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21/07/2017

Marco Aurélio García, una de sus últimas charlas en Buenos Aires

Marco Aurélio García, una de sus últimas charlas en Buenos Aires | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El militante y experto en política internacional brasileño fallecido ayer, fue entrañable compañero y amigo de Lula, y también asesor presidencial suyo y de Dilma. Semanas atrás, en la capital argentina, Va Con Firma pudo conocer sus reflexiones sobre el momento político de su país, el nuestro, y toda Latinoamérica.

Agustín Mozzoni *

Ayer murió en Brasil Marco Aurélio García. Fue uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores (PT) de ese país, fuerza política que nació desde la organización sindical espontánea de operarios de Sao Pablo a fines de los años ‘70. El partido adquiriría su definitiva conformación en 1980 y después de años de lucha, voluntad y perseverancia erigirá a Luiz Inácio Lula Da Silva como presidente de la República en el año 2002.

En el camino hacia el logro de ese objetivo mucho tuvo que ver Marco Aurelio García, entrañable amigo y compañero de Lula, del cual fue asesor de asuntos internacionales durante sus dos mandatos presidenciales. Igual función cumplió junto a la ex presidenta Dilma Rousseff.

La muerte de García constituye otro doloroso golpe para Lula, tras el fallecimiento meses atrás de su compañera de toda la vida, Doña Marisa, y mientras atraviesa una ofensiva mediático judicial que es parte de una persecución política que hasta ahora no muestra ningún límite.

A fines de junio, Marco Aurelio visitó Argentina especialmente invitado por Le Monde Diplomatique y Lectura Mundi, y brindó una conferencia sobre la crisis del progresismo en América Latina.

En aquella oportunidad, Va Con Firma tuvo la posibilidad de compartir el momento en la Universidad Nacional de General San Martín (Ungsam) y así conocer su posición y visión acerca de la disputa que se vive en la región latinoamericana.

El ahora fallecido dirigente brasileñodijo que “hay una novedosa estructura de clase en nuestras sociedades. Tenemos que empezar a resolver varios interrogantes que se plantean en nuestras sociedades”.

“Tenemos que tratar de comprender cómo fue que personajes tan mediocres asumieron un rol tan importantes en nuestros países. Marx decía que no se trata de saber porqué un personaje mediocre asumió el gobierno, sino que se trata de entender qué mecanismos permitieron que esos señores puedan llegar a las posiciones que llegaron”

En el análisis de lo hecho en la región, García explicaba que “por ejemplo, cuando se trabajó en el proyecto de la Unión de Naciones Suramericanas, más allá del destino actual, nosotros tuvimos claro que Unasur era un intento de dar más institucionalidad para una región que quería jugar un rol internacional importante. No se trataba de Brasil, o de Brasil y la Argentina unidos, se trataba de que todo un continente pueda tener una fuerte presencia internacional”.

Aseguró que “éramos 400 millones de hombres y mujeres que estaban atravesando un proceso de inclusión social y por lo tanto podían tener un rol económico muy novedoso en el mundo”.

“Sectores que antes se habrían considerado lumpen o marginales, pasaron a integrar, con sus diferencias o complejidades, sujetos potenciales o reales de transformación social, en la medida en que nosotros logramos la capacidad de entender concretamente cuáles eran los problemas que los afectaban directamente”.

Cuando lo consultamos acerca de por qué, en el caso de Brasil, el proceso no contó con el apoyo de la ciudadanía y especialmente de algunos de los sectores más beneficiados por el proceso de los gobiernos del PT, Marco Aurelio afirmó que “en efecto, nosotros tuvimos muchas veces sectores beneficiados por nuestras políticas, millones de beneficiados por programas de políticas públicas, que en las últimas elecciones votaron en contra de la izquierda”.

“Yo no creo ni digo que nosotros debamos encarar estas situaciones como una ingratitud. Aunque uno puede quedar disgustado o dolido o desconcertado por tal situación. Al menos es una sorpresa, pero la molestia no es una gran compañía en la política. Al contrario, es una pésima compañía”.

Sentenció que “nosotros no fuimos capaces de diferenciarnos del populismo vulgar que hacía concesiones, y no logramos hacer entender a la gente que eso no eran concesiones, sino derechos que estaban consiguiendo por medio de políticos que trabajaban pensando en ellos y en la igualdad”.

En otro momento de la charla en la capital argentina el mes pasado, Marco Aurélio García dijo que la sociedad de hoy está mucho más integrada y globalizada, y no existe más un sector obrero separado radicalmente del mundo burgués.

“Hoy en día, las novelas de (la poderosa cadena mediática brasileña) O´Globo son igualmente vistas por el obrero de la fábrica y el dueño de la fábrica. Eso era impensado 70 años atrás”, ejemplificó.

Aseveró que “ya no estamos más en una sociedad donde hay dos culturas distintas, sino en una sociedad donde existe una mezcla de culturas. Y nosotros tenemos que entender que si esto es verdad desde el punto de vista de la constitución de una visión del mundo como regla general, es mucho más verdad desde el punto de vista de la información cotidiana, de la información sobre la política, la información sobre la economía”.

Haciendo referencia al comportamiento de los medios de comunicación, García manifestaba que “todos los días, cuando nosotros prendemos la radio a la mañana o la televisión, estamos recibiendo clases de neoliberalismo. Es complicado resolver esto, nosotros en Brasil perdimos esta batalla, aun cuando tuvimos algunos instrumentos para resolverlo. Entonces la cuestión de los medios es una cuestión que tiene una gran relevancia. Aunque con esto no quiero reducir todo a eso solo”.

“La gente tiene que poder pensar tranquila, y poder llegar a pensar distinto. Pero hoy en día vivimos en un sistema que implanta el pensamiento homogéneo, es una de las grandes invenciones del capitalismo. El capitalismo nos hace pensar igual, nos hace vestir igual, nos hace bailar igual. Si ustedes miran la vestimenta del obrero es una especie de copia ‘en degrade’ de cómo se visten en ¡las capas de arriba’!, como decimos en Brasil”.

Agregó que “yo no quiero ser apocalíptico ni afirmar que estamos viviendo en un mundo totalitario, aunque lo que acabo de describir es una especie de totalitarismo. Lo que quiero decir es que debemos movernos para tratar de resolver esto. Creo fielmente que la mejor forma de resolverlo es con la democracia. Se ha dicho mucho de la democracia a lo largo de la historia. En el pasado se hablaba de democracia burguesa o democracia proletaria, hasta que nosotros descubrimos que la democracia es la democracia. Y desde allí tenemos que avanzar”.

Estos fueron algunos de los pensamientos y miradas de Marco Aurelio García en su visita a Buenos Aires a fines de junio, acerca de la situación en la región latinoamericana, y en sus reflexiones se muestran evidentes similitudes entre Brasil y Argentina.

Ayer, lamentablemente, la noticia fue su fallecimiento. Pero sin dudas sus opiniones dejan una enseñanza para analizar sobre los tiempos que nos tocan vivir, lo que nos motivó a compartir esta nota con los lectores de Va Con Firma.



(*) Lic. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
29/07/2016

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