Ver y oír

Miguel Briante, “Entrevistas”

“Me gustaría ganar el Premio Nobel para ir a recibirlo borracho”

Un libro recupera conversaciones del fallecido escritor y periodista con figuras como Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Antonio De Benedetto, Adolfo Bioy Casares, Carlos Alonso y Griselda Gambaro, por ejemplo. Aquí, algunos extractos. Voces de otro siglo y otras encrucijadas, todas con algo para aprender o atender.

Pepe Mateos

 

(Fotos de septiembre de 1993)
 

“Existen, de pronto, el desaforado sol de diciembre

en Buenos Aires, los colores, los nervios de llegar cuatro y

diez (de la tarde) a una cita que la secretaria de Borges proyectó

para las cuatro (de la tarde, de la insoportable tarde), la

emoción de enfrentar por primera -quizá por única, por última-

vez al maestro, al prosista que convocamos todos los

días, cuando, ante la tétrica aparición del cierre, hay que llenar

las columnas con adjetivos y frases.”

De este modo, tomando lo que podemos sintetizar como la “escritura” de Jorge Luis Borges, Miguel Briante nos introduce en un maravilloso reportaje a su admirado maestro realizado para la revista Confirmado en 1970 (completo en PDF, acceso al final de la nota), que es parte de una recopilación de entrevistas realizadas entre los años sesenta y los primeros noventa publicadas originalmente en las revistas Confirmado, Primera Plana, El porteño y los diarios Tiempo Argentino y Página 12.

Entrevistas que más que un convencional intercambio de preguntas y respuestas son un despliegue de las tramas, ideas y cuestiones que implican a la literatura, el arte, la cultura y sus vínculos con lo social y lo político, todos temas que eran los que más le interesaban a Briante.

En una conversación con Rodolfo Walsh, de 45 años en ese momento y 28 Briante, ambos trabajando en el diario “La Opinión” que dirigía Jacobo Timerman, se plantean “cuáles son y cuáles deberían ser las conexiones entre las obras de ficción y el país real, tanto desde el punto de vista de sus contenidos como del destino concreto que sus mensajes tienen finalmente”.

Voces de otro siglo, de otras encrucijadas y otras formas de plantearlas, ricas en situaciones, imágenes, este libro nos las trae vividas desde un espacio y un tiempo lejanos, resistiéndose a ser un anacronismo hueco por la potencia de las cuestiones desplegadas. En cada una hay algo que es una lección, o algo a atender o aprender. 

Aquí, algunos extractos de las entrevistas recuperadas en el libro (con indicación, en cada caso, del diario o revista de su publicación original y de la fecha respectiva):

 

Pablo Neruda - ¿Por qué no se suicida?

(Revista Confirmado, 17 de diciembre de 1969).

“Ahora es el principio del fin. Ha terminado el reportaje,

el paseo por la casa, la representación de Pablo Neruda como

cantinero profesional, en ese bar de mesitas bajas donde han

desplegado -Neruda, su mujer Matilde, algunos amigos, las

ediciones más lujosas, más extrañas, más bilingües de sus libros.

El vate mira hacia el pacífico; abajo, entre las rocas de

Isla Negra -“Que no es Isla, ni es negra”, había dicho en Santiago-,

contra la arena, hay dos, tres muchachas en bikini, con

los muslos como calientes piedras al sol. Argentinos hasta la

muerte, es necesario decirle, como al descuido: Linda vista tiene

¿no? Don Pablo asiente, divertido. Se acerca un paso más

al ventanal; es el amanecer de la siesta; la sombra de una roca

interrumpe el tobillo de una muchacha. Sí -dice-, y está esa

roca. Con ella las niñas se creen ocultas y se cambian tranquilas.

Hay comentarios, alguien insinúa que se quitan el soutien.

Todo-dice Neruda-, todo. Se le pregunta: ¿Usted qué hace?

Dice: Tengo un largavistas para eso. Contra el vidrio, la arena

hace de las muchachas algo peligroso, cercano. Pero Pablo

Neruda asegura tener una estrategia, para que no lo descubran:

Es fácil, basta con quedarse a un metro del ventanal.”

 

Antonio Di Benedetto - Don Antonio vuelve a la otra libertad

(Diario Tiempo Argentino, domingo 10 de junio de 1984).

“Se queda en silencio. Le pregunto cómo hubiera hecho él

esta nota.

-Como la ha hecho usted, dejándome hablar. Porque parece

que tengo no ideas que sacar, pero sí impresiones que me

bullen, y son relativamente transfiguradas. Quizá le hablo de

lo que menos pienso. Pero son representaciones del caos que

llevo. Esta ciudad a mi me perturba mucho, no tengo aptitud

para estar entre tanta gente como hay acá. Tanto ruido.”

 

 

Adolfo Bioy Casares - La trama de vivir

(Revista Primera plana, N° 420, 16 de noviembre de 1971)

“Para mí la literatura está dentro de la vida, es una parte de

la vida, No es lo único. La mejor ayuda para aquella melancolía

la encontré en las mujeres; sus cuerpos, su presencia, el

hecho de que existan. A los trece años, el portero de mi casa

(vivíamos en la calle Quintana) me dijo: “Adolfito, desde ahora

se acabaron tus juegos. Tu preocupación son las mujeres”.

Y con el pretexto de llevarme al cine, para poder salir con él,

me llevaba al Maipo, a otros teatros de revistas. Con él entraba

a los camarines: a los catorce años me había enamorado

de una corista, una hermana de Sofía Bozán, que se parecía a

Dorothy Lamour.

 

Carlos Alonso - “Con la democracia puedo volver a pintar personas”

(Diario Página/12, 30 de junio de 1989).

-¿O sea que la democracia no le entró enseguida? ¿Hubo

un largo reacomodamiento después del exilio?

-Sí, ese reacomodamiento es todavía como una transición.

Porque una de las quebraduras que se producen, a los que trabajan

con la imagen, es esa degradación de la persona humana

que instalan las dictaduras. Cuando uno dibujaba la carnicería

puede salir indemne y de pronto está incluso sano hasta para

dibujarlo. Recuerdo que lo hice antes, como una premonición.

Ahora, cuando a la carnicería la ves, es muy difícil dibujarla.

Esa manera premonitoria es la única forma de hacerlo. Porque

ya no me siento dando testimonio, sino más bien pulsando

ciertas presiones internas, ciertas percepciones internas que

aparecen en el dibujo de una manera casi automática

-Digamos que usted no es el cronista ni testigo posterior.

Pero le tocó en carne propia.

-Desde luego, yo perdí una hija, en el Proceso. Paloma.

Quiero decir que entonces esa recuperación de poder volver

a dibujar al hombre, esa nueva posibilidad, te cuestiona toda la

estructura de tu ideología, tu concepción del hombre, tu fe en la

vida.

 

Griselda Gambaro - Narrar y nada más no es nada más

(Revista El Porteño, enero 1983).

“Se me imputaba que no era una escritora de acá, 

que era una escritora snob y europeizante.

-Lo que pasa es que había una cosa, me acuerdo que yo

hice una crítica una vez de un libro tuyo en la que yo te imputaba

eso.

-Lo vas a tener que leer otra vez a ese libro.

-Es bastante probable que tengamos que revisar muchas

cosas.

-Además en el calor de las circunstancias uno no siempre

ve claro.”

 

“Entrevistas” 

El libro “Entrevistas”, editado por la editorial Mil Botellas, incluye desde Borges hasta Litto Nebbia con Cadícamo, Juan Rulfo, Carlos Gorriarena, Carlos Alonso, Griselda Gambaro o Manuel Puig, entre otras tantas. 

Briante murió en 1995 al caer mientras reparaba un techo en su casa de General Belgrano, localidad donde había nacido en 1944. Tenía un lugar en la literatura argentina desde muy joven. En pocos años publicó “Las hamacas voladoras”, “Hombre en la orilla”, “Ley de juego”, obras que lo convirtieron en la joven promesa de la literatura argentina. 

 

Miguel Briante, entrevistado por María Moreno

(Revista Pluma y Pincel. Año 1977. Entrevista realizada en el mítico BárBaro de la calle Tres Sargentos, de Buenos Aires).

“Poné una coma para bajar a tomar agua”, solía decirme

Miguel -alguna vez mi severo editor- como quien enseña a

desmalezar un campo. Recuerdo sus sentencias que tenían

siempre algo de consejo de viejo Vizcacha -“si ganás siempre,

no vas a perder nunca”- o de cachada de peón: “Entraste como

yegua sudada”.

………

-¿A qué le temés? (No me digas que a la muerte).

-A lo mismo que busco: la fama, la gloria, el reconocimiento.

-¿Qué pensás en una noche de insomnio?

-Que me gustaría ganar el Premio Nobel para ir a recibirlo

borracho.

(Texto completo de la entrevista de Miguel Briante a Jorge Luis Borges).

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]