En un acto claramente marcado por el momento electoral y con la presencia del presidente Mauricio Macri, se inauguró oficialmente la 133ª Exposición Rural en el predio del barrio porteño de Palermo. Todo fue euforia para los organizadores, el público y el gobierno, excepto que Greenpeace amargó por un momento la fiesta por haber colgado en el palco previamente, y luego activado a distancia, dos carteles amarillos que alertaban contra los desmontes y la “destrucción” de bosques.

Aunque no hubo un anuncio formal, el titular de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, festejo que su sector vuelva tener su ministerio (llamado “de Agroindustria” y dirigido por uno de los suyos), encendiendo el fervor en las tribunas, felices. Además de comprometer al jefe del Estado para que anule las retenciones el próximo año, dando por descontado un triunfo macrista en las elecciones, aprovechó para desparramar piedras contra los “populismos”.

Afirmó que “el debate no es entre izquierdas y derechas; es entre demagogos y pedagogos. Los líderes demagogos se ocultan detrás de proyectos populistas, que cabalgan sobre monturas de ideologías dogmáticas y rígidas. Pueden avanzar algún tiempo, pero no pueden cambiar".

Le faltaba decir “la chusma”, como se decía desde antes de Hipólito Yrigoyen. Una vez más, la ceremonia se convirtió en otra de las rancias ceremonias de la oligarquía.

Macri fue recibido por un eufórico “¡Sí / se / puede!”, lo que generó un clima exultante para cualquier cosa, como hablar de “mafias” y “corrupción” sin ningún titubeo, y retomar el mito según el cual “ahora vamos a empezar a crecer” en un país pletórico de ferrocarriles y caminos.

Repitió el eslogan de campaña, “juntos nos damos cuenta que somos imparables”, y culminó en éxtasis acompañado por la multitud gritando “¡Viva la Patria!”. Una multitud muy particular que lo siente como uno de ellos y está dispuesta a votarlo otra vez, y todas las que sean necesarias.

Si una característica mediática tuvo esta Exposición Rural fue la irrupción días atrás, de un grupo vegano en la pista central del predio. Esto generó polémicas de distinto tipo, muchas bordeando la banalidad absoluta, pero a pesar de eso instaló en agenda temas que no son menores vinculados a la producción de alimentos, el cambio climático, el manejo de los feedlotsy la modalidad de ganadería extensiva.

El tema rápidamente fue abordado con seriedad por dos medios que están en líneas diferentes, Por un lado Infobae y por otro La Vaca. Ambos percibieron que esto no es una simple puesta en escena de un grupo de activistas.

Con este antecedente de intervención se extremaron todas las medidas para evitar cualquier sobresalto. Sin embargo, la organización Greenpeace logró instalar dos dispositivos en el palco que no fueron advertidos por la seguridad, y que activados a distancia cuando empezó el discurso de Pelegrina, desplegaron dos carteles.

Ambos hacían referencias al cuidado de los bosques, para concientizar sobre los desmontes selectivos que avanzan sobre las leyes existentes al respecto.