Columnistas
16/06/2017

Detrás del juego

Mac-chistes a un año del Mundial

Mac-chistes a un año del Mundial | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Faltan menos de 365 días para el Mundial 2018. Parece que fue hace poco aquella euforia ante Holanda, transformada en llanto y pena por la falta de gloria por el 1-0 contra Alemania. Parecía lejano el próximo Mundial, la “revancha”, o el “último de Messi”, como algunos titularon. Pero aquí estamos, descontando los chistes de Macri para llegar a Rusia 2018.

Alvaro Nanton

Tal vez la vorágine del fútbol, con sus copas internacionales y continentales, apuraron el paso del tiempo e hicieron estar ahora, acá, marcando que solo nos separan doce meses de otro Mundial de Fútbol. Tal vez, las elecciones presidenciales no parecen haber quedado tan atrás como la Copa del Mundo pero marcan la mitad de nuestra espera. Un año y medio antes del Mundial, votamos. Un año y medio después, llegó el cuarto semestre a base de chistes sobre nuestra próxima participación en Rusia.

El presidente argentino parece que entiende algo de fútbol, pero muy poco de bromas. Marcó en cada lugar donde representó a nuestro país un mal chiste, que no tenía ni gracia, ni originalidad. Parece que no solo juega mal de local, sino que de visitante hace papelones.

Tardó 21 días desde que se sentó en el sillón presidencial hasta que se juntó con su par uruguayo Tabaré Vázquez  el 6 de enero de 2016, en el que aseguró: "Si nos falta algún punto para clasificar al próximo Mundial, Suárez va a patear afuera".  La respuesta que llegó fue incómoda: "Tenemos el más amplio espíritu retributivo".

Un mes después viajó a España a ver su primer ministro (presidente del gobierno), Mariano Rajoy. Allí, Macri bromeó: "El único ruido que tenemos, presidente, que nos cuesta perdonarles, es que nos saquen sistemáticamente los mejores jugadores de fútbol y los mejores entrenadores”.

Mismo año, pero en septiembre, Macri hizo de las suyas con el jefe de Estado del país que será sede del Mundial, Vladimir Putin, ante quien se refirió al “batacazo” que dará la selección de la mano de Lionel Messi. La respuesta del mandatario ruso fue una mirada seria y una pregunta a su traductor acerca de si lo estaban jodiendo.

La última –hasta ahora- fue con la canciller (jefa de gobierno) alemana, Angela Merkel: "Confío y apuesto mucho en la relación futura entre los argentinos y Alemania. Que esa relación incluya que vamos a llegar a la final del Mundial en Rusia los dos, pero esta vez, le va a tocar ganar a la Argentina, para que las cosas sigan parejas ", expresó Macri.

La repuesta de la alemana fue en una situación incómoda en la que expresó: “Bueno, seguro vamos a estar de acuerdo hasta la final, ahí a lo mejor tenemos distintas opiniones", dijo, y rápidamente retomó con asuntos políticos.

Parece que estos “mac-chistes” no suelen funcionar para “romper el hielo” como Macri cree, sino que genera en su gran mayoría una situación incómoda. Tal vez, aquí esté la causa principal de por qué no llegan las inversiones extranjeras.

Lo que debería hacer el señor presidente es comunicarse más con los periodistas deportivos (y no solo con Niembro). Darle un lugar en la agenda de los viernes en la Quinta de Olivos, para que le enseñe cómo hacer bromas con el fútbol y, tal vez así, que venga por arte de magia alguna inversión.

***

Síntesis mundial

Rusia 2018 se acerca. Parece un país tan frío y desconocido –casi como los chistes de Macri- que nos llega poca información –casi como las inversiones que Macri prometió-. Pero estamos ante una nación con 143 millones de habitantes. Son un poco más de 100 millones más que los que tiene la Argentina.

A su vez, tiene nueve husos horarios diferentes y coexisten dos religiones: cristianismo e islamismo.

Moscú es su capital desde que fue consumada la Revolución Rusa en 1917 y acogió los acontecimientos más importantes del siglo pasado en adelante, ya que ha tenido lugar de discusión en su Kremlin y ahora será una de las sedes del mundial.

San Petesburgo es la segunda ciudad más grande de ese país y fue el centro de la Revolución, bajo su antiguo nombre: Petrogrado. Allí se gestó el levantamiento más significativo de su historia y pasó a llamarse Leningrado por el fallecimiento de su estandarte bolchevique (Vladimir Lenin). Al caer la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) pasó a tener el nombre actual y el año que viene tendrá el estadio más caro del mundo en el momento de su inauguración.

Esta ciudad es la tierra donde nació  hace 64 años Vladimir Putin. Llegó al poder en el año 2000 luego de ser director de los servicios secretos rusos y responsable de las relaciones exteriores de San Petersburgo. Hoy busca una “Modernización en Rusia” de la mano  –o del pie- del fútbol. Ese mismo deporte que al presidente argentino lo inclina hacia el “humor”.

29/07/2016

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