Columnistas
17/06/2017

Análisis rionegrino

Plataforma de lanzamiento o despegue fallido

Plataforma de lanzamiento o despegue fallido | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Habitualmente las elecciones de medio término no tienen demasiada trascendencia. Pero estas del próximo 22 de octubre, con la instancia anterior de las primarias del 13 de agosto, seguramente la tendrán, o mejor dicho la están teniendo, sobre todo en esta provincia.

Hernán D´Andrea

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El miércoles cerró el plazo de inscripción de alianzas transitorias para participar en las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) y posteriormente las legislativas del 22 de octubre, en donde surgirán los dos diputados nacionales que reemplazarán a María Emilia Soria y Luis Bardeggia.

Finalmente, se tomó registro de cuatro alianzas en la provincia. Una es el Frente para la Victoria, integrado por los partidos Justicialista, Kolina y Frente Grande, además de cinco partidos adherentes: Nuevo Encuentro, Movimiento de Apertura Democrática, el Movimiento Nacional Alfonsinista-FORJA, Partido Comunista, y el Partido Solidario.

También se inscribió Juntos Somos Río Negro, conformado por el Movimiento Popular Patagónico (MPP) y el Partido Fé.

Cambiemos, a su vez, se registró integrado por la Unión Cívica Radical y el Pro, mientras que Nuevo MAS, Movimiento al Socialismo, se presentará en una alianza que integra con el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), inscripto como Izquierda al Frente por el Socialismo.

El próximo 24 concluye el plazo para la presentación de listas de precandidatos ante las juntas electorales partidarias, mientras que el 14 de julio será el día en que se publiquen los padrones definitivos, y comience oficialmente la campaña electoral para las PASO a realizarse el 13 de agosto.

Todavía habrá que esperar algunas horas para asegurarse efectivamente qué partidos y/o alianzas dirimirán candidatos en esa fecha.

Por lo pronto, dentro del FpV han anunciado precandidaturas María Emilia Soria, Mario Sabbattella, Ceferino Namuncurá y Rubén Ali Yahuar. En Cambiemos, existe la posibilidad de que el intendente de Sierra Grande, Nelson Iribarren, pretenda disputar la elección partidaria abierta con la que aparentemente es la candidata consensuada entre radicales y Pro, la allense Lorenza Matzen.

También están lanzadas las precandidaturas de Magdalena Odarda, en apariencia por el ARI, mientras que el socialismo presentará en esta instancia a María Luz Riera.

Luego habrá que sumar los representantes de los partidos de la izquierda, por un lado el MAS con Aurelio Vázquez, y por otro el Partido Obrero que lleva como candidata a Norma Dardik.

Superada la instancia de las primarias, quedarán al menos cinco espacios políticos que el domingo 22 de octubre competirán por los dos lugares en la Cámara baja del Congreso de la Nación.

Como es natural, ya comenzaron a circular algunas encuestas, por los menos de dos consultoras -ECO y Vignoni-, aunque en apariencia las dos miden para un mismo sector. Ambas coinciden, números más, números menos, en que la disputa será entre los candidatos del oficialismo provincial de Juntos Somos Río Negro, y los del Frente para la Victoria. Es bueno aclarar que también los dos encuestadores proyectan entre un 25 y un 30 por ciento de indecisos.

Si bien las mayores adhesiones están contabilizadas para el partido del gobernador Weretilneck, de acuerdo a los porcentajes que se manejan, todo indica que sumarán un diputado cada uno, pero abriendo el juego para una fuerte disputa en el 2019.

Un punto no menor a tener en cuenta es que si bien hay indicios, todavía faltan los nombres de los candidatos, cuyo plazo de presentación vence el 24, pero todo indica que estarán confirmados unos días antes.

Por el lado del oficialismo, que busca provincializar la elección, todo hace presumir que, como ocurre en Neuquén y en Chubut, la balanza se inclinará hacia el vicegobernador, en este caso Pedro Pesatti, y una segunda opción es la de Alejandro Palmieri.

Vale la pena recordar que si bien se han aquietado un poco las aguas en el gobierno, se sigue pensando en una continuidad del mandatario tras la elección de 2019, a partir de dos hipótesis.

La primera sostiene que Weretilneck cumplirá su primer mandato oficial, ya que el anterior fue en reemplazo del fallecido Carlos Soria, por lo que no se contaría como un período de gobierno completo. Y la segunda opción es una eventual reforma de la Constitución, para lo cual se necesita de una mayoría especial, que el oficialismo rionegrino ya ha logrado en varias oportunidades.

Si las dos estrategias resultan fallidas, o no se decide su aplicación, el candidato de Juntos Somos Río Negro para suceder a Weretilneck surgirá de esos dos nombres.

Siguiendo en tren de especulaciones, se presume que, superadas las PASO, los candidatos del FpV serán María Emilia Soria y el concejal barilochense Ramón Chiocconi, quienes sin dudas trabajarán en una campaña de polarización y nacionalización, tal cual lo viene haciendo el presidente del partido en la provincia, Martín Soria.

Cambiemos tiene como objetivo hacer una buena elección de cara al 2019, a sabiendas de que es casi imposible repetir lo del 2015, cuando llegó con Sergio Wisky. Recordemos que en aquella oportunidad había tres bancas en juego, y que además en la elección de diputados nacionales no compitió el oficialismo provincial, el cual meses antes había sacado más de 50 por ciento de los votos en los comicios para gobernador, el 14 de mayo de ese año.

Así fue que ingresaron a la Cámara baja del Congreso Nacional los dos candidatos del Frente para la Victoria, quienes sumaron un 57 por ciento en las legislativas, y también ingresó el representante del Pro tras obtener un 30 por ciento de los sufragios.

Esta vez, todo presagia una polarización. No existe hoy, como aconteció en otras oportunidades, el tercer partido. Podría haber cumplido ese rol la senadora Odarda, pero más allá de su figura, hoy no tiene estructura detrás, y casi ni siquiera un sello partidario. Cuando llegó a senadora en el 2013 fue en un contexto muy distinto, e incluso lo hizo con votos del radicalismo.

Otro tema a tener en cuenta que en esta oportunidad, por primera vez en la historia de la provincia, no está gobernando ni el radicalismo ni el justicialismo, y el partido del gobernador debuta solo, sin el peronismo, a diferencia de cómo lo hizo en 2013, mientras que en 2015, como quedó dicho, no participó de las legislativas de ese año.

Utilizando la trillada frase de que sin 2017 no hay 2019, Juntos Somos Río Negro sabe que por diferentes razones, incluso más allá de una posible re-reelección, la única opción es ganar.

Sería muy difícil para un partido tan novato, sin anclaje suficiente, soportar perder una elección de medio término. En la historia hubo muchos que lograron su recuperación en dos años, pero en este caso, justamente de lo que se adolece es de esa historia y de falta de arraigo.

Por el lado del Frente para la Victoria, debe asegurarse llegar a lograr una banca, cuestión que hoy es mucho más factible que hace unos meses atrás. Si no hace una buena elección, se terminarán las aspiraciones de Martín Soria y de muchos otros, aunque el intendente roquense será el mayor perjudicado.

Para Odarda la cosa no varía mucho, pero desde ya su elección será mucho menos bondadosa que aquella de 2013 que la llevó a obtener su banca de senadora.

El Pro y los radicales, hoy aliados en Cambiemos, intentarán no salir cuartos, y especulan con que en algo los puede favorecer la nacionalización de la campaña, siempre y cuando Mauricio Macri mejore su performance en la provincia en los próximos días.

Por supuesto que todo este análisis ha sido realizado en el terreno de las especulaciones, y que además aún falta mucho para el domingo 22 de octubre.

En el medio estará la interna del FpV por estas tierras, el debate por la instalación de una central nuclear en Río Negro, la interna entre Cristina y Randazzo en la provincia de Buenos Aires, las decisiones y las desmentidas de Macri, si Weretilneck consigue o no la plata del crédito, las calenturas y las puteadas de Soria, el conflicto con ATE, y tantas otras circunstancias y vicisitudes que pueden, lógicamente, echar por tierra con todo este análisis tan prematuro.

Pero de lo que sí estamos seguros es que por más que exista, según dicen algunos, desinterés en el electorado, estas elecciones de medio término no son comparables con otras en las que casi pasaban desapercibidas, salvo por la cantidad de espacios que tienen los candidatos en los medios de comunicación.

En Río Negro, sin dudas, serán una plataforma de lanzamiento, o un despegue fallido para el 2019.

29/07/2016

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