La noticia de que Donald Trump se contagió de coronavirus, un mes antes de la elección en la que aspira a ser reelegido, es en sí misma un hecho que genera inestabilidad para el sistema político estadounidense, y del que emergen factores disruptivos. para el funcionamiento de la economía mundial, dominada por grandes corporaciones capitalistas.

Es decir, en pocas palabras, pase lo que pase en Estados Unidos. tendrá efectos en el resto del mundo. Esto no es nada nuevo, pero son hechos relevantes que tienen lugar al más alto nivel del poder estadounidense.

La enfermedad de Trump es el último factor de inestabilidad, pero mucho antes fue su propia agresión, impunidad y beligerancia. Trump fue y es, en sí mismo, una fuente de peligro para la paz en América del Sur. Por ejemplo, aunque no fue el iniciador, fue quien llevó la estrategia de asfixiar económica, diplomática y propagandísticamente a Venezuela a niveles muy graves, y además amenazó continuamente con un ataque militar.

(Estados Unidos "derrocará al presidente venezolano Nicolás Maduro", dijo el 18 de septiembre el peligroso secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, durante una visita a Brasil. Informe de El País de España, nota 18 / 20/09) .

En cuanto a los conflictos internos en el país que alberga al imperio, Trump lleva meses amenazando con no aceptar el resultado en caso de que pierda las elecciones. Esa posibilidad es analizada abiertamente, como nunca antes, por los medios de comunicación y en general como parte del debate público, dentro de Estados Unidos. e internacionalmente.

(Solo por citar un par de ejemplos: el tema fue abordado recientemente en un artículo del diario británico Financial Times, que fue reproducido en Argentina por el diario Cronista. Nota del 15/09/20. También el portal El Diario, de España , trató el asunto ( Nota de 24/09/20).

Apenas unos días antes de que se informara que el máximo jerarca estadounidense tenía coronavirus, tuvo lugar el escandaloso debate entre él y su rival en la carrera presidencial, Joe Biden. El episodio tuvo un inmenso valor simbólico sobre el estado de descomposición que exhibe el sistema político de Estados Unidos, al menos en cuanto al discurso y gestos públicos de sus principales líderes.

(Para no abundar en comentarios que los principales medios, de Argentina y de todo el mundo, han hecho profusamente al respecto, las repercusiones se pueden resumir en un reportaje televisivo de 6 minutos emitido por CNN en español, que hace campaña contra la La reelección de Trump y afirma que emitió "falsedades masivas", "una avalancha de mentiras" y acusaciones de posible "fraude" (reportaje televisivo del 30/09/20). 

Países sudamericanos

Los tremendos trastornos políticos que están teniendo lugar en los Estados Unidos, comenzando con la evolución de la enfermedad de Trump, su eventual reemplazo como candidato, el conteo de votos, incluidos los enviados por correo, cómo se formará el Colegio Electoral que finalmente decida quién. será presidente, el proceso posterior a la votación según quién sea el ganador y si el resultado se reconoce o no, etc. etc.- son simultáneos a los que tienen lugar en Sudamérica y que están muy determinados por la influencia estadounidense.

En unos días (domingo 18 de este mes) se realizarán en Bolivia las elecciones convocadas por la dictadura. Este es un proceso fraudulento que surgió del golpe de Estado que derrocó a Evo Morales. El ex presidente no solo tiene prohibido postularse para el cargo más alto del país, sino que tampoco se le permitió postularse para senador.

El sector de Morales y sus aliados (Movimiento al Socialismo, MAS) estará representado por la fórmula del presidente Luis Arce, vicepresidente David Choquehuanca. Ambos fueron ministros de Evo (el primero de Economía, el segundo de Relaciones Exteriores). Esa fuerza política tiene una ventaja en las preferencias electorales según varias encuestas, pero es muy poco probable que el régimen golpista estadounidense acepte una victoria del "masismo".

También puede ocurrir que el MAS gane en la primera vuelta pero sea derrotado en las urnas por quien presuntamente será el candidato más votado de la derecha, Carlos Mesa. Este último podría absorber en una eventual segunda vuelta todo el voto "anti-masa", "anti-evista".

En cualquier caso, las perspectivas en Bolivia son de alto conflicto, inestabilidad institucional, profundización de las violaciones a las reglas democráticas y muy probablemente un aumento de la violencia política. El régimen criminal de facto persigue al expresidente y su sector tanto a través de jueces y fiscales corruptos, como mediante la violencia física directa contra sus líderes y activistas.

Las elecciones están programadas en Ecuador a principios del próximo año (7 de febrero) y, similar al boliviano, es un proceso firmado por la fiscalía y proscripción contra el expresidente Rafael Correa, y múltiples actos de violencia jurídica contra otros líderes. de su espacio (primero contra Jorge Glas, vicepresidente electo de Lenin Moreno pero destituido y encarcelado por su lealtad al mensajero a los pocos meses de hacerse cargo, hace tres años, inventando condenas penales por "corrupción").

Allí, también, la probabilidad más alta es que el gobierno proamericano de Moreno siga perpetrando maniobras antidemocráticas para evitar el triunfo de la fórmula UNES (Unión por la Esperanza), integrada por Andrés Aráuz y Carlos Rabascall. La UNES agrupa corrientes y corrientes de centro y centro izquierda, incluido el correísmo, que conformaron un amplio frente democrático para enfrentar al régimen.

A Correa, a través de los fallos de jueces y fiscales antidemocráticos, se le prohibió postularse para presidente, vicepresidente o cualquier otro cargo. Además, recientemente se le emitió una orden de arresto. (Crónica de la plataforma de información alemana DW, nota del 24/09/20) . El expresidente vive en Bélgica, país donde cursó un posgrado cuando era joven y de donde proviene su esposa. El régimen de derecha ecuatoriano busca formas de internacionalizar la orden de captura.

También este mes habrá un pronunciamiento electoral trascendental en Chile, y será el domingo 25. Es un plebiscito para que los ciudadanos aprueben o no la elaboración de una nueva Constitución. En este caso, se supone que una mayoría votará a favor de dicha reforma.

Sin embargo, la incógnita más importante es si el nuevo texto constitucional será elaborado por una convención “mixta”, donde el 50% serían parlamentarios y el otro 50% ciudadanos surgidos de una elección, o si en cambio será una convención plenamente integrada por quienes resulten elegidos para tal función. La resolución entre ambas opciones será una de las dos preguntas que se formularán en el plebiscito. (El tema puede ampliarse en un informe del portal As, en su sección dedicada a Chile. Nota del 03/10/20).

Argentina, con sus particularidades

Como parte de un continente que, en medio de una pandemia, enfrenta situaciones complejas, Argentina también las tiene con particularidades propias. Nuestro país es el único que hasta ahora ha desalojado mediante elecciones a un gobierno que perseguía una política neoliberal y era aliado de Estados Unidos a nivel internacional.

Por eso las corporaciones que formaban parte del régimen de derecha que lidera Mauricio Macri están sitiadas por el presidente Alberto Fernández y el Frente de Todos. Los medios de comunicación más poderosos llevan a cabo una meticulosa acción desestabilizadora y el corrupto poder judicial se atrincherará en defensa de sus intereses y privilegios.

Al mismo tiempo, los grandes conglomerados financieros capitalistas amenazan con un repunte del dólar que podría conducir a una fuerte devaluación de la moneda nacional y, por lo tanto, a un aumento adicional de los precios de los alimentos (alimentos en primer lugar) con graves daños a la economía. de familias de las clases sociales media y baja.

El gobierno ha lanzado la semana pasada y en anteriores medidas de regulación cambiaria y financiera, así como otras para estimular las actividades productivas, para tratar de mantener el control sobre las principales variables económicas. En particular, se busca que los grandes empresarios del campo y las transnacionales de cereales liquiden los dólares que obtienen de sus ventas al exterior, lo que daría un oxígeno significativo a las reservas monetarias del país y a las finanzas en general.

Cada uno con sus propias especificidades, tanto Argentina como otras naciones de la región se encuentran en un trance histórico de grandes conflictos. Junto al daño a la salud y la vida de las personas provocado por el coronavirus, hay fuertes crisis políticas en gran parte de los países de América del Sur, y esta vez también en las estructuras de poder en Estados Unidos. Es un momento en el que la prudencia aconseja no hacer predicciones.