“Choriplaneros, vayan a trabajar!!” les grita sarcásticamente una persona a los pilotos de Aerolíneas y Austral que recorren el hall del Aeroparque metropolitano con pancartas mientras volantean entre los pasajeros que esperan embarcar y avanzan al proletario grito de “¡unidad / de los trabajadores / y al que no le gusta / se jode / se jode!”.

Con sus prolijos uniformes y atildada presencia, los pilotos de Austral y Aerolíneas Argentinas agremiados en UALA (Unión de aviadores de Líneas Aéreas) y APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas) se manifestaron luego del revuelo causado por la lectura de un documento al finalizar los vuelos.

“Hoy tenemos empresas que no pueden pagar salarios, que han suspendido sus operaciones, que reducen la dotación con pilotos con despidos encubiertos o que se achican devolviendo aviones, levantando destinos y cortando frecuencias. Ante esta situación que pone en riesgo miles de fuentes laborales en el país, ratificamos nuestro compromiso de seguir defendiendo la aviación argentina. Los cielos también son de cada uno de ustedes. Desde ya, agradecemos su comprensión”, leyeron los pilotos mientras los pasajeros acomodaban su equipaje para el descenso.

Esto fue tomado por el gobierno y las autoridades de Aerolíneas Argentinas como una acción dentro de la campaña electoral y provoco reacciones de apoyo y repudio. La ministra Bullrich fue la más efusiva y acorde a su rol, al decir "Si me pasa eso, me paro y les digo `me sacan ese mensaje ya´.

La de los pilotos es la protesta menos pensada, prácticamente inédita, llevada a cabo por lo que se puede considerar una “aristocracia” laboral. Personal altamente capacitado, con beneficios que superan los de cualquier trabajador común.

A pesar de esas condiciones, perciben cómo avanza un sistema de negocios -revestidos con denominaciones marketineras como “revolución de los aviones” y “política de cielos abiertos” como denomina el gobierno a su política aerocomercial- que precariza y pone en riesgo fuentes y condiciones laborales, ademas de afectar la soberanía en los cielos del país.