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16/11/2016

Mauricio, trumpista de la primera hora

Mauricio, trumpista de la primera hora | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Daniel Hernández

 

-¿Y? ¿Qué me dice? El mundo se volvió loco.

-¿Por?

-Un multimillonario, misógino y con negocios poco claros, es presidente.

-Ah, por fin se dio cuenta...

-No se haga el gracioso que el mundo está en peligro.

-Y si, no es una buena noticia para nadie. Tampoco para el gobierno, que apostó por Hillary.

-¿Y qué íbamos a hacer, decir la verdad?

-Por supuesto.

-Imposible, va contra nuestra idiosincrasia. No escriba eso. Es una broma.

-Pero que apostaron a Hillary no es broma.

-Al principio, nada más.

-¿Qué significa “al principio?

-Hasta que perdió. Mauricio es trumpista de la primera hora, no se olvide.

-¿Y qué hora es esa?

-Hace diez minutos. Antes de que la deporten en un camión repleto de mexicanos, venezolanos, cubanos y no sé cuantos años más Malcorra le puso el teléfono en la oreja a Trump.

-¿Y qué paso?

-El Pato Donald marcó el teléfono rojo (o marcó Malcorra eso no se sabe) y Mauricio atendió el teléfono amarillo en la Rosada. Colores puros y estridentes.

-¿Y qué pasó?

-Mauricio evitó la tercera guerra mundial.

-¿Y eso?

-Es que Trump se quiso avanzar a la Malcorra y ella lo frenó en seco: los cerdos de la ONU vaya y pase pero un Imperio en decadencia dirigido por el conductor de un reality show ni loca.

-¿Y entonces?

-Donald se puso como loco y empezó a buscar las claves de las 6970 cabezas nucleares que guarda bajo la almohada. Como se le mezclaron los números seguimos vivitos y coleando.

-Si no…

-Exacto. Pero la verdad de la milanesa es que el que nos salvó fue Mauricio, que aprovechó la depresión de Mr. President por no poder lanzar la primera bomba atómica antes de asumir y lo frenó en seco (en perfecto inglés, que como usted sabe domina mejor que el castellano): “Pará mierda o te mando la Gendarmería”.

-¿Eso le dijo?

-Así como lo escucha.

-¿Y qué pasó?

-Trump se puso a contar los gendarmes que mandamos a Rosario y al conurbano y se dio cuenta que superamos en número al U.S. Army. Entonces se sosegó y despidió a la Malcorra con un lacónico: “nos volveremos a ver, gordita” (pero en inglés, obvio).

-Todo muy lindo pero el propio presidente había apoyado a Hillary….

-Eso era antes, ya se lo dije. Antes de que perdiera ella expresaba nuestros valores. Por ejemplo, destruyó Libia sin perder jamás la sonrisa. Incluso se reía a carcajadas. Es la abanderada de la revolución internacional de la alegría. Pero bueno, ya fue. Nosotros somos un movimiento de ganadores. Ponemos un mango para llevarnos dos. Siempre.

-¿Y entonces?

-¿Y entonces qué? Mauricio pegó el volantazo y reflotó todas las cosas que nos unen a Trump.

-¿Los negocios de su época de empresario?

-No sea insolente. Eso es el pasado. Ahora compartimos ideas.

-¿Ideas? ¿Cuáles?

-El pichettismo de tirar a los inmigrantes al mar, por ejemplo.

-¿Y eso?

-Muy sencillo: Trump quiere un muro que recorra toda la frontera con México y nosotros uno que rodee la General Paz.

-No es una medida muy humanitaria que digamos…

-No me venga con el verso de los derechos humanos ¿Y los derechos humanos de los vecinos? ¿O acaso la vecina de la Recoleta vale menos que la de González Catán o Cutral Co?

-Por eso mismo...

-Ustedes los K llenaron el país de bolivianos, peruanos y paraguayos y ahora el balurdo lo tenemos nosotros. Argentina para los argentinos, ¿le gusta la consigna?

-Con todo respeto, me parece un tanto, como decirlo, fascista. Si, es una consigna fascista.

-¿Fascista? ¿Y qué tiene que ver Mussolini en todo esto?

-Intolerante, xenófoba. A eso me refiero.

-Uy ya empezamos con las consignas. Mientras ustedes hacen teoría nosotros tenemos que gobernar.

-¿Y no pueden gobernar para todos?

-Para todos, todos, no. Pero para unos cuantos sí. Le cuento lo que vamos a hacer. El muro nace en la Casa Rosada con dirección norte e incluye Santa Fe (menos Rosario que está lleno de narcos), Córdoba (enterita, obvio) y de ahí derechito hasta Jujuy (la cárcel donde está Milagro Sala queda afuera, por supuesto, con el zurdaje de la ONU incluido), ¿qué le parece?

-Horroroso.

-A ustedes nada les viene bien, viejo. No será un agente del pinedismo usted ¿no?

-¿Del qué?

-Del pinedismo, no se haga el desentendido. La tendencia ultraizquierdista que tenemos en el Movimiento.

-Jamás me imaginé que...

-No se haga el sorprendido que ustedes lo tenían a Urtubey y a Pichetto al lado de D'Elía y Esteche...

-Ya le dije que yo soy periodista, no militante.

-Es lo mismo. Ahora juega con Pinedo.

-Eso es un disparate.

-Ya se lo dije la otra vez. El senador quiere voltear a Mauricio. Hágase cargo.

-Discúlpeme, pero suena a delirio paranoide.

-El que delira es usted. Haga memoria. Pinedo fue el que quiso reformar el Código Penal junto a la Bruja del Calafate. Pinedo fue el que dijo que Mauricio tenía que hacer un gobierno de izquierda. Pinedo fue el que arengó que con ochenta lucas no se puede vivir...

-¿Y todo eso que tiene que ver?

-¿Cómo qué tiene que ver? Nosotros tenemos que poner el pecho a la pesada herencia y si pasamos hambre hay que hacerlo con dignidad.

-¿Hambre?

-Sí, hambre. En qué hablo, en mandarín, que me hace repetir todo...

-No, es que no entiendo lo que quiere decir.

-¿Qué es lo que no entiende?

-Eso del hambre.

-Claro. La guita no alcanza. Alfonso no pega una. Y encima Mauricio puso todo en un fideicomiso, hasta los Panama Papers. No tenemos un mango.

-Sigo sin entender.

-Muy fácil. Un auténtico militante de nuestra causa dice “Sí se puede” y sigue para adelante. Si no puede ir de compras a Nueva York o a París se va a Puerto Madero con Rodríguez Larreta, pero lo hace con dignidad. Si Antonia no puede festejar el cumple en Disney se lo hacemos en Casimiro (el de San Isidro, obvio). Si Juliana no llega a una Louis Vuitton hace las compras con una bolsa de Lita de Lazzari. Pero siempre con dignidad. No llorando como ese renegado.

-Parece que están enojados...

-Y no es para menos. Pero no se preocupe, la Justicia es lenta pero llega. En cualquier momento Bonadío lo cita en la causa de dólar futuro.

-Pero si Pinedo no era funcionario.

-Y eso qué tiene que ver.

-¿De qué lo acusaría?

-Y eso qué tiene que ver.

-Ah, ya entiendo.

-Y eso qué tiene que ver.

-Está bien, está bien, entendí.

-Era hora viejo.     

29/07/2016

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