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18/10/2020

Memorias del 17

Memorias del 17 | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

A 75 años, todo el problema político de la Argentina se reduce a este subsuelo sublevado, a esta irrupción descamisada en la historia y a esa empecinada costumbre de querer seguir metiendo las patas en la fuente.

María Beatriz Gentile *

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“Yo tenía entonces 24 años. Mi oficio era oficial tornero mecánico… En la mañana del 17 de octubre, personas que venían avanzando desde Avellaneda y Lanús hacia el centro de la ciudad, se acercaron y nos dijeron: Muchachos hay que parar el taller, hay que salir a la calle a rescatar a Perón…Perón había hecho que se cumplieran las leyes…había conseguido que se pagaran los días festivos y recuerdo que uno de los patrones nos dijo: ‘vayan a cobrarle a Perón el 12 de octubre’…después del 17, cobramos ése y muchos días más”, recordaría Sebastián Borro.

Los acontecimientos que condujeron al 17 de octubre de 1945 son bastante conocidos. La fuerte presión interna e internacional había hecho renunciar a Perón a sus cargos el 9 de octubre, y a pesar que el presidente Farrell había prometido mantener las conquistas sociales gestionadas desde la Secretaria de Trabajo, pronto se hizo evidente que no sería así. 

El secretariado de la CGT y representantes de algunos gremios se aproximaron al gobierno para iniciar negociaciones; sin embargo, las bases del sindicato de la carne de Berisso y los cañeros de Tucumán (Fotia), exigían la inmediata movilización y la convocatoria a una huelga general.

El 15, ante un escenario social convulsionado, el gobierno anunciaba que Perón sería trasladado al Hospital Militar y que ya no se encontraba bajo arresto, aun así, la CGT llamaba a una huelga general para el 18 de octubre

El 16 un obrero simpatizante de FORJA le informaba a Arturo Jauretche que en Lanús se estaba organizando una marcha a la Capital para el día siguiente y le consultó qué debía hacer, recibiendo por contestación: “Agarrá la bandera y ponete al frente”.

Al mediodía del 17 comenzaron a llegar a Plaza de Mayo, contingentes de diversas zonas industriales del Gran Buenos Aires para exigir la inmediata libertad de Perón. Otras movilizaciones tuvieron lugar en La Plata, Rosario y Córdoba. Como escribió Daniel James, por primera vez en la historia los trabajadores literalmente "tomaron la ciudad". Y como dijo J W Cooke, fue, hasta entonces, el más alto nivel de conciencia al que llegó la clase trabajadora argentina.

La redacción del diario  La Época pintó la escena del momento: "Qué abismo separa a ese pueblo, el verdadero pueblo, de esas 100 familias de la plutocracia que acamparon en Plaza San Martín días atrás…” y el referente conservador Emilio Hardoy, le  sumaba letra: “Había dos países: el país elegante y simpático con sus intelectuales y su sociedad distinguida sustentada en su clientela “romana” y el país de la “la corte de los milagros” que mostró su rabia y su fuerza… días que cierran una época y abren otra”.

Esa corte de los milagros era para María Rosa Oliver, escritora del grupo Sur, un recuerdo de “las murgas del carnaval, hombres y mujeres casi harapientos, con vinchas que como los indios le ciñen la frente… ¿habrán surgidos de ámbitos que yo desconozco?, “se preguntaba. Seguramente, sí.

Mientras mujeres como ella o Victoria Ocampo escribían a la embajada de los Estados Unidos para dar su apoyo a Mr. Braden; otras, como Evita o Blanca Luz Brum, recorrían los barrios difundiendo la orden de paro general. “Hacia el mediodía, la muchedumbre cansada de esperar, se tiró al riacho para cruzarlo…el oficial a cargo de repente desenfundó el sable y gritó ‘¡Viva Perón!’ y agregó: ‘Bajen el puente para que pase el pueblo’. Y Así la policía entró en la ciudad escoltando a la masa peronista de Avellaneda y Berisso”, recordaría Blanca.

 “El 17 de octubre fue un “Fuenteovejuna”, retrató Arturo Jauretche, nadie y todos lo hicieron. No sólo fue una lección histórica para las fuerzas del antiguo orden sino la gigantesca voluntad política de la clase obrera, escribió Juan José Hernández Arregui

Memorias del 17 de Octubre. Memorias que a 75 años parecen seguir diciendo que todo el problema político de la Argentina se reduce a este subsuelo sublevado, a esta irrupción descamisada en la historia y a esa empecinada costumbre de querer seguir metiendo las patas en la fuente.



(*) Historiadora, decana de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue.
29/07/2016

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