas de la industria y reclamó un Estado que controle y leyes que nos protejan. 

Previo a su visita a la región, Barruti cuenta que los libros nacieron a partir de la curiosidad que le despertó la alimentación de sus propios hijos. “¿Por qué una cuando es madre empieza a comprar ‘comida de chicos’? Uno cree que los mejores productos son los que están señalizado para niños y cuando te pones a mirar son los que tienen más aditivos, más azúcar, son los que están peor, no mejor. La mayoría de las personas ya no consume alimentos si no productos”, asegura.

Sobre por qué las campañas más fuertes están orientadas a los niños, la investigadora responde: “Los niños digitan el 75% de las compras del hogar y eso es producto de la búsqueda de la mejor alimentación posible y en todas las clases sociales. Además la industria busca generan un paladar perfecto, lo antes posible, para que después ese gusto siga acompañando a los futuros adultos consumidores que terminaran reproduciendo en sus propias familias ese amor por ciertas marcas, estímulos y formas de dulzor”.

En diálogo con el programa Viento Sur que se emite en 18 radios de Río Negro y Neuquén la periodista advierte sobre el papel protagónico de la publicidad en el avance de los ultraprocesados. Explica que la bebida cola más importante se propagandiza como la chispa de la vida. Relató que existen casos extremos que demuestran el efecto de la publicidad que promete algo rico y que resulta una chispa de vida. A tal punto que en comunidades originarias de México se busca destetar rápido a los bebes para darle la bebida cola. “Son pueblos donde las diabetes es altísima y en donde la gaseosa llega a reemplazar a los remedios” aseguró.

Barruti refuta la idea de que los alimentos industrializados o productos vienen a resolver en tiempo y en plata la cena o el almuerzo. “Las hamburguesa termina saliendo 700 pesos el kilo. Si es cierto que te resuelve el alimento que podemos tardar 15’ en cocinar en 5’, entonces hay que organizarse para tener congeladas verduras cortadas o alimentos caseros hechos previamente”.

La escritora no cree que la salida para comer saludable sea sólo el tener una huerta en el patio o balcón, “Hay que hacer coproducción con productores que saben hacer las cosas, que pelean derechos y pelean espacios de comercialización, con precio justo, con la propuesta agroecológica y la comida fresca y sana” opinó.

Coincide con que el rol del Estado es fundamental. “Necesitamos leyes que regulen a una industria que es absolutamente avasallante e inescrupulosa. Las publicidades, la forma de abordar a los niños y el ingreso en las escuelas públicas y privadas. Los kioscos escolares. Por ejemplo avanzar con el etiquetado con rótulos honestos que te adviertan lo que estás comiendo” concluyo.

Soledad Barruti presentará el sábado 5 de octubre su libro Mala leche en la feria “Manduca de primavera” del puesto de Capacitación Agropecuaria de San Patricio del Chañar.

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