El MPN eligió como adversario en esta instancia electoral al Frente de Todos, sin distinción de los sectores que compiten en las PASO por las candidaturas a diputados nacionales. Ni los aspirantes de la lista Azul ni los de la la letra F, así como tampoco el gobernador Omar Gutiérrez o su antecesor Jorge Sapag, decidieron enfrentar a los candidatos y propuestas que van por derecha o centro derecha.

No se escuchan voces del oficialismo provincial hablar en contra de las calamidades sociales y económicas que dejó el macrismo, o de los planteos que formulan sectores retrógrados de la política en todos los terrenos. Nada de eso asoma en la tonalidad gris de la paleta por la que se mueve con comodidad el partido provincial.

El partido que fundaron los hermanos Sapag y otros experonistas de Neuquén desarrolló, en un tiempo que hoy se podría equiparar al de un adulto mayor, la habilidad del movimiento de los felinos: transitan en silencio y dan el salto cuando están seguros del éxito del ataque.

La mayoría de las veces se puede leer el recorrido del escurridizo MPN por sus ausencias, en especial cuando se trata de temas comprometidos con un modelo de país que busca poner freno a las corporaciones y cuando se persiguen objetivos de mayor igualdad para la sociedad.

Una hendija que quedó abierta a destiempo porque cayó en pleno calendario electoral, el proyecto de ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas, se transformó en el punching ball de entrenamiento de un MPN que critica al gobierno nacional y al centralismo porteño con argumentos que ya fueron superados por la historia. La recreación de una "rivalidad" Nación-provincias en tiempos de hiperconcentración económica, resta fuerza política a la hora de enfrentar a esos intereses corporativos.

Es costumbre del MPN zapatear en defensa de los "sagrados" principios provinciales, pero no tiene, ni por asomo, la misma reacción cuando hay que confrontar con los poderes reales. Debe ser que es mejor negocio pegarle en el lomo a la política para mantenerse a flote que torear a los que generan desigualdad a cualquier costo.

En estas PASO, el oficialismo local volvió a dar pistas claras del lugar de la política en el que se siente más a gusto. ¿Por qué será, MPN?