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07/07/2021

Cartas de lectores

Remeras, delirios y batallas por el sentido común

Remeras, delirios y batallas por el sentido común | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Haydée Aguilar docente jubilada de la organización Jovatos Peronistas.

Poner en duda la necesidad de una vacuna de efectividad comprobada no es solamente ubicarse contra la historia de la ciencia en general y de la medicina en particular. Es también ubicarse contra una política de bien público.

Griselda Fanese *

En estos días una docente jubilada, actuando desde el humor y la ironía, ha puesto en escena lo que significan las batallas por el sentido común en una sociedad.

Conviene partir de una base: El sentido común no está "dado". Se va construyendo en los discursos que circulan en una sociedad y esa construcción es política, es decir, interviene en la vida de las personas y en la creación de poder.

Ahora, el caso que nos ocupa: Si se vuelve sentido común que la vacuna contra el Covid es veneno, más personas evitarán vacunarse, poniendo así en mayor peligro su salud y la de su familia, sus amigos y sus vecinos. Y pondrá en mayor peligro todas esas vidas. Eso, en lo inmediato.

A plazo más largo, poner en duda la necesidad de una vacuna de efectividad comprobada no es solamente ubicarse contra la historia de la ciencia en general y de la medicina en particular.

Es decir, no es solamente elegir la ignorancia. Es también ubicarse contra una política de bien público. En este caso, es ponerse en contra de la política de un gobierno preocupado por inmunizar a los habitantes de todo el país. Y es preferir los caprichos privados. Por ejemplo, el capricho de una Carrió siempre deseosa de atención, incluso a costa de una delirante denuncia por un supuesto envenenamiento que inventó ella, acusando a la vacuna Sputnik, con dichos que pueden hacer un enorme mal al influir en personas que deben vacunarse y no lo hacen, poniéndose así en peligro y poniendo en peligro a su familia, amigos y vecinos.

La docente jubilada Haydée Aguilar, en estos días, se ha fotografiado, tras recibir la segunda dosis de la Sputnik contra el Covid, con una remera que juega en el plano intertextual con una ironía que trae a la memoria los delirios de Carrió.

"Gracias, Alberto, por envenenarme", dice la remera de Haydée que estos días está en varios medios; medios que aprovechan la ocasión para tomar en sentido literal lo que Haydée expresó irónicamente.

La Nación, por ejemplo, elige mostrar las cosas basándose en la falta de información de la gente - y así La Nación profundiza la falta de información- y prefiere cerrar los ojos -y de paso tapar los ojos de sus lectores- ante el carácter irónico de la frase de la remera.

La Nación hace eso adrede, por supuesto. Porque puede ser que algunos ignoren qué es una ironía. Pero la cuestión importante es que, ante una ironía, elegimos qué entender y, al elegir qué entender, elegimos a quién apoyar…

Porque la ironía juega en el borde de la cornisa. En este caso, en la cornisa de la inteligente remera de Haydée juegan el apoyo irónico a Alberto Fernández y la intertextualidad -o sea, el hacernos recordar los delirios de Carrió.

La remera es -como todo discurso inteligente- un desafío a la inteligencia de quien mira o de quien lee. Algunos elegirán entender la operación discursiva de Haydée, el apoyo irónico al plan de vacunación del gobierno nacional. Otros preferirán posicionarse junto al delirio de Carrió.

Así, una ironía es una invitación. Como es indirecta, algunos la entenderán. Otros, preferirán mostrarse ignorantes para quedar cerca del delirio. Y quedar cerca del delirio tal vez sin saberlo, si no conocen la denuncia de Carrió (que La Nación colaboró en encubrir).

Lo inteligente de una ironía es que nunca es autoritaria, y se dirige a los inteligente. Juega, además, con la información. Si los lectores de la remera desconocen -o prefieren mostrarse ignorantes- sobre la vacuna Sputnik y sobre los irresponsables dichos de Carrió, pueden hacerlo.

Todo eso nos convoca a pensar la remera de Haydée:

-Las batallas por el sentido común de una sociedad en una época.

-Qué información tiene o prefiere desconocer -porque está desinformado por medios como Clarín o La Nación- el así llamado "público".

-El "público" somos todos y de estas formas -incluso con remeras- participamos en las batallas por el sentido común de una época.

-El sentido común es lo que se transforma en "conocimiento" o en "verdad" en una sociedad y en una determinada época (¡gracias, don Michel Foucault!)



(*) Lingüista y docente de la Universidad Nacional del Comahue.
29/07/2016

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