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29/03/2021

Ahora que Bolsonaro hizo de Brasil un peligro mundial

Ahora que Bolsonaro hizo de Brasil un peligro mundial | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Cacerolazo en San Pablo contra Bolsonaro. En el “mapping”, al lado de su figura, la inscripción “Cuántas muertes faltan hasta el impeachment (juicio político)?”

Hoy la negligencia criminal del gobernante brasileño ante el Covid agrava la pandemia en el resto del mundo, más aún en países vecinos como el nuestro. Es un momento para recordar cuando Macri, el Grupo Clarín y el juez Lorenzetti, por ejemplo, apoyaron la llegada al poder del jerarca ultraderechista.

Miguel Croceri

Una columna de opinión publicada la semana pasadaen Va Con Firma aludía a un reporte de“Noticias ONU”, que es una agencia informativa de la Organización de Naciones Unidas donde los temas de interés nacional son abordados desde una perspectiva humanitaria. El texto periodísticose refería a la situación de la pandemia del coronavirus a partir del drama epidemiológico y humanitario brasileño.

“El Covid pone a Brasil bajo ‘una amenaza extrema’ que representa un peligro para América Latina y el mundo”, decía el título de la agencia, y según agregaba en el resumen de la noticia, “los expertos advierten que la situación podría tener implicancias más allá de las fronteras nacionales y afectar a países vecinos”. El tema estaba desarrolladoen base a declaraciones del director de Emergencias de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Michael Ryan. (Publicado en Noticias ONU, nota del 12/03/21). 

Ahora que la negligencia criminal de Jair Bolsonaro hizo de su país un peligro mundial, debido a una combinación de impunidad política, desquicio mental, fanatismo religioso y extremismo ideológico ante el desafío de enfrentar la pandemia, quizás sea un buen momento parareflexionar -una vez más- sobre la forma en que llegó al poder, y particularmente recordar quiénes lo apoyaron desde Argentina.

Porque el ascenso del jerarca ultraderechista no solo obedeció a la corrupción judicial y al devastador accionar mediático y de las demás corporaciones brasileñas, todo basado en una estrategia estadounidense.

También en nuestro país hubo factores de poder y personajes que actuaron con el mismo objetivo y siguiendo el mismo plan. Así lo hicieron por ejemplo Mauricio Macri, la cadena de medios del Grupo Clarín manejada por Héctor Magnetto, y la fracción del Poder Judicial dominada por el entonces presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.

Macri

El triunfo electoral de Macri en 2015 y el derrocamiento de Rousseff en 2016 fueron los pasos más importantes para que EU y las oligarquías locales recuperaran el control político de Suramérica tras la etapa de los procesos populares y soberanistas.

La complicidad del macrismo con el golpe judicial, mediático y finalmente parlamentario en Brasil, quedó plasmada el día en que la presidenta Dilma fue destituida por una mayoría legislativa de derecha y ultraderecha vinculada con los poderesempresariales y los negocios de poderosasiglesias evangélicas, y con muchos/as de sus integrantes ligados al narcotráfico, la corrupción, el contrabando de armas y la exaltación de las dictaduras.

A pesar deesa brutal degeneración de la genuina representación democrática, “el gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional verificado en el hermano país”, dijo en esemomento la declaración oficial de la cancillería macrista. (Crónica del portal Política Argentina. Nota del 31/08/16). 

Meses más tardeLula fue encarcelado y le prohibieron ser candidato, con lo cual se completaron las condiciones fraudulentas que derivaron en el triunfo de Bolsonaro.

El presidente surgido de esos comicios tramposos asumió el 1ro. de enero de 2019. Dos semanas después Macri viajó al país vecino en visita oficial y ambos formalizaron sus acuerdos político-ideológicos.

(El periodista argentino Román Lejtman, habitual propagandista de las posiciones de Estados Unidos y de Israel, escribió esa vez que ambos jerarcas “conectaron: descubrieron que tienen muchas cosas en común y que esa unidad de criterio puede abrir un capítulo inédito en las relaciones” entre los dos países. El artículo anunciaba en su título que “Macri y Bolsonaro promueven una inédita alianza estratégica para las relaciones bilaterales entre Brasil y Argentina”. Nota del 17/01/19).

Magnetto

El Grupo Clarín, al mando de su jerarca mayor Héctor Magnetto, formó parte del aparato de legitimación internacional del golpismo brasileño. Mientras allá se ejecutaba la estrategia sediciosa para destituir a Dilma, en nuestro país los distintos canales, radios, etc. de la cadena mediática cumplían su tarea propagandística disfrazada de periodismo. Fue rotundo su respaldo al antidemocrático juez Moro, quien articuló toda la arquitectura judicial para favorecer el golpe con el pretexto de la “lucha contra la corrupción”.

Durante la gestión de Rousseff, al ejecutar sus simulacros de investigaciones judiciales “anti-corrupción” con el fin de encarcelar a Lula, Moro perpetraba acciones de espionaje sobre la presidenta y grababa sus conversaciones telefónicas. En Argentina, el canal TN del Grupo Clarín era uno de los que recibía y difundía esas grabaciones clandestinas.

En un momento la entonces mandataria designó a su antecesor y líder político del PT como Jefe de Gabinete. Ella sabía que en cualquier momento podrían apresarlo. A su vez, el personaje golpista que fungía como “juez” y que espiaba a ambos, hizo público el audio de una breve conversación donde Dilma le avisaba a Lula que le enviaba con otra persona el acta de designación para que la usara “si era necesario”. Quería decir, si pretendían capturarlo.

En pocas horas, la emisora televisiva de Clarín dedicada a “noticias” agitó de forma sensacionalista el tema y repitió decenas de veces, o tal vez más de un centenar, la grabación ilegal y clandestina. (“Explosiva llamada de Dilma a Lula: ‘Usá el acta de asunción cuando la necesites’”, fueel título elegido para publicar el audio capturado mediante espionaje del juez Moro, que TN emitió en aquellos días y mantiene accesible en su archivo digital. Posteo del 16/03/16). 

Así, losgolpistas representados por Moro y en Argentina apoyados, entre muchos otros, por el cártel mediático de Magnetto, iban cumpliendo uno a uno sus objetivos. En el episodio recientemente narrado, Lula asumió como jefe de gabinete pero a las pocas horas debió renunciar por el asedio de las corporaciones judiciales y mediáticas. (“Duró unos minutos: un juez anuló de forma cautelar el nombramiento de Lula como jefe de gabinete”, se regodeó el canal magnettista al titular la noticia. “El expresidente había jurado en medio del escándalo por presunta corrupción”, agregó TN según consta en su archivo digital. Posteo del 17/03/16). 

En agosto de 2016 la presidenta fue destituida y asumió en su lugar el tránsfuga Michel Temer, quien era vicepresidente. (“Tránsfuga”, entre otras acepciones, define a quien se cambia de bando). Se mantuvo así la apariencia “legal” e “institucional” que es propia de los llamados “golpes blandos”, donde la violencia militar que caracteriza el golpismo clásico -los golpes “duros”- queda en segundo plano.

Con Temer en el gobierno, continuó la estrategia para eliminar a Lula de la competencia electoral. Moro le dictó sentencia, las instancias superiores de la judicatura lo avalaron, y así llegó la orden de captura en abril de 2018. Previo a quedar detenido, el ex presidente se trasladó al sindicato metalúrgico de Sao Bernardo do Campo, en la periferia de San Pablo, donde había iniciado su trayectoria sindical y política. Permaneció casi dos días rodeado de gente que lo respaldaba, y luego se entregó a la Policía.

Al hecho de que un líder popular hiciera una demostración de resistencia democrática antes de quedar preso víctima de un régimen corrompido, el diario Clarín lo denominó “show político”. Y al hecho de poseer un departamento en un balneario de clase media -por lo cual fue condenado sin pruebas y solo porque Moro dijo tener la “convicción” de que lo había recibido como pago de sobornos- dicho diario lo llamó “corrupción”.

Todo ello quedó reflejado en la tapa de Clarín el 8 de abril de 2018.

Lorenzetti

El juez argentino Ricardo Lorenzetti, quien hoy sigue siendo miembro de la Corte Suprema pero en aquel momento era, además, el presidente del tribunal, fue uno de los ejecutores principales dela estrategia planificada en EU para perseguir, aquí, a Cristina Kirchner, y en cada país a sus respectivos líderes populares.

Hace cuatroaños, y junto con Clarín y los demás medios dominantes, Lorenzetti montó un escenario político para mostrar a Moro como ejemplo de la “lucha contra la corrupción”. Fue en abril de 2017, cuando Dilma ya había sido derrocada y gobernaba Temer.

El “homenajeado” participó en Buenos Aires de al menos una reunión “reservada” y “sin público” con jueces argentinos, con el elegante pretexto de un “intercambio de experiencias”. El diario Clarín lo informó regodeándose. El operativo combinado de propaganda se realizó para fortalecer a la judicatura local que perpetrabacontra Cristina el mismo plan de persecución e intento de proscripción que el brasileño llevaba a cabocontra Lula.

La imagen que simbolizó ese episodio fue la foto entre Moro, Lorenzetti y el juez ultra-antikirchnerista (luegofallecido) Claudio Bonadio. El diario cabecera de la cadena mediática, en la aparente “noticia” con la cual disfrazó su habitual montaje para la manipulación informativa, se ocupó de resaltar en el epígrafe de la foto que, ese mismo día, Bonadio “procesó a Cristina Kirchner por asociación ilícita”. (Publicado por Clarín. Nota del 04/04/17). 

Superior Tribunal de “justicia”

Jair Bolsonaro llegó a tomar el mando del Poder Ejecutivo en Brasil como culminación de un proceso antidemocrático devarios años, siguiendo un plan diseñado en Estados Unidos para derrocar a los gobiernos de Suramérica contrarios a sus intereses y eliminar políticamente a sus líderes.

Luego de que la presidenta brasileña Dilma Rousseff ganara su reelección a fines de 2013, empezó la persecución judicial y mediática contra Lula, es decir la operatoria golpista que actualmente seconoce con el nombre de “Lawfare” o “guerra judicial” o “guerra jurídica”.

La maniobra fue paralela al hostigamiento propagandístico de las grandes cadenas contra el PT (Partido de los Trabajadores), liderado por Lula y al cual también pertenecíaDilma. Para los medios dominantes, el PT era sinónimo de “corrupción”, de la misma forma en que en Argentina las maquinarias comunicacionales de la derecha hacen contra el kirchnerismo.

De ese modo, en Brasil simultáneamente se manipuló con mentiras y engaños a la opinión pública, que era una de las condiciones necesarias para que la presidenta fuera luego derrocada mediante el golpe parlamentario de agosto de 2016, y posteriormente el ex mandatario y líder del PT fuera condenado, encarcelado y proscripto.

Como se sabe, la semana pasada el Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño reconoció la persecución política y parcialidad ejercida por el ex juez Sergio Moro contra Lula, por lo cual fueron anuladas las condenas en contra del popular líder y este recuperó sus derechos políticos, incluida la posibilidad de postularse como presidente. (Información de la agencia Télam, nota del 23/03/21). 

Moro, luego de haber prestado sus servicios al golpismo pro-norteamericano, fue designado por Bolsonaro como ministro de Justicia y Seguridad Pública. Renunció quince meses después con intenciones de tomar distancia del mandatario ultraderechista, para candidatearse él mismo a presidente como una opción de derecha “moderada” en la elección de finales de 2022. Pero el capital político que había ganado con el engañoso disfraz de “justiciero” se le ha desmoronado bastante.

Más allá de ese ex juez, la hipócrita decisión que tomó recientemente el Superior Tribunal de “justicia” se produce recién ahora. Cuando el gobernante ultraderechista ya generó desde el gobierno catástrofes de todo tipo, particularmente dejar que el Covid multiplicara su capacidad de daño y muerte, y convirtiera a Brasil en un “peligro mundial”, más aún para las naciones vecinas.

Y una de esas naciones vecinas es Argentina, donde personajes como Macri, Magnetto y Lorenzetti -y no solo ellos como individuos sino en general los intereses antipopulares que representan- en su momento hicieron mucho para derrocar al gobierno del PT, encarcelar y proscribir a Lula, y generar así las condiciones fraudulentas para que Bolsonaro llegara al poder.

29/07/2016

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