Asociaciones de pequeños productores frutihortícolas protestaron ayer en plaza de Mayo y zonas del microcentro porteño con un “feriazo”. Esta vez, las ferias vendieron frutas y verduras a precios de quinta, para hacer visible lo poco que les queda a quienes trabajan la tierra, mientras la ganancia con los precios caros son para las cadenas comerciales. “Las economías regionales sufren hace años una situación crítica que se agrava desde que está Macri”, dijo un productor. “A nosotros nos pagan moneadas, gana el intermediario, y el gobierno mira para otro lado”, completó.