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24/03/2021

La llama viva en la memoria

La llama viva en la memoria | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Fueron los militantes populares y los organismos de derechos humanos los que hicieron posible la democracia actual. Esa lucha sobrevivió a dictaduras y a gobiernos antipopulares como el de Macri y sobrevivirá a las pandemias porque ya está incorporada al ser nacional.

 A 45 años del golpe genocida del 24 de marzo de 1976, la lucha por Memoria, Verdad y Justicia, continúa con la misma vitalidad de siempre, a pesar del macrismo y a pesar de la pandemia que lo sucedió.

Solamente una catástrofe sanitaria de dimensión universal podía impedir que los organismos defensores de los derechos humanos, la Madres y las Abuelas, las organizaciones políticas y sociales, la gente toda, se expresaran una vez más en una masiva movilización.

La lucha por mantener viva la memoria pudo sobrevivir a la dictadura y a todos los intentos posteriores por borrarla de la historia. El último fue el gobierno de Mauricio Macri.

Sobran los testimonios de que el gobierno de Cambiemos no sólo quería abolir derechos y conquistas de los trabajadores sino que también quería contar la historia de otra manera.

Todavía resuenan las palabras de Macri cuando dijo que había que “terminar con el curro de los derechos humanos” o cuando los diputados de su bloque colocaron frente a sus bancas cartelitos con la leyenda: “Nunca más los negocios de los derechos humanos”.

O cuando su secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj advirtió que los gobiernos de Néstor y Cristina, habían “fanatizado a una sección de la sociedad” y planteó la necesidad de una “reconciliación” entre las víctimas y sus verdugos.

Fue el mismo Avruj el que intentó regatear la cantidad de víctimas del genocidio. “El 'Nunca Más' es indiscutible y marca 8.500 personas", dijo para ningunear las 30.000 que denuncian todos los organismos de DDHH.

¿Quién no recuerda el fallido intento presidencial de eliminar el feriado del 24 de Marzo o la ausencia de actos oficiales para rememorar la luctuosa fecha? Es que el gobierno de Macri representó a los mismos sectores políticos y sociales que dieron sustento al golpe del 24 de marzo del 76.

Como dijo hace poco Cristina Kirchner en su alegato de una de las causas que le inventaron, lo que antes hacían con los militares hoy lo hacen con la justicia.

Es el lawfare que dicho en criollo es la asociación perversa del Poder Judicial con los medios concentrados y el poder económico representado por la derecha para perseguir, despojar de sus bienes y encarcelar a los dirigentes populares.

Hemos avanzado: ya no hay campos de exterminio, y si es así es porque la lucha en defensa de la Memoria ya forma parte del adn del pueblo argentino.

Esto fue posible también porque hubo resistencia a la dictadura, hubo quienes lucharon y ofrendaron su vida, como los militantes revolucionarios, los delegados sindicales, los periodistas con dignidad, los abogados de presos políticos, todos ellos víctimas de aquel genocidio.

Fueron ellos y los organismos de defensa de los derechos humanos los que hicieron posible la democracia actual. Porque en la Argentina, antes del 55 había fraude y después de los bombardeos a la Plaza de Mayo dictaduras y gobiernos débiles o títeres.

El golpe del 76 vino para terminar con las organizaciones populares e implantar un sistema económico desigual, contrario a las mayorías, un país de pobres y ricos. Por eso los 24 de marzo se rememora el nunca más y aquella lucha, la misma que se trató de olvidar en los cuatro años del macrismo.

Lamentablemente el primer 24 de marzo con gobierno popular no pudo recordarse en la calle porque llegó la pandemia y otro tanto ocurre hoy, aunque surgen otras formas de mantener la memoria como la acción de plantar árboles para recordar a los desaparecidos.

El ex vicepresidente de Bolivia depuesto por un golpe cívico militar policial, Alvaro García Linera, decía días atrás que hay una nueva oleada de gobiernos populares en América Latina, pero que más que nunca los cambios se deben hacer con el pueblo en las calles.

Es cierto que la ferocidad de la derecha argentina cuenta con una ventaja en ese sentido, pero esa ausencia de movilización popular dictada por la pandemia es solo física, porque en el ánimo de la gente palpita la misma llama de siempre.

Está presente en la defensa de la vida amenazada por la enfermedad, en la lucha por vacunar a la población y en la solidaridad entre los argentinos que alienta este gobierno. Sobrevivió a las dictaduras y a los gobiernos antipopulares y sobrevivirá a las pandemias porque ya está incorporada a la idiosincrasia nacional.

*Editorial en La Vaca Atada, programa de Radio Nacional Neuquén.

29/07/2016

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