El sábado pasado especulábamos en esta columna acerca de la estrategia del partido del gobernador, manifestando que “no es descabellado pensar en que puedan existir algunas conversaciones entre Weretilneck y el gobierno de Macri en las que se analice una mancomunión de esfuerzos proyectados hacia el 2019 con el objetivo, por el lado del gobierno nacional, de que no haya otra provincia ‘kirchnerista’, y por el lado de Weretilneck, con el propósito de ganarle a Soria”.

De las declaraciones formuladas en la semana por los máximos referentes de Juntos Somos Río Negro, incluso el propio mandatario, se infiere que en cuestión de horas el partido del gobierno estará decidiendo bajar la candidatura de Fabián Gatti para las legislativas del 22 de octubre con lo que se abre una posibilidad cierta para Cambiemos de mejorar su performance de las PASO y pueda llegar a incorporar a su candidata Lorena Matzen a la Cámara de Diputados.

Posiblemente el golpe decisivo fue haber perdido la elección municipal en Maquinchao, en este caso a manos de Cambiemos, pero con el agregado y el empuje que, con acuerdos o no, le dio el FpV que decidió no presentar candidato a intendente en la localidad del sur rionegrino aduciendo fraude en las reglas electorales.

Tras esa elección tanto el gobernador como su segundo coincidieron en señalar que las dos fuerzas políticas se juntaron para ganarle a JSRN, el partido del oficialismo provincial.

Sobre el final de esta semana Weretilneck admitió que está escuchando opciones y dijo que cuando el debate interno en Juntos Somos Río Negro avance, tomará una definición sobre si participar o no en las elecciones de octubre. Sin embargo, expresó que por ahora, Fabián Gatti “sigue en carrera”.

“Hay distintas posiciones en un partido democrático como el nuestro. Hay personas que consideran que va a ser muy difícil vencer el proceso de nacionalización” explicó el gobernador.

“Sabemos que costará muchísimo sobreponerse a la grieta nacional que cada día se ensancha más, pero aún hay dos posiciones, continuar y convencer al electorado, y otra que plantea que no tiene sentido concurrir. Estamos en este debate. Yo por ahora estoy escuchando, veré cuando avance un poquito más el debate” afirmó.

Pesatti sostuvo que “la política es el arte de tomar las mejores decisiones y no actuar por impulso, robóticamente, sino usando la inteligencia, por tanto, vamos a hacer eso, vamos a analizar las mejores decisiones.

El ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, que ha sido ratificado en su cargo, nos manifestó que “estamos viendo lo que dicen las investigaciones y las encuestas. Hoy la política no la podés hacer con la percepción personal, la tenés que hacer con los números en la mano y el tema central de discusión sigue siendo la continuidad del gobierno de Macri vs la posibilidad del retorno del kirchnerismo. Si esa es la discusión, quedamos afuera. Lo que nosotros planteemos no va a ser escuchado”.

En la misma línea la recientemente designada ministra de Turismo, Arabela Carreras admitió que es una alta probabilidad que el oficialismo baje a sus candidatos, y aseguró que “ya verá el gobernador cuándo es propicio comentar esta situación”.

Weretilneck que encaró las PASO con una fuerte actitud confrontativa con el gobierno nacional y que incluso después del resultado del 13 de agosto dijo que “no hay ninguna chance de que nos aliemos con Cambiemos porque somos un proyecto provincial”, en la semana que finaliza dijo que “yo soy una persona muy autocrítica de mis propios actos y de mi gobierno. Cuando suceden cosas, uno a veces entra en un proceso de reflexión”.

De todas formas y al ser consultado acerca de posibles negociaciones con el gobierno de Macri sobre el particular negó que se haya analizado el tema de la candidatura de Gatti y que sigue teniendo diferencias con el gobierno nacional en lo que es la economía, pero es un gobierno respetuoso de las autonomías provinciales”, remarcó.

Lo cierto es que es más que claro que la cuestión se analiza y si ha surgido a la luz pública es porque el mayor porcentaje de opiniones se inclina a la idea de obviar la concurrencia electoral en los comicios del próximo 22 de octubre.

También es más que factible que efectivamente exista un proceso de acercamiento entre las conducciones de los gobiernos provincial y nacional, con claros objetivos para uno y otro.

El gobierno provincial sabe que votos más, votos menos, no logrará modificar el resultado electoral de agosto, ante la acentuada polarización que sobrepasó todos los cálculos. Entonces ante ese diagnóstico desfavorable, ¿para qué exponerse?

Más aún, a Weretilneck ya no le alcanza con seguir estando “en cada lugar siempre” y mover algunas piezas en el gabinete, si es que quiere recuperar el centro de la escena e intentar fortalecerse.

Tiene, nada más y nada menos, que encarar sus dos últimos años de gestión, los mismos que enfrenta Macri, pero que, al menos en esta instancia electoral, salió mucho más fortalecido que él.

Es aquí donde se entienden con más claridad las palabras del Pesatti cuando introduce la palabra “gobernabilidad” en el análisis post electoral. Río Negro necesita solucionar sus urgencias financieras que le garanticen un proceso sin sobresaltos hacia el 2019.

En cuanto al gobierno nacional lograría sumar una estructura partidaria más a su objetivo de fortalecimiento territorial de Cambiemos, en lo inmediato tener un diputado nacional mas y evitar que en el 2019 el Frente para la Victoria incorpore otra provincia al mapa político nacional.

Lógicamente ambos comparten un objetivo en común, esmerilar al máximo posible la posibilidad de que Martín Soria pueda acceder a la gobernación de la provincia.

Posiblemente las declaraciones de la semana fueron “un globo de ensayo” para especular con las reacciones de unos y otros ante esta eventualidad de asociarse con el oficialismo nacional, pero no existen muchas otras alternativas ante la difícil situación que atraviesa el novato partido provincial.