Como en un conocido tema musical con ritmo de murga, Eva Duarte de Perón es “un muerto que no para de nacer”. O, como muchas veces se ha escrito en murales, carteles, textos y todo tipo de literatura política, “Evita es eterna en el alma de su pueblo”.

Así volvió a demostrarse ayer, al cumplirse 100 años de su nacimiento. Con actividades en todas las provincias del país, personas humildes y de otras condiciones sociales, así como adultos mayores y adultos en general, y miles de jóvenes, adolescentes o niños y niñas. Todas las generaciones honrando su memoria.

Organizaciones sociales, que agrupan fundamentalmente a familias de los barrios más pobres del país, realizaron una marcha en el centro de Buenos Aires y se desplazaron hacia el mítico edificio donde la gran figura de la compañera de Juan Perón que fuera, como él, fundadora y líder del justicialismo, simboliza su presencia pública en la capital argentina y en la memoria histórica del país.

Los militantes se trasladaron hasta avenida Independencia y Paseo Colón, lo que provocó importantes problemas de tránsito en la zona. Allí se montó un escenario, sobre el que se expresaron diferentes personalidades ligadas al peronismo.

En Neuquén hubo homenajes en la Legislatura, de la mano de la legisladora Nanci Parrilli, así como frente al Monumento a Eva Perón, con la organización de la secretaría de Género del Partido Justicialista.