Columnistas
13/09/2020

El Estado no es mecenas

El Estado no es mecenas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Hay actividades culturales que, desarrolladas de manera independiente, se potencian, o pueden potenciarse, con el sostenimiento institucional. Es un área que la iniciativa privada desconoce o elude: no genera renta, pero no por eso es menos necesaria. Los artistas reclaman la emergencia cultural.

Gerardo Burton

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En la discusión sobre temas culturales a veces es necesario aclarar que el Estado no es un mecenas. El mecenazgo fue históricamente cosa de propietarios de grandes fortunas, y hoy en día es también una actividad practicada por algunas empresas y/o empresarios que deciden destinar parte de sus ganancias para financiar proyectos u obras individuales o colectivas muchas veces con fines fiscales. El Estado, entonces, no es ni puede ser un mecenas. La única garantía para que los dineros de una sociedad vuelvan a ella en forma de acciones permanentes que sostengan el desarrollo cultural es que existan políticas por parte de ese Estado.

Las políticas se sostienen con leyes. Caso contrario, con frecuencia funcionarios y funcionarias se sienten tentados a confundir sus orientaciones estéticas y artísticas con políticas de Estado. Hace unas semanas, cuando la escritora y periodista Mariana Enríquez definió los criterios de la convocatoria a los premios del Fondo Nacional de las Artes de este año, generó una discusión: 

clarin.com/cultura/polemica-premio, lanacion.com.ar/cultura/un-concurso-excepcionaltiempoar.com.ar-el-malestar-de-la-colectiva-de-poetas

El certamen fue abierto sólo a obras en prosa o en verso enmarcadas en los “géneros” de ficción científica, terror y misterio que, casualmente, son los que más venden en la industria editorial argentina en los últimos tiempos. 

Otro ejemplo es el del ex secretario de Cultura de Mauricio Macri, Pablo Avelluto, cuyo desempeño como empleado de editoriales multinacionales lo llevó a abrir el mercado de libros a tal punto que la importación sin freno llevó a la industria nacional a su peor momento en décadas.

Si de leyes se trata, hacia finales del primer mandato de Omar Gutiérrez se sancionaron en Neuquén las que recuperan el patrimonio musical de las cantoras del norte de la provincia –ley 3162- y la que recrea el Fondo Editorial Neuquino –FEN, ley 3164- que implica la intervención del Estado en el mercado editorial con obras de autoras y autores de la provincia.

Con esta legislación, el Estado ampara actividades que, desarrolladas de manera independiente, se potencian, o pueden potenciarse, con el sostenimiento institucional. Es un área que la iniciativa privada desconoce o elude: no genera renta, pero no por eso es menos necesaria. Ocurre con las cantoras; ocurre con quienes escriben; ocurre con artistas plásticos, actores y actrices, con dramaturgos y dramaturgas; con músicas y músicos y con todas las disciplinas artísticas.

En plena pandemia y con una parálisis similar a la que afecta a otros sectores de la economía, artistas de la provincia reunidos en asamblea solicitaron y apoyaron la sanción de una ley de emergencia cultural, una iniciativa que llegó a la Legislatura impulsada por las diputadas Lorena Parrilli, del Frente de Todos, y Patricia Jure, del Frente de Izquierda y los Trabajadores. El proyecto está en la comisión correspondiente, pero es improbable su tratamiento en el recinto ya que no cuenta con el beneplácito del bloque oficialista ni el de sus aliados. Tampoco tiene el apoyo de Juntos por el Cambio. La Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología que preside la emepenista María Fernanda Villone se reunirá el próximo jueves 17 de septiembre y en simultáneo habrá una manifestación de artistas en la Legislatura.

El plan de Reactivación Cultural, lanzado por Gutiérrez en agosto pasado inyectó alrededor de 38,5 millones de pesos en el sector. Según el oficialismo, ese conjunto de acciones –entre otras, aportes a salas de teatro; a artistas en forma individual; a productores y productoras de artes escénicos y otras disciplinas- podrá contener las demandas presentadas por la asamblea de artistas y, en consecuencia, no es necesaria la sanción de una ley de emergencia cultural. 

Los fondos asignados al plan superan apenas el 10 por ciento de la partida fijada en el presupuesto 2020 para el ministerio de Culturas, que totaliza 344,9 millones de pesos y representa el 0,21 por ciento del total de gastos previstos para el año en Neuquén. Pero en marzo y por la pandemia del covid-19, el Ejecutivo redistribuyó todas las partidas presupuestarias para reforzar el sistema de salud. En consecuencia, de esa cifra se utilizó menos de la tercera parte. 

Así las cosas, luego de la presentación del proyecto de ley, la asamblea de artistas inició una ronda de consultas y elaboró un documento con propuestas para discutir con las autoridades de la provincia, especialmente con el ministro Marcelo Colonna, con quien tienen una reunión en trámite.

En ese documento, que circula todavía en borrador y al que Va Con Firma tuvo acceso, los artistas solicitan, entre otros temas, que se establezcan valores de referencia para los honorarios de cada disciplina, en acuerdo con las asociaciones y las instituciones que los agrupan; estipendios para espectáculos teatrales según los valores fijados por el Instituto Nacional del Teatro y con variaciones según la cantidad de miembros del elenco; fijación de un “canon de sala” para teatros independientes; fomento del arte callejero –muralismo, teatro, circo, música-; autorizaciones para trabajar al aire libre; capacitación en técnicas de transmisión en vivo –el llamado “streaming”-; creación de un registro de capacitadores y asistentes técnicos; contrato de talleristas entre septiembre y diciembre y elaboración y financiación de protocolos sanitarios-. En paralelo, asociaciones y entidades sectoriales –músicos, escritores, artistas plásticos- se reunieron con funcionarios para avanzar en acuerdos y reanudar las actividades con retribución económica.

Los encuentros se realizan en forma virtual, dijo Micaela Araujo, actriz integrante de la asamblea. Anticipó que se avanzó con los protocolos para teatro y calle, artistas en semáforos y calle, autocine y bares con habilitación para espectáculos. “Falta la habilitación de salas teatrales”, indicó y añadió que en San Martín de los Andes funcionan los teatros –el teatro Piccolo- y se habilitó el trabajo para circo callejero.

En el ámbito de la ciudad de Neuquén, todavía no se formalizó la reunión de las autoridades con el Consejo para el Desarrollo de las Artes y la Interculturalidad para discutir este documento, si bien se produjo un contacto con los responsables de las salas de teatro independiente para acordar aspectos técnicos de trabajo –colaboración para las transmisiones en vivo específicamente-.

El gobierno distribuyó un importe de 70 mil pesos correspondiente a la segunda cuota –correspondiente a mayo- del aporte para asistencia de las salas de teatro en la provincia. Además, se realizaron aportes de diez mil pesos a unos 60 artistas de toda la provincia, también en mayo, y a músicos que realizaron “mini recitales” por el canal del ministerio de Culturas por el sitio www.youtube.com. También se distribuyeron módulos alimentarios provistos por el ministerio de Desarrollo Social. Araujo indicó que la mayoría de quienes participan de la asamblea están inscriptos en el Ingreso Familiar de Emergencia, IFE, programa instrumentado por el gobierno nacional. En ese caso, dijo, esos beneficiarios no pueden acceder a otros programas –Sostener, por ejemplo-.

Como complemento, las asociaciones continúan la campaña de recolección de fondos y de víveres y ropa para distribuir entre sus afiliados y afiliadas. En TeNeAs -Teatristas Neuquinos Asociados- hay una cuenta para transferir aportes en dinero y la colectiva de actrices dispuso otra cuenta bancaria para recibir fondos. 

29/07/2016

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