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03/10/2020

Al límite

Al límite | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El gobierno optó esta semana por advertir a la sociedad, a través de distintos voceros calificados, sobre la gravedad del cuadro sanitario que provoca la pandemia y reclamó una conducta responsable por parte de la gente.

Héctor Mauriño

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Frente a la situación límite que vive Neuquén producto del sensible aumento de los contagiados por coronavirus y la saturación del sistema de salud, el gobierno optó esta semana por advertir a la sociedad, a través de distintos voceros calificados, sobre la gravedad del cuadro y reclamó una conducta responsable por parte de la gente.

Tal vez, las autoridades llegaron al convencimiento de que si no alcanza con la razón hay que intentarlo con el miedo. O acaso tratan de cubrirse ante las puertas de la catástrofe, advirtiendo que no son los únicos responsables por lo que pueda ocurrir sino que todos, cada uno con su propia conducta, tendrán una cuota responsabilidad.

Así, por ejemplo la advertencia de la ministra de Salud, Andrea Peve, estuvo dirigida al público en general pero también a otros funcionarios políticos, en particular a los intendentes.

La joven funcionaria no podría haber sido más directa. Dijo que dijo que la ocupación de la terapia intensiva oscila entre un 93 y 98 por ciento, que se vienen días “mucho más duros” por la cantidad de víctimas de Covid 19 y les aconsejó a los intendentes que pongan a punto los cementerios.

La ministra cuestionó a los sectores de la población que tienen una postura “negacionista” frente a la pandemia y recalcó que la única manera de bajar la cifra de contagios es que “la sociedad debe dejar de negar esta situación”. También les pidió a los intendentes que no promuevan reuniones sociales en espacios abiertos y aseguró que hoy los jefes comunales son las personas más importantes para llevar adelante las medidas para disminuir la circulación.

En cierta medida sus palabras se relacionan con la fallida decisión del gobierno provincial de impedir la circulación después de las18, que fue resistida desde algunos municipios y debió ser levantada. Si bien es cierto que la decisión se demostró poco realista, es un hecho que algunos intendentes acá como en el resto del país han comenzado a resistir medidas que a pesar de su corrección resultan poco simpáticas para una parte de la población.

El director del Hospital Neuquén, Adrián Lammel, tomó al menos dos veces la palabra esta semana para hablar de la pandemia y no se ahorró ningún detalle por dramático que sea.  “En toda la provincia hay un 99% de camas ocupadas de la terapia intensiva. En el Castro hoy están todas llenas, y en la intermedia hay pacientes con respirador”, afirmó.

De paso, explicó que “los pacientes que ingresan en terapia con coronavirus tienen entre un 40 y un 50% de probabilidad de muerte”.

A su turno, el jefe de Gabinete de ministros, Sebastián González, salió a señalar que Neuquén está viviendo “una tormenta” e instó a la sociedad a “trabajar entre todos para lograr bajar la cantidad de casos y que haya cada día menos personas que lleguen a terapia intensiva".

Más allá del uso político que ha hecho la derecha contra las medidas de distanciamiento social, hay una porción de la población que acusa sinceros signos de fatiga por la prolongada emergencia sanitaria. No pocos psicólogos y psicoanalistas detectaron esa tendencia negacionista respecto del coronavirus, tan peligrosa para los que la expresan como para los demás.

Pero no es menos cierto también que los intendentes, como el resto de los funcionarios políticos, tienen una responsabilidad que va mucho más allá del humor social.

No se puede combatir una pandemia con lo que dicen las encuestas. Como lo hemos visto en el caso de la capital federal, las autoridades se resistían a adoptar medidas sanitarias “antipáticas” para un sector de la población que normalmente los vota.

Pero los gobernantes no están para cuidarse las espaldas con criterios cortoplacistas, porque tienen la responsabilidad de preservar la salud de la población, aunque sus medidas sean antipáticas o causen angustia. Además sería un mal negocio, porque tarde o temprano los harán responsables de las consecuencias de la pandemia.

El negacionismo y la falta de comprensión de ciertos sectores de la sociedad también afectan a los equipos de salud. La Sociedad de Medicina Rural, que agrupa a médicos del sistema público de salud, advirtió en una carta enviada a la ministra Peve que el 98% del personal de salud manifiesta cansancio, agotamiento físico y emocional.

Los médicos dicen que la negación comunitaria al cuidado y las medidas de apertura, van horadando el trabajo de los equipos de salud y los van dejando solos con la enfermedad y la muerte cuando éste es un problema comunitario.

29/07/2016

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