Hace tiempo que La Bancaria (sindicato de trabajadores de  bancos) lo viene denunciando. Esa entidad, adscripta a la Corriente Federal de Trabajadores indicó -analíticamente- que las medidas oficiales están contribuyendo al vaciamiento del Banco Nación. Los datos conocidos en las últimas horas dan cuenta de la certeza del planteo, y de la gravedad de la situación en una institución crucial para la economía nacional.

Esta semana se supo que el Banco recurrió a la Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social) para un financiamiento por 5.000 millones de pesos a 15 días; tendrá que abonar una tasa anual del 41,5 por ciento. Javier González Fraga, presidente del BNA (Banco de la Nación Argentina), reconoció oblicuamente “estrés de liquidez” debido a las restricciones impuestas por el acuerdo con el FMI. Tampoco es ajena a esa situación del banco la crisis económica que pone en riesgo el cobro de muchas deudas del sector privado; en particular de empresas que atraviesan por situaciones en las que peligra su continuidad.

Aunque parezca mentira, el auxilio requerido a la Anses surgió de una emergencia porque el Nación se quedó “sin plata” para seguir atendiendo sus necesidades diarias. El apuro lo llevó a acordar un plazo de financiamiento extraordinariamente corto con una tasa inusualmente elevada (41,5% anual) para una operación entre entidades públicas. El desembolso de la Anses se realizó en cuatro operaciones; una principal por 4.315 millones, y tres menores que completaron la cifra de 5.000 millones (por 300, 250 y 135 millones respectivamente).

Fuentes internas del Banco dijeron a La Señal Medios que la caída del mercado interno ha generado una ruptura en la cadena de pagos y que la acción recesiva oficial –valga la redundancia: intencional- “impide el uso de los depósitos oficiales en la entidad, que representan una tercera parte del total de las tenencias de fondo de terceros”. Esta traba evita utilizar esos recursos para volcarlos como créditos. Semejante política adviene en una suerte de disposición gubernamental fáctica hacia la contracción de la actividad económica. Los informantes refrendaron que así se impone “la imposibilidad de darle un uso financiero a una tercera parte de los recursos líquidos que tiene en cartera”.

Esto fue anticipado por la Asociación Bancaria. Hace poco -el 12 de febrero de este mismo año- precisó que la Resolución 13/2019 firmada por el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne tomaba 40 mil millones de pesos de las arcas del Banco Nación para canjear por Bonos del Tesoro de dudosa cobrabilidad futura. Eso se hizo “para garantizar el pago de intereses de la creciente deuda que origina la insustentable política del Gobierno”, precisó el gremio en un comunicado.

Además de Dujovne, los trabajadores enfocaron al presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, al que caracterizaron como “irresponsable” ya que “despatrimonializa a la entidad, impone nuevos límites a su capacidad crediticia y sus posibilidades de responder a una crisis”. En el comunicado también advirtieron que a diferencia de los años noventa donde hubo intentos de privatización del Banco Nación, el objetivo hoy “es directamente vaciarlo para que su lugar sea ocupado por la Banca Transnacional”.